Solo basto dar un vistazo bajo la carpa para saber de que se trataría esta puesta en escena de esta novel compañía potosina “Vértika” bajo la dirección de la Mtra. Diana Batres Hermosillo.
Bajo el leit motif de un idílico amor entre artistas de un circo, quienes deciden pelear por su amor ante cualquier adversidad.
En una primera lectura, como espectador disfrutaríamos de ipso facto a partir de la infalible presencia del arte circense y en conjunción de danza contemporánea, aunado a hacerlo más enriquecedor al ser complementado este hecho escénico con lo multidisciplinario.
Una tercera llamada y se abre el telón, para quedar expuesto en escena, la parrilla de luces a la altura que se maneja para trabajar en ella, sin más, aparece un arlequín que se mueve torpemente entre el enrejado, con una gracia a forziori realiza una serie de rutinas muy trilladas y perderse entre las luces.
Para hacer su aparición un payaso que sufre de entrada la indiferencia de la protagonista, una artista de los aires, para desarrollar una serie de secuencias de movimientos que detentan sutilmente su sentir ante el hecho mismo del desprecio que ha sufrido.
Para pasar por estos interludios, serie de suertes circenses que van desde la gimnasta con su magia, encanto, agilidad, presencia y colorido a través de la fluídez creativa emanada de los lazos, la peripecia de las mancuernas, malabaristas con fuego, acróbatas hasta los insulsos payasos , que por el peso mismo de este sucinto mundo circense hacen que sea delegada a un segundo plano esta historia de amor.
Damos cuenta de un posible clímax cuando aparece en escena, su contraparte de esta historia de amor, quien a través de ciertas expresiones más teatrales que dancísticas se suscite la mediata escena de este insubstancial amor: Encuentro/desencuentro detentado por el infalible acto amoroso a través de ciertas cadencias de movimiento y peripecias un poco truncadas en su desarrollo sobre las telas, siempre bajo los arrestos de su propia gravedad.
Queda en evidencia una discontinuidad, falta de fluídez narrativa a pesar de estar detentado en escenas, así como la frágil estructura tanto dramática como de una dramaturgia de movimiento, auando a un pobre lenguaje dancístico, tal lo es que resaltar por si misma la actuación de personajes secundarios como: la gimnasta artistica y el corpo de chicas-bailarinas- que realizaron un sencillo pero bien lograda secuencia de movimientos, con actitud, logradas imágenes, a pesar que en momentos pareciera con cierto disimulo el protagonismo de su creadora.
Una pieza escénica que estaba destinada por si misma a ser refrescante e ingeniosa debido a la gran variedad y posibilidades de tratamientos de la misma, por su inherente alegoría y colorido, pero desafortunadamente como denominador común se enfatiza en los estándares que le llevan, sin embargo, a otros lugares también comunes.
Y por lo tanto, en la espera de que asuma esta premisa sustancial, como es la de arriesgar. Aún así, es de destacar la utilización de espacios, como es la pared de este foro, así como insertar la danza aérea a pesar de su incisivo enfásis.
Sabiendo de esta novel compañía y la inquietud de esta joven bailarina egresada de la Licenciatura en Danza Contemporánea por la Escuela Estatal de Danza de San Luis Potosí, hay que reconocer su iniciativa a pesar de ser autodidactica y de lograr detonar en este primer acercamiento formal a este hecho dancístico, la convocatoria de reunir varias disciplinas.
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