Por: Martín   Javier Pérez Paíz 
Tenemos aquí una buena noticia para el   medio blusero de nuestro país: el nacimiento de un festival de blues que   viene a sumarse a los ya numerosos que han surgido en los últimos años,   no sólo en el Distrito Federal sino en varias ciudades a lo largo y   ancho de nuestro territorio. 
Me refiero al primer Tlaxcalablues   que tuvo lugar en una ciudad donde en cierta medida se aprecia el blues   pero no existían espacios ni prácticamente grupos dedicados a este   género, como lo es Tlaxcala. El festival está de alguna manera ligado   estrechamente al de Puebla, pues el impulsor de este nuevo certamen   blusero, es un entusiasta promotor cultural desde la trinchera en que se   encuentre, Raúl Contreras, cuando fue director de Radio Universidad de   Tlaxcala, entrevistó a la Serpiente Elástica y la llevó a tocar a la   Plaza Xicoténcatl en el marco del aniversario de la radiodifusora.   Posteriormente, al frente de su página cultural y crítica “Canal Centro   Sur”, dio amplia cobertura a los dos primeros festivales poblanos.
Ahora, siendo director del Centro Cultural Universitario de la   Universidad Autónoma de Tlaxcala, volvió a la carga con nuevos bríos y   se aventó la gran puntada no sólo de organizar el festival blusero   Tlaxcalteca, sino de traer ni más ni menos que a Real de Catorce,   gestionando fondos por parte del CONACULTA.
Otros aspectos que unieron a ambos   festivales fueron por un lado que cuando Raúl le hizo a la Serpiente la   invitación para tocar en el Tlaxcalablues, nos percatamos que la fecha   del mismo era un día antes del que nosotros estábamos organizando en   Puebla, así que propusimos hacer un cartel común y promocionar en   conjunto ambos eventos; por otro, resultó que con el afán de darle más   realce al tercer festival camotero, se propuso organizar una exposición   fotográfica basada en el trabajo de nuestro buen amigo, Arturo Olvera,   investigador y autor de un libro importante sobre los festivales de   blues en México, a quien desde aquí externo mi agradecimiento por su   apoyo. 
La propuesta fue aceptada y fui nombrado   responsable de llevarla a cabo. Resulta que a Raúl le interesó la   propuesta y solicitó que también en Tlaxcala se armara la exposición.   Finalmente pudo montarse e inaugurarse con bombo y platillo un día antes   del festival, dividiendo el trabajo de Arturo en dos partes para poder   montarse también en Puebla.
Es necesario mencionar que Raúl Contreras   tuvo que sortear críticas y presiones al interior de la Universidad por   los gastos que se estaban generando para la realización del evento, a   tal grado que estuvo a punto de cancelarse. Afortunadamente, esto no   sucedió gracias a la tenacidad con que defendió su proyecto. 
Y llegamos al viernes 25 de octubre, fecha   en que se realizó el primer Tlaxcalablues con el siguiente cartel:   abriendo el festival una banda Tlaxcalteca, la Lysergic Blues Band,   enseguida Híkuri de la Ciudad de Puebla, la también poblana Serpiente   Elástica y como plato fuerte, Real de Catorce de la Ciudad de México.
El recinto cultural universitario de   Tlaxcala, grande, moderno, funcional, dio cabida a un promedio de 1,500   personas atraídas por la gran labor de difusión realizada por Raúl y su   equipo, a través de carteles, lonas, radio e internet, a tal grado que   los boletos que se expidieron de manera gratuita se agotaron días antes.
Dio inicio la Lysergic Blues Band,   agradable sorpresa la aparición de estos jóvenes tlaxcaltecas en el   prácticamente inexistente escenario blusero de esta ciudad. Basados en   sus inicios en el jazz, estos talentosos chavos enarbolan una propuesta   original con canciones en español, lo cual es digno de mencionarse; sin   embargo, quizá les falte recorrer el camino previo de la interpretación   de clásicos de blues para que su estilo letrístico y musical, aún   ingenuo, se impregne más del género, ya que su trabajo, aunque   interesante, se escucha menos a blues que a jazz y fusiones con otras   corrientes. Aún mucho camino que recorrer hacia un blues genuino, pero   buen inicio.
Lysergic Blues Band - Foto: Facebook de la banda
Siguió el turno de Híkuri, banda   poblana que oscila entre el rock y el blues, formada por los hermanos   Adolfo y Ludwig Ortiz, los cuales cuentan en su haber con tres discos   grabados, el último de reciente aparición, con su participación en las   dos primeras emisiones del Festival de Blues en Puebla y su desempeño   como teloneros de José Cruz y su banda en las últimas presentaciones en   la Angelópolis.
Híkuri - Foto: Facebook de la banda
Aquí nos encontramos a una banda hecha y   derecha, una banda cohesionada y con experiencia, dueña ya de un estilo   propio que la caracteriza, conformado por las excelentes ejecuciones en   la guitarra y en el bajo y las composiciones originales en español de   los dos carnales fundadores, con influencias notables del rock sesentero   y de Real de Catorce. Sus letras en su mayoría son críticas a la   realidad política y social de nuestro país. 
