lunes, 4 de julio de 2016

El cantante Paco de Maria, un joven de "alma vieja" , con todo y Big Band





Convicción y talento, las herramientas de Paco de María. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo


Por: Monica  Maristain


Su guía es el gran Tony Bennett y en diálogo con SinEmbargo admite añorar la música de otros tiempos. Tiene una gran convicción y produce todos sus discos. Ahora regresa por décima vez al Lunario del Auditorio Nacional, mientras prepara su gran concierto en el Teatro de la Ciudad.



Paco de María nació en México pero se crió en los Estados Unidos. Su padre le transmitió la pasión por los crooners y la canción en inglés que tan alto llevaron intérpretes como Frank Sinatra y Tony Bennett.




Precisamente, el legendario intérprete de Queens es su guía a seguir, mientras conduce con gran convicción una carrera artística distinta, donde su máxima obsesión es hacer las cosas a su modo, transitar un camino largo y lento, porque la prisa –se sabe- es enemiga del proceso creativo.




Ahora regresa al Lunario del Auditorio Nacional dentro del marco de la primera edición del Big Band Fest, en un concierto que se llevará a cabo el 10 de agosto, donde seguramente volverá a encantar a un público integrado por varias generaciones y ante el que estrenará en vivo su nuevo sencillo “Cuando yo quería ser grande”.



Acompañado por su orquesta, Paco de María atrapará con fuerza seductora a su público a través de los éxitos más ovacionados del repertorio de Frank Sinatra, Tony Bennett y otros íconos inmortales, además de las grandiosas canciones de su discografía solicitadas insistentemente por sus fans, temas de los mejores autores mexicanos e iberoamericanos, a ritmo de Big Band y con orquestaciones realizadas por renombrados arreglistas como Eduardo Magallanes.



“Cuando yo quería ser grande” se grabó con una orquesta con más de 40 músicos en Miami, Florida y constituye un avance de su cuarto álbum de estudio.



En entrevista con SinEmbargo, Paco habla del desafío que representa el escenario y de su búsqueda pausada pero firme de cimentar una sólida carrera en la música.



–¿Te viste en la disyuntiva de determinar alguna vez quién es mejor, si Frank Sinatra o Tony Bennett?

–Es muy difícil. Está complicado. Es cierto que Sinatra tuvo más popularidad, pero Tony Bennett es muy bueno vocalmente y sigue vigente. Crecí con la música de ellos, por mi padre. Me gustan los cantantes contemporáneos, pero Sinatra y Bennett seguirán siempre en el pedestal

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En agosto ofrecerá un concierto en el Lunario del Auditorio Nacional y en septiembre hará lo propio en el Teatro de la Ciudad. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo



–Tu repertorio es infalible

–Es un repertorio melancólico que descubrí en mi infancia gracias a mi familia. También escuché desde muy joven a los grandes baladistas españoles y esas dos tendencias corresponden a la diferencia exacta de años que hay entre mi padre y mi madre. Mi papá le lleva 15 años de edad a mi mamá y de él viene la música de Pedro Infante, los boleros, las canciones de Sinatra y Bennett. La música de Roberto Carlos, del “Puma” Rodríguez y de Julio Iglesias vienen de mi mamá.



–¿Cómo se lleva adelante toda una orquesta en el escenario?

–Mis primeros conciertos fueron en 2008 y me ponían muy nervioso, incluso me enfermaban. Con el tiempo me fui sintiendo más cómodo y hoy me siento muy bien y seguro sobre el escenario. No se trata sólo de cantar, sino de dejar de pensar, de hacer orgánica la técnica del canto y ser tú. Con los músicos es igual, ya saben tocar y muy bien, lo que hace falta es conectar con el público, dejarse llevar. Mi música es de la vieja escuela y mi forma de pensar también es como antes. Crecer poco a poco es uno de mis propósitos, cometer errores, incluso, porque eso es lo que te convierte en el cantante que quieres ser.



