Andrzej Wajda, en 2013. KACPER PEMPEL (REUTERS) / VÍDEO: QUALITY
Por: Gregorio Belinchon
Walesa, historia de un héroe"Si nos reconciliamos con Alemania, nos podemos reconciliar con Rusia""He rodado cincuenta películas, ya no le tengo miedo a nada".
Cuando la noche del domingo falleció en Varsovia, por una insuficiencia respiratoria, el cineastaAndrzej Wajda a los 90 años, Polonia no solo perdió a uno de sus cineastas más importantes, sino a un artista comprometido con la libertad política, que incluso llegó a ser senador al caer el régimen comunista, y que nunca dejó de señalar sus errores a sus compatriotas. Recorrer la vida de Wajda, ganador del Oscar de honor en 2000, cuatro veces candidato a la estatuilla de Hollywood -la última con Katyn (2007)-, Palma de Oro en Cannes en 1981 con El hombre de hierro y poseedor de todo tipo de reconocimientos cinematográficos, es asistir desde primera fila a la transformación de Polonia en un estado comunista, primero, y posteriormente a su conversión en una democracia parlamentaria. Wajda nunca supo de jubilaciones. Cuando se estrenó en España su penúltima película –la última que ha podido verse en salas- Walesa. La esperanza de un pueblo, aseguró a este diario entre risas:“Seguiré filmando. ¿A que me dedicaría yo jubilado? Lo único que sé hacer es cine, que en mi caso es a la vez trabajo y descanso”.
Y siempre en la pantalla Polonia. Por dos razones: “Para contar historias que la censura aprobara y no descubriera lo que realmente queríamos contar”, en los años del régimen comunista. Y porque Wajda nunca entendió el cine, su cine, fuera de su patria: “Siempre tuve claros mis límites. Nunca conté otra historia que no fuera la de Polonia. Me siento muy arraigado a mi tierra. He visitado muchas veces Estados Unidos, jamás me planteé trabajar allí”. Su misma biografía está enmarañada con la historia de Polonia. Si ilustró la brutal masacre de Katyn en su soberbio filme homónimo no fue solo por la bestialidad y la ignominia de la matanza, sino porque su padre, oficial de caballería, fue uno de los 20.000 ejecutados por los soviéticos en aquela primavera de 1940. Él mismo combatió, adolescente, contra los nazis. Acabada la guerra, estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia antes de entrar en la Escuela Nacional de Cine en Łódź.
Andrzej Wajda y Lech Walesa, a inicios de los ochenta.
En 1955, a los 29 años, ya dirigió su primer largometraje, Una generación, y durante la época comunista realizó un cine alegórico (“Intentaba imitar a Buñuel”, aseguraba), e ilustrativo de acontecimientos históricos convirtiéndose en la cabeza visible de la llamada Escuela de Cine polaca. Entre sus coetáneos, Jerzy Skolimowski y Roman Polanski, que actuó para Wajda en Niewinni czarodzieje (1960) y en Zemsta(2002). Siempre tuvo clara su pasión por la política, y dedicó a la lucha obrera la trilogía El hombre de mármol (1976), El hombre de hierro (1981, año en que Wajda entró en el sindicato Solidaridad, que lideró casi de reboteLech Walesa, que se interpreta a sí mismo en la película) y Walesa. La esperanza de un pueblo (2013). Wajda se convirtió en senador en 1989 al ir en las listas de Solidaridad.“Como cineasta fue muy positivo ver aquello con mis propios ojos. En aquel momento Walesa fue nuestro apoyo. Y si yo salí elegido senador posteriormente fue porque se hizo fotos conmigo [risas]”. En los últimos tiempos se había alejado del mítico político: “Populismos como Walesa tienen poca cabida hoy en día, pero más miedo me da en la actualidad la extrema derecha. Polonia forma parte de Europa. Cuando nos gobernaba Moscú, nosotros mirábamos a Europa Occidental. Y seguimos igual. Esa extrema derecha asusta en todo el continente”.
De sus más de cuarenta películas destacan, además de las mencionadas, Cenizas y diamantes (1956), La tierra de la gran promesa (1975), Las señoritas de Wilko (1979) o Danton (1983). Ha dejado acabado pero sin estrenar comercialmente el biopic Powidoki,sobre el artista de vanguardia Wladyslaw Strzeminski, y que es la película elegida por Polonia este año para la carrera de los Oscar.
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