Por: Roberto A. Valenciano Capín
Al definirlo como "un libro de amor en tiempos de violencia"en donde el parteaguas es el amor y el desamor, para después fluye la violencia, lo que ofreció el poeta Antonio Salinas Bautista con su más reciente trabajo literario " Serial" a los potosinos en la Sala de Cronistas del Palacio Municipal.
En su intervencion del editor David Ortiz Celestino consideró el papel que juega la Editorial Tierra Adentro bajo la dirección de Mónica Neponte en la generación de nuevos libros y escritores, de la cual forma parte este libro. "No terminó de corroborar que la literatura mexicana no esta para nada en crisis".
En cuanto a su contacto con Antonio Salinas apuntó que tuvo el honor de conocerlo hace más de un año cuando fueron becarios del FONCA en el mismo año y en la misma promoción de las becas , al recibir la beca de jóvenes creadores y la beca Edmundo Valádes con la editorial Perros del Alba, respectivamente.
Situándolo en una perspectiva generacional a este escritor guerrense, resaltó el editor que aún cuando hay una constancia geográfica en México de que los escritores del sur escribían más poesía, los escritores del norte escribían más narrativa y los escritores mixtos, los del centro, los de tierra adentro era un poco más variado. "Esa constante se ha ido desapareciendo, sin embargo, presentamos un libro de un poeta, es un libro en donde habla de una constante, una preocupación que ya no solo es local, ya ni siquiera es regional y la poesía históricamente siempre ha servidos para dar fe de los acontecimientos históricos, siempre antes de ser escrita era pasada por la tradición oral, es decir pasada de boca en boca".
Un libro que lo dejo verdaderamente más que conmovido, bastante preocupado, al describirlo como "una poesía a toda luces trabajada, con conocimiento de la poesía, con muchos vasos comunicantes, sobre todo en la tercera parte con Efraín Huerta, con los hombres del alba, pero lo que me interesa a mí aquí es el tema que es la violencia que esta pasando, es la violencia reinante, es la violencia que mediante la poesía podríamos dar fe".
En entrevista con el promotor cultural y director del Encuentro Nacional de Escritores, quien además cursó la maestría en Ciencias de la Educación y realizó estudios en la Escuela de Escritores de la SOGEM.
Quien también ha publicado en las revistas La Cuiria, El Universo del Búho, Hoja Alternativa, Atrás de la Raya, Revolución y Arte Vivo. Ha colaborado en los periódicos La Jornada Guerrero
¿Qué peso tiene la palabra tiene actualmente y más en la poesía?.
“Pues, finalmente es la herramienta primordial del poeta y la más importante. Yo creo que finalmente el tema es secundario, lo importante aquí es el recurso del lenguaje, como utilices el lenguaje , como juegues con las palabras de manera que vayas hilvanando y construyendo historias poéticas que florezcan y rescaten el lenguaje en estos tiempos son necesarios y es fundamental mantenerlo”.
Referías que tu libro-Serial-- no solamente es abordar de forma directa con la violencia, sino más bien planteas el amor, como un aditivo mismo a la violencia.
“ Serial viene de seriado, cosas que van aconteciendo y en este caso se refiere mucho a la nostalgia y al amor en una época en que la extrema violencia, de suma violencia, una violencia en la cual yo y creo que un poquito oliendo a los demásque no estábamos acostumbrados y en la hora que uno escribe sobre la nostalgia de una u otra manera la violencia se entromete. Uno está escribiendo sobre el amor y la violencia se entromete aunque uno no quiera escribir sobre la violencia que está produciendo particularmente el narcotráfico. Pero uno sigue amando aunque las cosas están mal, están crudas y están duras pero uno sigue amando, uno sigue llorando, uno sigue entristeciéndose y uno sigue siendo alegre y entonces continúa en esa dinámica”.