–Un buen modelo en México es Emmanuel, ¿verdad?

–Sí, es una gran figura, pero el gran modelo para mí es José José, sobre todo en su primera etapa. Cada quien tuvo lo suyo, pero mi guía a seguir es Tony Bennett, por su voz, por su sentido de experimentación y porque es una persona que todavía canta, todavía se renueva, hizo un disco muy bueno con Lady Gaga, por ejemplo.



–En la carrera de un cantante primero está la técnica y luego eso difícil de definir que algunos llaman duende…



–La técnica es algo que debes aprender y luego dejarla a un lado, porque lo más importante es proyectar, interpretar y en ese sentido es muy valioso algo que llamo la vida en la calle, todos tus momentos buenos y malos que te hacen especial. No vale ser sólo un cantante de academia, hay que sentir y hacer sentir.



–¿Te interesó en algún momento el canto clásico?

–Siempre quise ser un crooner. La gente decía que estaba loco por querer dedicarme a un género que no estaba de moda. Pero no creo en las modas, que son pasajeras. Uno tiene que hacer carrera en base a lo que guste. Hay que hacer las cosas bien para lograr algo en la vida y en el arte. Me encanta la ópera pero en mis clases de canto, pero no sé si lo haría profesionalmente. Me gusta Puccini, quién sabe…



–¿Cómo es tu historia con el canto?

–Nací en Sonora, pero viví casi toda mi vida en California, Estados Unidos. Mi abuelo, Paco de Migueles, fue maestro de canto en los ’70 y dio clases a José José, Yuri, Emmanuel, Fernando de la Mora, Lupita D’Alessio y mi padre era un aficionado a la música también. Comencé haciendo boleros y fusionándolos con la gran orquesta, ese es un poco mi concepto. Soy un alma vieja, podría decirse…



–Hay una forma virtuosa de cantar el bolero…

–Los compositores de bolero tenían tanto talento que hicieron canciones que se pueden hacer de mil maneras. Canto bolero por eso mismo y por las letras. Las composiciones hoy no son tan profundas como aquellas que expresan el gran oficio de bolerista.



Un cantante que quiere hacer historia en la música mexicana. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo


–¿Te preocupa la afinación de manera especial?

–Es muy importante y es algo que vas consiguiendo poco a poco. He aprendido mucho de mis músicos, quienes abren mis oídos en cada concierto, en cada ensayo.


–Son boleros muy clásicos los que cantas en tu nuevo disco doble

–Es un repertorio amplio. Desde 2010 hago la producción de mis discos y selecciono los temas. En los inicios de mi carrera aprendí mucho del maestro Eduardo Magallanes, sobre todo en la parte orquestal, pero los temas que canto vienen de mi casa, de mis memorias, de mis vivencias. Hay un tema como “Granada”, que hizo famoso Mario Lanza, por ejemplo, pero que traje a mi terreno del swing y del jazz. Me arriesgo, lo sé, pero siempre respetando las canciones.


–¿Grabas en toma directa?

–No, hacemos ediciones. Graban alrededor de 40 músicos, como se hacía antes. Tardo mucho en hacer los discos por eso, porque toda la producción y el financiamiento corren por mi cuenta. Es más complicado, pero soy muy necio. Me ofrecieron muchas cosas, pero confío al ciento por ciento en lo que hago y quiero ser fiel a eso. El público se sorprende, porque esperan a veces algo aburrido o antiguo, pero me esfuerzo mucho en ofrecer un sonido contemporáneo, fresco. Ahora estoy con Universal Music, pero toda la parte artística es mi responsabilidad. No sería fácil imponerme algo, la verdad. Quiero que la gente escuché mi música tanto aquí como en China y no estoy peleado con lo comercial, haré todo lo que haga falta en la industria del entretenimiento si eso implica no renunciar a hacer la música en la que creo.


Por Mónica Maristain

Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.


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