Por: Manuel Díaz Mons
“Vine a Cuba en 1989 por la visita de Gorbachov a Fidel, entonces pensé que en Cuba ocurriría un gran cambio. Luego de más de 30 años todavía conservo la esperanza de que algún día eso ocurra”.
Estas fueron las palabras finales de Peter Turnley en la conferencia que impartiera sobre Fotorreportaje este martes en el Museo Nacional de Bellas Artes y como evento clausura de su exposición “Momentos de la condición humana”, que se presentara en la isla desde el mes de noviembre del año pasado hasta este mes de febrero.
Desde su primera visita, Turnley realizó varios viajes a la nación caribeña. “Cada vez que dejo a Cuba siempre me llevo una gran lección de vida, sobre todo de los cubanos”.
Las foto de Turnley expuestas en la sala estremecieron a las más de 13 000 personas que visitaron la exposición durante los meses en que estuvo abierta.
En el evento de clausura asistieron importantes personalidades del mundo fotográfico cubano y de los medios nacionales, así como directivos de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.
“El arte de hacer una foto es un arte revolucionario. La fotografía ofreció una voz a aquellas personas que no tenían voz, ni eran escuchados en todo el mundo. Me daba poder sin ser el jefe de alguna compañía”, añadió el fotógrafo.
El artista, que desde los 15 años empezó en el mundo de la fotografía, trabajó durante mucho tiempo en los países del antiguo bloque comunista y bajo constantes prohibiciones, sin embargo supo mostrar al mundo la verdad de lo que estaba ocurriendo en aquella zona que, bajo el lente oficialista, divulgaba una versión distorsionada de la realidad.
Testigo directo de la decadencia del Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, fotografió con mucho interés la caída del muro de Berlín catalogado por él mismo como uno de los eventos más importantes de su vida.
En el encuentro intervinieron varias personas, entre ellas un joven estudiante de Cultura Física quien pregunto a Peter por su inclinación política, en la respuesta del artista, aunque no fue absoluta, si dejó bien claro que creía en un mundo donde las personas tuviesen derechos elementales.
Ante la pregunta de un exfotógrafo y corresponsal de una revista francesa, sobre el fotoperiodismo en la actualidad, Peter respondió que en la era digital resulta necesario conocer la tecnología ante todo, y aunque no niega que le costó mucho trabajo aprender a usar una computadora, enfrentar los nuevos retos de este mundo, era una gran prioridad para todos.
“Los fotógrafos cubanos ahora pueden hacer grandes trabajos, la apertura de la internet es importante en Cuba y deben aprovechar estas cosas”, comentó.
Este artista ve en su fotografía la posibilidad de mostrar lo común entre todos los seres humanos, personas de diferente, raza, pensamiento, región o creencia pero con sentimientos iguales.
“Somos una gran familia mundial y nuestro peor enemigo es la ignorancia”, afirmó.
El fotógrafo donó al museo una colección de 10 piezas suyas, dentro de las cuales se ubican imágenes la isla caribeña.
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