“No hay una intención directa de cuestionar. Yo lo que hago es jugar en la primera parte con el lector; lo invito a ser parte de las líneas, de los versos y de esta manera el lector se involucre y que sea el que finalmente se haga las preguntas y se haga los cuestionamientos que él considere; Simplemente uno escribe y uno no está pensando en que si va a generar una posibilidad en el lector”.
Considero el poeta aunque no tenga mucha influencia de Jorge Cuesta si hay esa similitud por el tratamiento de concebir la ciudad, como es el dolor, la crudeza y la forma directa de poderlo decir”.
En mi caso es porque yo no podría decirlo de otra manera, aunque uno va intenta crear estampas poéticas de la violencia, de modo en que no caigas en el panfleto y no suenes trillado y no suenes a artículo periodístico y que sea esencialmente poesía, procuras mucho la poesía ante todo, aunque ético, pero sin embargo, habla el yo que ha visto, que ha oído, que ha vivido esta tragedia y es él que siente que no tiene voz y saca su silencio que tiene guardado y, lo saca de ese modo muy directo”.
Como lo dice puntualmente este verso del poema “Al filo de la navaja”.
No tengo voz para defenderme
El poema se desarma
Con cualquier retén falso
“Finalmente el poema no va a ser nada o no va a servir para nada en esta época de violencia, no va a solucionar nada, no va suceder nada con el poema, no va a contrarrestar nada, ni aminorar nada de lo que se le parezca. Pero uno intenta ser esperanzador, el tener esperanzas y lo trate de reflejar en este libro; no sé si en el intento de darme esperanzas soy apático, frío u desalentador para el lector, el cual sabrá si es una u otra cosa”.
Entre sus autores –cánones- poéticos, se encuentran los expuesto en los epígrafes que vienen en su libro, como lo de: Max Rojas, "el cual se distingue por ser un poeta enérgico como Cuesta, Es un poeta recio, muy duro, es un tren que va caminando, y va caminando y nadie lo detiene; él tiene voz suficiente para continuar diciendo las cosas”.
Así como sus poetas que define de cajón como: Gerardo Déniz, Alí Chumacero, sin hacer dejo de Efraín Huerta y el antes citado poeta.
Situándolo en una perspectiva generacional a este escritor guerrense, resaltó el editor que aún cuando hay una constancia geográfica en México de que los escritores del sur escribían más poesía, los escritores del norte escribían más narrativa y los escritores mixtos, los del centro, los de tierra adentro era un poco más variado. "Esa constante se ha ido desapareciendo, sin embargo, presentamos un libro de un poeta, es un libro en donde habla de una constante, una preocupación que ya no solo es local, ya ni siquiera es regional y la poesía históricamente siempre ha servidos para dar fe de los acontecimientos históricos, siempre antes de ser escrita era pasada por la tradición oral, es decir pasada de boca en boca".
Un libro que lo dejo verdaderamente más que conmovido, bastante preocupado, al describirlo como "una poesía a toda luces trabajada, con conocimiento de la poesía, con muchos vasos comunicantes, sobre todo en la tercera parte con Efraín Huerta, con los hombres del alba, pero lo que me interesa a mí aquí es el tema que es la violencia que esta pasando, es la violencia reinante, es la violencia que mediante la poesía podríamos dar fe".
En entrevista con el promotor cultural y director del Encuentro Nacional de Escritores, quien además cursó la maestría en Ciencias de la Educación y realizó estudios en la Escuela de Escritores de la SOGEM.
Quien también ha publicado en las revistas La Cuiria, El Universo del Búho, Hoja Alternativa, Atrás de la Raya, Revolución y Arte Vivo. Ha colaborado en los periódicos La Jornada Guerrero
¿Qué peso tiene la palabra tiene actualmente y más en la poesía?.
“Pues, finalmente es la herramienta primordial del poeta y la más importante. Yo creo que finalmente el tema es secundario, lo importante aquí es el recurso del lenguaje, como utilices el lenguaje , como juegues con las palabras de manera que vayas hilvanando y construyendo historias poéticas que florezcan y rescaten el lenguaje en estos tiempos son necesarios y es fundamental mantenerlo”.
