Fotos: Cortesía de Juan José Campos/Lumen Flujo Cultural de San Luis Potosí
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Indudablemente "La danza no es una manera de hacer como si esto o él fueran aquello o aquel, sino una forma completa de ser aquí y ahora. Un canto glorioso y total a la Presencia" Gustavo Emilio Rosales.
A partir de esta reflexión, en esta ocasión se pudo disfrutar
nuevamente de esta conjunción de gratitud y apuesta conjunta de este joven colectivo Árbol de Neuronas y los
alumnos del segundo año del área de iniciación a la danza del Centro de las
Artes Centenario, al ofrecer su primer trabajo escénico "El Río",
creado a partir de dicho cuento del escritor franco/argentino Julio Cortázar.
Un espacio siempre habitado, en donde el tiempo y el espacio se entretejen gracias a dos lámparas que parecen que penden en el aire, así como un espejo y una sempiterno maleta y rubricado por una pared o este velado espejo.
Narrado en primera persona a partir de este autorretrato reflexivo que dialoga y a la vez reflexiona entorno a las querencias de su otredad, al ir decodificando sinrazones, voluntades, anhelos en cuanto a esta vulnerable dependencia.
"Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad", es el punto de partida de este ejercicio coreográfico.

Bajo esta infalible poética como conector entre esta reflexión/inflexión, al hacer incidir que esta posible ausencia se convierta en presencia a través de esta trastocada y desplegada corporalidad, conectada y abierta a este auto debate en cuanto a la territorialidad de la otredad en su protagonista, al volverse testigo de estas trasposiciones incriminadas y sin anhelo de re/vivir.
A pesar de la complejidad de este texto cortaziano, lo asumen con talante desde sus delimitantes tanto dancístico, esta posición de su perímetro corpóreo, aunado a una frágil dramaturgia, para dar como resultado una propuesta con cierta coherencia tanto en esta narrativa corporal a pesar de sus imprecisiones y su delimitación técnica, pero ante todo quedar subrogada por estas ganas de hacer danza, el arriesgar en cuanto a esta exploración de crear, así como ser solucionado desde su propia gramática de movimiento como teatral.
Desde la honestidad y humildad de sus cuerpos, su proyección y provocar, así como lograr involucrar al espectador en esta sutil de imágenes que quedan en esta otredad y lograr desgranar la memoria.
De esta manera incidir en este dialogar entre la parte formativa con el creativo, parte fundamental y fundacional de estos estudiantes en este arte escénico.
"Quien danza no hace danza: a sí mismo se transforma en la danza y penetra con esta conversión prodigiosa a quienes lo contemplan, azorados, conduciéndolos inevitablemente a vislumbrar, por fracciones de segundo, no más, el lado eterno de lo que nunca volveremos a ver salvo en la entrega erótica, en la muerte o en el instante anhelado en que la danza nos vuelva a poseer. (Gustavo Emilio Rosales).
Creadores escénicos: Paula Soto, Lesly Avendaño, Aránzazu Robledo y Luis Ángel Montes.
Creadores escénicos: Paula Soto, Lesly Avendaño, Aránzazu Robledo y Luis Ángel Montes.
Coreografía Colectiva. Dirección General: Missael Rivera, Asistentes de dirección: Antonio Benítez y Tristán Garrido.
Agradecimientos a la Guarida del Coyote. Alejandra Mendoza, Arturo Garrido y Montserrat Chávez.
Sino ha tenido la oportunidad de ser parte, se les hace una cordial invitación a disfrutar de las últimas funciones de esta obra coreográfica, este sábado 28 y Domingo 29 de Noviembre a las 19:00 horas en la Guarida del Coyote , dentro de su ciclo Noviembre en San Luis. Todo por cambiar el mundo.
Cooperación general $ 40 pesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario