Por: Sonia Ávila
A Juan Rulfo le fascinaba la historia y a menudo hurgaba en
los códices prehispánicos. Tenía un amplio conocimiento sobre la cosmovisión
indígena, y una especial obsesión por Venus, la estrella de la tarde, cuenta a
Excélsior Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo, que publica
Pedro Páramo: 60 años, un convivio de 18 voces que diseccionan este clásico de
la literatura mexicana.
Entre los ángulos que explora el libro se encuentran los
vínculos estrechos de Pedro Páramo con la poesía y la historia, su relación con
el teatro japonés noh y su distancia del realismo mágico, la vitalidad entre
sus ecos y silencios y la violencia de sus palabras.
Los textos fueron hechos exprofeso para esta obra que ya
alcanzó las 50 traducciones en 40 idiomas. “Me sorprendió que pueda haber
lecturas tan nuevas de la obra de Rulfo, cuando es un lugar común decir que se
han escrito bibliotecas enteras sobre una pieza tan breve”, apunta Víctor
Jiménez.
Uno de los temas recurrentes es el de la poesía, reconoce el
también arquitecto. “Sí, me llamó la atención que nadie sabía lo que
escribirían los demás autores, pero es cierto que existen varias coincidencias,
como el tema de la poesía pero desde distintos enfoques”.
Otro tema de gran interés es el separar a Pedro Páramo del
realismo mágico, pese a que existe un consenso sobre su inclusión. “No me
sorprendió tanto porque recientemente leí Mito y literatura, de Eduardo Subirats”,
donde habla de cinco grandes novelas del siglo XX.
Otro ángulo que llamó la atención de Jiménez es el análisis
de los monólogos entre Susana San Juan y Pedro Páramo, a cargo de Adrián
Rodríguez, en Amor y tiempo en Pedro Páramo. Los monólogos sobre Susana San
Juan y “el fin de los tiempos” en Comala”.
Pese a todo, Jiménez asegura que uno de los temas menos
abordados hasta el momento es el del amor en Pedro Páramo. “Mira, el tema del
amor de Pedro Páramo por Susana se ha vuelto un cliché muy fácil, que la
mayoría de personas resume en una frase: Susana fue la única mujer que Pedro
quiso y no pudo ser suya. Sin embargo, esa relación fue más compleja que eso y
no se puede reducir a que ella estaba loca, a que él la quiso y ella jamás se
dio cuenta.
Uno de los ápices menos explorados en la obra de Rulfo es el
de la historia, reconoce Víctor Jiménez, pese a que ésta forma parte importante
de su visión y de su universo literario, por lo que no conocer la historia
puede dejar vacío siempre ese sector, detalla.
Así lo demuestra la entrevista de los periodistas españoles
Ignacio Ezquerra y Ramón Artiach, publicada en el periódico español Diario 16,
donde el propio Rulfo reconoce su relación con la historia:
“Mi verdadera vocación es la historia. Lo de literatura vino
como tenía que venir, como una cosa aparte: tantas lecturas que tuve de chico
terminaron influyéndome. Así que un buen día me dio por hacer algo por mí
mismo; pero, para mí, escribir ha sido por siempre un entretenimiento. Yo no
soy más que un aficionado”, expresaba Rulfo.
“Así que para mí era importante destacar que hace falta leer
a Rulfo desde la perspectiva de la historia”, añade.
En otra entrevista hecha por Máximo Simpson, Rulfo revela
otro detalle que ha quedado un tanto olvidado, y es el hecho de que Pedro
Páramo no es un cacique, sino un encomendero, es decir, un megacacique que ha
sido poco asociado a esta novela.
“Esto quiere decir que Rulfo no estaba escribiendo ni
hablando de 1910 y la época de la Revolución Mexicana, sino que se ubica en
torno al siglo XVI y que la figura que desarrolla de forma literaria tiene una
dimensión mayor a la de un pequeño cacique local”, explica.
El encomendero era tan poderoso que el rey de España
prohibió esta figura, porque le disputaría el poder. Fue una figura que sirvió
en la etapa más salvaje de la Conquista, porque fue un medieval de horca y
cuchillo que podía someter la región y podía hacer lo que quisiera desde el
punto de vista militar hasta el económico.
¿Por qué Rulfo se interesaba tanto por los códices
prehispánicos?, se le pregunta. “No lo sé, pero lo cierto es que la biblioteca
de Rulfo es muy rica en historia, y aunque él decía que le faltaba mucho… puedo
decirte que el 50 por ciento de sus libros son de historia”.
¿Es posible consultar su biblioteca? “No, porque está
resguardada en casa de su esposa. Pero puedo decirte que él buscaba en
librerías de segunda mano para encontrar ciertas ediciones. Así que es un
espacio único”, señala el arquitecto.
Lo cierto es que a Rulfo le interesaba conocer lo más
posible la cosmogonía del México antiguo. Era algo que él estudiaba, al igual
que la toponimia náhuatl y de otras lenguas; la historia antigua de México le
fascinaba, recuerda.
Por último, Víctor Jiménez asegura que la obra literaria de
Juan Rulfo no tiene equivalente entre las escritas en México, esto debido a la
recepción que ha experimentado dentro y fuera de nuestras fronteras. “Y Pedro
Páramo es sin duda la obra individual que mejor representa a las letras
mexicanas en el mundo”, asegura.
De ahí que estos textos ofrecen 18 lecturas originales sobre
esta obra “con la certeza de que la vitalidad de la novela de Rulfo permite una
renovación permanente de las reflexiones, que es posible dedicar a una pieza
que, como ésta, nació para perdurar”, señala el promotor cultural.
“Si revisamos cuántos diálogos hay en Pedro Páramo, nos
sorprenderemos al confirmar el alto número de planteamientos, conflictos,
crisis y desenlaces que ocurren mediante el simple intercambio verbal entre dos
o más personajes.” (Alberto Vital).
Los artículos
Entre los 18 textos que integran el libro que festeja las
seis décadas de vida de la novela, destacan los siguientes:
- Pedro
Páramo: breves nostalgias, Dylan Brennan.
- El realismo mágico y Pedro Páramo: una
asociación paradójica, José Carlos G. Boixo.
- Una estrella para la muerte y la vida, Víctor Jiménez.
- Pedro
Páramo y la vaporización del yo, Julio Moguel.
- Comunicación con el otro mundo: Pedro Páramo y el teatro japonés noh,
Fukumi Nihira.
- Juan Rulfo
o la poética de la intuición, José Pascual Buxó.
- De cómo la
oralidad atañe a la novela de Juan Rulfo, Françoise Perus.
- Amor y
tiempo en Pedro Páramo, Adrián Gerardo Rodríguez.
- Mundo y
tierra en Pedro Páramo. La violencia verbal en la destrucción de Comala,
Alberto Vital.
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