Por: Carlos Paul
Con el propósito de rescatar y revalorar la obra del primer pianista y compositor mexicano, reconocido a escala internacional, Ricardo Castro (1864-1907); se ha realizado una grabación de tres de sus “composiciones maestras”, a cargo de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la batuta del maestro José Miramontes Zapata.
Dicha producción discográfica, es la segunda entrega del proyecto Antología de Música Mexicana para Piano y Sinfonía, que contempla la edición de unos 30 volúmenes.
La grabación integra el Concierto para Piano y Orquesta Op. 22, Concierto para Violonchelo y Orquesta y el poema sinfónico Oithona, con las interpretaciones de Rodolfo Ritter al piano y Vladimir Sagaydo, en el violonchelo.
Como parte del ciclo Guías de escucha, la noche del martes dicho disco compacto, editado por el sello sueco Sterling, fue comentado por los mismos músicos Miramontes Zapata y Ritter, así como por Theo Hernández.
Durante la sesión de escucha, se reconoció la genialidad, el virtuosismo plástico y el talento del compositor duranguense, así como la importancia de conocer la obra de Castro, cuya relevancia en su época, llegó a que Porfirio Díaz decretara tres días de luto nacional, cuando falleció.
Con ejemplos tocados al piano, Miramontes Zapata y Ritter, destacaron el conocimiento y el manejo que Castro tenía sobre una diversidad de armonías, escalas, tonos y contrapesos melódicos, toda vez que sus primeros estudios en México, comentaron, los realizó por decirlo de alguna manera, “en un paupérrimo conservatorio, musicalmente hablando, pues no abundaban los especialistas en armonía”.
En las partituras, armonías e ideas de Ricardo Castro, se pueden apreciar “elementos germinales”, como precursores de lo que posteriormente sería el modernismo y el nacionalismo mexicano, explicaron.
“Fue el primer compositor mexicano que asimilo las formas musicales europeas y que las aplicó, no todavía con un lenguaje nacionalista, pero sí con un lenguaje muy singular y propio. Fue un hombre muy inteligente, talentoso e ilustrado. Como compositor se le escucha un lenguaje universal. Por ejemplo, en el poema sinfónica Oithona, se escucha al Castro nato y original, que compone una partitura sobre una leyenda medieval celta, en una época en México, en la que quién se iba a interesar en ello”, comentó el maestro Miramontes Zapata.
A él, concluyó, “debemos tributarle el ser el primer compositor mexicano y latinoamericano, reconocido a nivel internacional y de talla universal”. Por ello, por su capacidad compositiva, es que ahora se le rescata y revalora.
El primer volumen de la Antología de Música Mexicana para Piano y Sinfonía, integró obra de Manuel M. Ponce, el segundo de Ricardo Castro y próximamente se pondrá en circulación, un tercero, con obra de Julián Carrillo, adelantó el director de orquesta.
El volumen Ricardo Castro (1864-1907), es parte también del acervo de la Fonoteca Nacional y puede igual ser escuchado en su audioteca de lunes a viernes, de las 9 a las 18 horas (Francisco Sosa 383, Barrio Santa Catarina, Coyoacán).
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