miércoles, 12 de julio de 2017

Museo Ex Teresa Arte Actual : ven secuestro institucional



Por: Juan Carlos  Talavera

Tras las irregularidades cometidas por parte del personal sindicalizado del Museo Ex Teresa Arte Actual, consentidas por las autoridades del INBA, que dirige Lidia Camacho Camacho, y que desembocaron en la renuncia del director Iván Edeza, curadores y artistas como Cuauhtémoc Medina, Francisco Reyes Palma y Víctor Muñoz, lamentaron que el espacio fuera secuestrado durante casi dos meses, además de que el proyecto de renovación del museo se hubiera truncado, que las autoridades del INBA no hayan informado lo sucedido a la comunidad intelectual y que pudieran dejar el espacio en manos de la corrupción.

Reyes Palma aseguró que este conflicto sólo mostró “la debilidad de las estructuras culturales para enfrentar este tipo de presiones por parte de secciones sindicales corruptas, que ejercen una especie de fuero por su cuenta, sin ninguna autoridad que realmente les ponga freno”.

Lamentó que la respuesta del INBA fuera tan decepcionante porque no sólo terminó con un proyecto innovador y de gran esfuerzo, sino que es peor que la censura y va con la complicidad de las autoridades”.

Reconoció que tanto Edeza como su equipo más cercano y algunos trabajadores de base que lo apoyaban, “enfrentaron una especie de hostilidad y de agresión siniestra por parte de este sector de trabajadores, las cuales al parecer llegaron hasta el punto de las agresiones físicas, en algún momento”.

Y aseguró que este hecho le afecta directamente al ser uno de los integrantes del consejo del Museo Ex Teresa Arte Actual, que cumplirá 25 años en 2018, donde ahora se ve cómo se degrada la institución y cómo se desmorona un proyecto consistente. “Me parece que lo que provoca este tipo de actitudes es una especie de miedo atávico donde la gente que administra las instancias culturales no sabe cómo manejarse en este tipo de cuestiones”.

¿Considera que el INBA no respondió de la mejor manera?, se le cuestionó a Reyes Palma. “Sostener una situación de este tipo es entregar totalmente, en manos de la corrupción, una instancia cultural y eso sí creo que es un hecho gravísimo para el horizonte cultural de este país, y más porque estamos rodeados de una situación de violencia y criminalidad sin límites”.

Y añadió: “No puede ser que se contamine a las instancias culturales. Además, me parece de una perversidad total el mantener una actitud como de neutralidad -por parte del INBA-, para hacer como que no me entero y darle paso para no tener problema. Iván informó la situación a las autoridades del INBA, pero es claro que siempre se busca que estas cuestiones no trasciendan, que se mantenga la calma y, en ese sentido, negociar la integridad del espacio y del proyecto cultural. Esto me parece muy grave y como consejo nos inquieta muchísimo”.

¿Qué hará el consejo asesor del recinto? “Solicitamos la documentación correspondiente a través de una minuta. Sin embargo, no haremos antesala (en el INBA), porque si al director no le dieron apoyo, mucho menos se van a preocupar por gentes que son de otras instituciones, aunque yo sí soy de la misma institución. Realmente estamos preocupados porque esto fue un secuestro institucional muy grave, con repercusiones terribles en el panorama actual de violencia en el país”.

EN LO OSCURITO

Por su parte, el investigador y curador en jefe del Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM, Cuauhtémoc Medina, dijo que “la sustancia de la administración cultural no debería estar en aplacar los problemas de los intereses (sindicales), sino en la defensa del campo artístico”, y aseguró que la falta de autonomía que sufren los operadores de las instituciones artísticas federales se hizo muy evidente en este caso.

Y aunque aseguró que él está favor de la existencia de sindicatos, es cierto que la forma en que se construyó el estado mexicano -particularmente el estado priista-, implica el establecimiento de dirigencias sindicales que a cambio de la fidelidad al aparato gubernamental mantienen privilegios.

“Lo que sucede en realidad es lo que llamamos corporativismo, es decir, una distorsión de la vida sindical que, en lugar de defender los intereses de los agremiados, pasa a servir a los dirigentes que están al servicio de la estructura política en general. Ése es el origen del poder del que estás hablando”.

Indicó que la función de un sindicato libre es obtener y defender conquistas laborales, “pero lo que vemos es la combinación de sindicatos que garantizan la falta de poder de negociación de los agremiados y, en cambio, negocian y administran privilegios específicos que también ayudan a distorsionar la vida sindical”.

Finalmente, el curador Víctor Muñoz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expresó que la situación vivida en el Ex Teresa “me parece muy grave porque creo que las instituciones culturales en México tienen una vocación y una misión: atender los diversos paradigmas en las prácticas artísticas.

Sin embargo, ante lo expuesto en este caso, el INBA deben tomar cartas en el asunto, con seriedad. “Debemos tener una respuesta clara y argumentada de la situación, por parte de los responsables del INBA; no puede ser que sucedan las cosas en los oscurito y que la comunidad cultural de este país esté ajena. Eso no puede tolerarse. Parece que existe una complicidad política con el sindicato, cuando deberían decirse las cosas. Así que estaremos atentos a lo que se pronuncie porque no puede quedarse todo en la neblina”.

RESPUESTA TIBIA

Excélsior buscó entrevista con Lidia Camacho para que explicara por qué la institución respaldó y acordó con los trabajadores sindicalizados que hicieron denuncias apócrifas, bajo qué argumentos aceptó la renuncia del director, qué resultados se han obtenido de la investigación (iniciada en mayo) por parte de Jesús Vázquez Rodríguez; por qué no se consideró la postura del de la sección sindical del Sinitinbal, que respaldaba al director; y que nos hable sobre qué otros espacios del INBA viven una situación semejante.

Sin embargo, la funcionaria optó por emitir un comunicado, donde afirma que “el INBA bajo ninguna circunstancia solapa actos ilegales”, que el director Iván Edeza y su administrador, Julián Rodrigo Monroy, no fueron suspendidos de sus funciones, y que ambos tuvieron conocimiento del contenido de la minuta del 18 de mayo, en la que se acordó una revisión de las labores del administrador.

También nos dice que el INBA “procedió inmediatamente a dar seguimiento a las denuncias levantadas por el director en torno a la manipulación y desaparición de documentos oficiales, y los gastos no comprobados desde hace 13 años, sobre los cuales se iniciaron las investigaciones correspondientes, revisando la documentación administrativa del centro de trabajo, pero aún se encuentran en proceso de investigación”; y rechazó que la institución acepte el desmontaje de los procedimientos de transparencia realizados pro Edeza.


Fuente: Excélsior

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