Referías que tu libro-Serial-- no solamente es abordar de forma directa con la violencia, sino más bien planteas el amor, como un aditivo mismo a la violencia.
“ Serial viene de seriado, cosas que van aconteciendo y en este caso se refiere mucho a la nostalgia y al amor en una época en que la extrema violencia, de suma violencia, una violencia en la cual yo y creo que un poquito oliendo a los demásque no estábamos acostumbrados y en la hora que uno escribe sobre la nostalgia de una u otra manera la violencia se entromete. Uno está escribiendo sobre el amor y la violencia se entromete aunque uno no quiera escribir sobre la violencia que está produciendo particularmente el narcotráfico. Pero uno sigue amando aunque las cosas están mal, están crudas y están duras pero uno sigue amando, uno sigue llorando, uno sigue entristeciéndose y uno sigue siendo alegre y entonces continúa en esa dinámica”.
“No hay una intención directa de cuestionar. Yo lo que hago es jugar en la primera parte con el lector; lo invito a ser parte de las líneas, de los versos y de esta manera el lector se involucre y que sea el que finalmente se haga las preguntas y se haga los cuestionamientos que él considere; Simplemente uno escribe y uno no está pensando en que si va a generar una posibilidad en el lector”.
Considero el poeta aunque no tenga mucha influencia de Jorge Cuesta si hay esa similitud por el tratamiento de concebir la ciudad, como es el dolor, la crudeza y la forma directa de poderlo decir”.
En mi caso es porque yo no podría decirlo de otra manera, aunque uno va intenta crear estampas poéticas de la violencia, de modo en que no caigas en el panfleto y no suenes trillado y no suenes a artículo periodístico y que sea esencialmente poesía, procuras mucho la poesía ante todo, aunque ético, pero sin embargo, habla el yo que ha visto, que ha oído, que ha vivido esta tragedia y es él que siente que no tiene voz y saca su silencio que tiene guardado y, lo saca de ese modo muy directo”.
Como lo dice puntualmente este verso del poema “Al filo de la navaja”.
No tengo voz para defenderme
El poema se desarma
Con cualquier retén falso
“Finalmente el poema no va a ser nada o no va a servir para nada en esta época de violencia, no va a solucionar nada, no va suceder nada con el poema, no va a contrarrestar nada, ni aminorar nada de lo que se le parezca. Pero uno intenta ser esperanzador, el tener esperanzas y lo trate de reflejar en este libro; no sé si en el intento de darme esperanzas soy apático, frío u desalentador para el lector, el cual sabrá si es una u otra cosa”.
Entre sus autores –cánones- poéticos, se encuentran los expuesto en los epígrafes que vienen en su libro, como lo de: Max Rojas, "el cual se distingue por ser un poeta enérgico como Cuesta, Es un poeta recio, muy duro, es un tren que va caminando, y va caminando y nadie lo detiene; él tiene voz suficiente para continuar diciendo las cosas”.
Así como sus poetas que define de cajón como: Gerardo Déniz, Alí Chumacero, sin hacer dejo de Efraín Huerta y el antes citado poeta.
Antonio Salinas tiene en su haber su obra que ha divulgada en diversas publicaciones periódicas, y en antologías como El vértigo de los aires (AEM, 2009), 40 barcos de guerra (Independiente, 2009), Cuentos y poemas triunfadores del certamen María Luisa Ocampo (Instituto Guerrerense de Cultura, 2008) y El color de la blancura (H. Ayuntamiento de Acapulco, 2000). Es coautor del libro de cuentos Acapulco en su tinta (H. Ayuntamiento de Acapulco, 2004) y autor del libro de poesía Azul como su nombre (La Trucha Güevona, 2006). En 2004 obtuvo una mención en el Primer Concurso de Cuento Corto Acapulco en su Tinta, y en 2008 el Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo. Ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guerrero en 2006 y 2008.
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