El personal tlaxcalteca, que   ya conoce el trabajo hikuriano por visitas previas a esta ciudad, los   acogió con calidez. Va una observación para estos buenos amigos, siendo   una banda que por momentos se acerca más al rock urbano, podrían ajustar   su repertorio cuando participan en festivales de blues, pues interpretan   rolas que poco tienen que ver con el género.
A continuación le tocó subir al escenario   a la Serpiente Elástica, banda también poblana. Como me es   difícil ser juez y parte cuando se trata de hablar de la Serpiente, le   pedí a un camarada que asistió al festival, Francisco Ramírez Macías,   artista plástico, restaurador y melómano por excelencia que escribiera   su opinión: 
“Hablar de la agrupación de música   blues La Serpiente Elástica es hablar de una banda que se ha consolidado   como uno de los mejores grupos de este género, principalmente en la zona   centro de la república mexicana no sólo porque cuentan con tres   producciones discográficas y una en puerta, y se han presentado en   varios de los mejores festivales de blues, sino porque su estructura   musical es completa, sonora y propositiva. Sus conciertos han sido en   ciudades importantes, entre ellas Aguascalientes, Puebla, Distrito   Federal, Pachuca y en este mes en la Ciudad de Tlaxcala. En esta última   presentación demostraron por qué son una banda de respeto y admiración;   porque hacen y crean música, aclaramos, música de calidad, tanto en su   propuesta, en sus interpretaciones como en su dominio del escenario. Se   dice fácil pero es complicado debido a diversos factores, principalmente   por la situación económica y su repercusión en la permanencia de una   banda que se ha dedicado a mantener vivo uno de los géneros más   importantes de la historia de la música, el blues, género universal que   nos ha dejado un legado importante e incalculable. Cuando escuchamos a   La Serpiente Elástica tocar, nos asombramos de cómo una banda tiene la   gracia y la capacidad de revivir sonidos que se crearon en un tiempo de   represión a grupos marginados que fueron sometidos y privados de su   libertad, sus matices y sus letras nos recuerdan, con gran maestría,   esos momentos a la orilla del rio Mississippi, la angustia o el coraje   en un campo de algodón o simplemente, la soledad que puede existir en un   bar. 
Aunado a estos sonidos, sus temas están   llenos de sensualidad y alegría, y es cuando podemos apreciar a cuatro   músicos ejecutando y disfrutando el mejor blues hecho en Puebla. Cuando   las cosas se hacen con humildad y honestidad, el resultado será el   mismo: un público complacido, deleitado y sobre todo satisfecho por un   buen trabajo, y este trabajo es el que ha venido realizando La Serpiente   Elástica a través de 10 años.”
Serpiente Elástica: Fotos: http://centroculturaluatx.blogspot.mx/2013/11/1er-festival-
tlaxcala-blues-2013.html
Y por fin llegó el momento que esperaban   la mayoría de los asistentes al Centro Cultural Universitario, la   presentación del legendario José Cruz y su nuevo Real de Catorce.   Haciendo un gran esfuerzo, José entró caminado al escenario, siendo   recibido con una gran ovación.
Real de Catorce - Foto: Facebook de Javier Páiz
El repertorio que interpretó en esta noche   estuvo basado principalmente en las grandes rolas que hicieron famosa a   la banda desde los años ochenta, como “La medicina”, “Al rojo   de la tarde”, “Agua con sal”, la consabida “Azul“, “Me   miraba a los ojos”… una sensación ambigua al escuchar al gran poeta   y armonicista que con sus rolas, el sonido de su armónica y su poesía se   convirtió en una figura de culto; sí, es él, disminuido por su   enfermedad, luchando con valentía para seguir en el escenario a pesar de   su condición delicada, a pesar de todo, es él; ahí están sus canciones,   esas que hicieron historia en muchas vidas, incluida la mía.
Pero al mismo tiempo, no suena igual,   falta el oficio, la intensidad y la presencia de la antigua banda que   creció junto a él y tan bien sustentaba el trabajo musical y letrístico   de José. Ahora son muchos los jóvenes integrantes que lo acompañan (dos   guitarras, bajo, teclado, batería) pero falta cohesión, compromiso,   sentimiento. En lo personal quisiera haber visto menos lucimiento y   mayor convicción, menos poses de rockstar y más humildad y acercamiento   al blues. 
No les falta técnica, ni méritos, por ejemplo a los dos   guitarristas, pero no se siente que sean parte íntima del proyecto de   José. Lo destacable es el crecimiento sostenido de Mary José. A mi   parecer cada vez canta mejor y de alguna manera se percibe la   continuidad del legado del padre. Lo que sí es un hecho es que los   seguidores del Real poeta no están dispuestos a dejarlo irse de su   corazón y poco importa para muchos que suene igual o no, y se muestran   fieles, incondicionales; el Maestro es el Maestro y se lo demuestran   gritando y cantando las rolas y lanzándose literalmente a los pies del   escenario y de José al terminar los últimos acordes del concierto.
José Cruz Camargo- Foto: Facebook de Javier Páiz
Así terminó este Primer Tlaxcalablues, sin   objeciones y sí con elogios en cuanto a la organización impecable   mostrada por parte del personal del Centro Cultural Universitario.   Buenas expectativas para repetir la experiencia el año que viene, si la   disminución de los presupuestos destinados a la Cultura así lo permiten.

 
 
 
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