Por: Roberto A. Valenciano Capín
Bajo la premisa de " Todo el mundo puede actuar. Todo el mundo puede improvisar” del dramaturgo norteamericano, Viola Spola, es como se realizó el primer Tuna Fest, bajo la iniciativa de TV Azteca San Luis Potosí.
Un evento que se circunscribió a ofrecer a los potosinos en esta su
primera emisión, la presentación de
cuatro bandas regias que han logrado sobresalir en la escena del rock
nacional y cinco bandas potosinas, siendo el punto de encuentro musical, el Estadio 20 de Noviembre en esta capital
potosina.
Hay que destacar esta apertura en cuanto al reconocimiento de lo que proponen estas bandas locales en su misma diversidad musical, al dejarse escuchar a Dellags Duffers, Cabaret Flaneur, Cráneos Rotos, Hikury Beach y Aria Infuriata, para dar paso a la presentación de Resorte, Genitallica, El Gran Silencio y cerrar Inspector.
Un evento que inicialmente empezaba a las 4 de la tarde, pero que empezó una hora después a pesar de las apremiantes dificultades técnicas como de logística para iniciar el mismo, desde esta falta de organización desde la cuestión técnica, al no dejársele a los ingenieros de audio tocar las consolas, supuestamente por los mismos ingenieros de las bandas regias bajo el resguardo del contrato, afortunadamente se solucionó, pero viéndose refleja en esta revocación en subir al escenario debido a las precarias condiciones técnicas de la banda Mamita Box, para dejar en las mismas condiciones a la banda de Dellags Duffers, pero que afortunadamente supieron afrontar e ir corrigiendo durante su presentación, quienes nunca se desanimaron y asumieron el reto de ofrecer un recortado set de canciones, enfocándose más a lo que es su segunda producción discográfica, eso sí, sin compartir esta energía y estas ganas de compartir su música con su gente
Para dejar el escenario, entre la caída de una de las mamparas del evento, la explosividad de este ska rock de los Hikury Beach, quienes lograron contra esta bonanza que se venía cargando, al ofrecer un show muy profesional, en donde quedo el poder mismo musical de inyectar a los aún pocos asistentes esta energía de bailar y contagiarse de esta energía de estos internacionales, quienes pasan por un gran momento como banda, al ser reciprocado con el aplauso y los gritos de apoyo a la banda.
Decae un poco esta inercia de esta energía, gracias a esta banda que va en esta introspección y en sus propios procesos creativos, propuesto por Cabaret Flaneur.
Pero es recuperada a creces, cuando sube esta banda con una fuerte resaca social y una posición más crítica en cuanto a sus letras y actitud, aunado a esta desgarbada rebeldía y el puro desmadre de los Cráneos Rotos para desmadrear todo lo controlado por los organizadores, al incidir en la voz de su vocalista que se brincaran la valla que divide esta sección general de la excelsa VIP, al lograr derribar las vallas, en un intento por estar más cerca del escenario, siendo contenidos de manera más que desesperada por los miembros de seguridad del evento que se vieron obligados a pedir refuerzos de parte de la policía estatal. Después de muchos intentos y de corear el que se quitaran las vallas, sin obtener caso de los organizadores, las cosas volvieron a su cauce, cada cual en su lugar, no sin la expulsión de al menos un par de jóvenes por parte de la seguridad del Tuna Fest.
De esta manera unirse al total debraye que remitió a este intenso pero divertido Mosh Pit, así como lograr prender a su gente, pero desafortunadamente fueron cortados su participación por los organizadores a pesar de la extensa petición de la gente que tocaran otra canción más.
Por ahí, se supo que recibieron una reprimenda por los organizadores por lo sucedido, más el hecho está y creo que tuvo grandes consecuencias a favor, al reactivarlo, así se simple y llanamente, en donde los organizadores les aclararon de una cierta pérdida económica y que por tanto iban a ser demandados. Hasta el momento solo quedo en este regaño.
Por ahí, se supo que recibieron una reprimenda por los organizadores por lo sucedido, más el hecho está y creo que tuvo grandes consecuencias a favor, al reactivarlo, así se simple y llanamente, en donde los organizadores les aclararon de una cierta pérdida económica y que por tanto iban a ser demandados. Hasta el momento solo quedo en este regaño.
Después de esta vorágine musical, gracias a los Cráneos, dejaron caliente el escenario para reloud, gracias a la contundencia, el equilibrio entre lo técnico y este mensaje en sus letras, por el power heavy metal de Aria Infuriata, lograron no solo hacer sacudir las cabezas y algunas greñas de algún metalero que se dio cita a este festival, sino de varios que no habían escuchado el hacer un buen metal, directo e indudablemente lo más representativo del metal hecho en estas tierras potosinas.
A pesar de las
consistentes fallas técnicas, sacaron la experiencia para así poder exponer sin
cortapisas una propuesta llena de esta vitalidad y reminiscencias de nuestros
antepasados, entre estas llamas de la Inquisición.
Un largo receso, para reorganizar en lo
debido para que las bandas regiomontanas expusieran sin contratiempos sus
propuestas musicales.
De esta legión regia,
sube al escenario, la banda de metal Resorte, para hacer vibrar, brincar y
revivir para algunos, unas de las partes icónicas de esta fusión del metal con
el rap, en donde se sintieron muy agradecidos al lograr unir bajo el unísono de
su emblemática Amérika.
El desenfado, el desmadre, el compartir su música es lo que propone Genitallica, que se unen a este riqueza de fusión de estilos del Gran Silencio, al hacer bailar y mover las caderas muy a su particular estilo, así como volver una pista este 20 de Noviembre.
A pesar de casi veinte minutos para la hora fijada para clausurar este festival, según lo demarcado por las autoridades correspondientes, subió al escenario Inspector para descremar la noche con su ska y estas fusiones entorno al mismo.
Quienes no solo
reafirmaron el volver a unir estos infranqueables lazos de amistad con esta
ciudad, sino cada canción que es tocada se vuelve en esta conexión perfecta
entre la banda y su gente, para de ahí platicar, convivir, vibrar, bailar o
solo cantar.
En su andar, esta banda que cumple sus veinte años de vida hace paradas especialmente emotivas cuando revive desde este
viejo estado de plenitud amatoria a este acto consumado pero con halito de reincidencia quizás de este no tan amargo adiós, sino más bien un hasta luego, al saber que volverán entre este sincero aplauso no solo de agradecimiento sino de fraternidad con sus inspectors.
De esta manera, esta primera emisión concluye a la una de la mañana, con un público satisfecho por lo demostrado en este escenario a través de las bandas participantes.
Esto es la parte musical, ahora la otredad, el lado B, en donde los severos errores que por fortuna no se vio reflejo en accidentes que lamentar, al verse rebasada en momentos la organización por un total descontrol entorno al acceso de una parte sustancial como es el escenario, entre aquellos que tenían esta pulsera de all acess y esta comunidad choppers y otros más que hicieron sus delicias tanto arriba como abajo del mismo, tanto lo fue así, de subir sin ninguna restricción al escenario a tomar fotos y ser protagonista pasivo en momentos, pero lo más grave de todo de tomar chelas. Me pregunto, en ¿dónde queda no solo el respeto sino la seguridad misma que conlleva tanto para los músicos, los técnicos y el mismo público, habiendo de por medio una valla de seguridad?.
Así como una falta de respeto a camerinos y áreas para las bandas tanto locales como nacionales, por cierto, a las bandas locales nunca tuvieron un lugar especifico para ellos, para resguardar su privacidad como sus instrumentos, así como en momentos ser rebasada esta área de prensa por estos con sus pulseras all acess, el reclamo justo de aquellos derechos que les otorga el haber comprado un boleto de VIP y no les fue respetado lo pautado al adquirir el mismo.
Al igual que una conductora de no se que medio de comunicación, que parece ser "que en su afán de entretener, abusó de los recursos más baratos y ramplones, llegando a recibir más de una rechifla y finalmente la exigencia de su salida del escenario en más de una ocasión" como comenta el buen Juan José Campos.
Ante todo esto, cuestiono como muchos de los que asistieron a esta primera edición del Tuna Fest, si fue una buena oportunidad de colocar este festival en la mira nacional, más no lo creo, espero converja en muchos, sino más bien solo permeo en un coto muy particular, a lo mejor eso si, que se haya vuelto una catapulta de un proyecto viable dentro de la misma empresa, una simple y llana justificación en cuanto a esta proyección dentro de estas cuestiones de la infalible anhelo de una cohesión social en esta entidad potosina, pero no más allende de. Sin embargo, puede ser, al contraponerse en un punto sustancial como lo es en cuanto a sus prioridades de inversión, todo es negociable, al parecer en esta ocasión parece ser que inicialmente no fue nada redituable y por tanto, mucho menos este impacto social que tanto anhelan esta televisora. Así que queda solamente queda como estos visos de una posible continuidad del mismo.
En cuanto a ser un espacio necesario para tejer redes de nuestro rock local como apunta Juan José Campos, puede ser, si se tiene en cuenta el respeto pleno de las bandas, así como sus organizadores en vista de esta experiencia, se logra tener un contacto más real con lo que se genera en la escena musical local y no hacerlas a ciegas como ocurrió en esta primera edición.
Un Tuna Fest que espero no se repita a lo ocurrido hace años con un festival similar que se hizo en estas misma instalaciones, éste sumamente pretencioso y falto de experiencia en donde desafortunadamente fue un derroche de energía, trabajo que no permeo en la comunidad potosina, a pesar de tener un buen cartel.
Un Tuna Fest en donde quedo marcado como un festival más que esperemos el tiempo no lo va diluyendo en su propia desmemoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario