Por: Roberto A. Valenciano Capín.
Abrió su sobrio telón, el Coloso de Villerías para hospedar por 12 días la XXVIII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López, de esta forma ser expuestas al público gustoso tepsicoriano de estas interesantes propuestas dancísticas. Teniendo el honor de abrir esta fiesta danzaria, el coreógrafo israelí Itzik Galili
Con un estilo muy distintivo de este coreógrafo autodidacta nacido en Tel Aviv, quien va construyendo a través del lenguaje coreográfico una particular estética sin hace dejo a un lado de la cuestión de denuncia, como son la guerra, la discriminación, la enfermedad, la muerte y de esta forma hacerlos participes bajo su particular sutileza en el espectador a través de lo extraordinaria virtud de lo visual, al lograr con elementos mínimos unas metáforas espectaculares, impactantes y con una profunda carga emocional con la excelsa calidad de movimiento de sus bailarines.
Un programa que comprendió imágenes poderosas y que reflejan el devenir humano en “Until With/ Out enough”, “ Drumming” de For Heaven´s Sake´s, “Chamaleon” y terminar con un bello dueto titulado“Fragile” al quedar pendiente una coreografía-“ Six” al sufrir uno de los dos bailarines-Arnaud Marcquet- con el llamado “Jet Lag-descompensación horaria y otro una lesión en las costillas -Natalia Rodina-, pero aun así fueron arropados por el cálido aplauso del respetable que se dio cita a esta gran fiesta de otoño dancístico.
Un trabajo coreográfico que sin más se factura en una sola emisión, al conjuntar el amor, la flagelación, el autoritarismo, la revelación del ser femenino, sin olvidar el sentido poético acompañado del humor, al tener como referente dos elementos utilizados sustanciales en sus trabajos; perspectiva y percepción.
De esta forma, una oleada de plasticidad en movimiento, vitalidad, fortaleza y plena metamorfosis emocional, hacen que este muestra de sus trabajo coreográfico de Galili que “radica en su capacidad para lograr un equilibrio entre la abstracción y la narración con delicadeza, creando coreografías que causan un fuerte impacto en el público. Es uno de los pocos coreógrafos que trabajan en los países bajos que pueden estructurar un frágil equilibrio entre el humor, agresión, lirismo, sexo y elegancia” según reseña el crítico de danza Michael A. Kroes de Ballenttanz International. Por lo tanto, se ha sido disfrutado, estimulado y desentrañado en el espectador una nueva forma de percibir a la danza a través de esta compañía holandesa de Galili Dance.
Abrió su sobrio telón, el Coloso de Villerías para hospedar por 12 días la XXVIII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López, de esta forma ser expuestas al público gustoso tepsicoriano de estas interesantes propuestas dancísticas. Teniendo el honor de abrir esta fiesta danzaria, el coreógrafo israelí Itzik Galili
Con un estilo muy distintivo de este coreógrafo autodidacta nacido en Tel Aviv, quien va construyendo a través del lenguaje coreográfico una particular estética sin hace dejo a un lado de la cuestión de denuncia, como son la guerra, la discriminación, la enfermedad, la muerte y de esta forma hacerlos participes bajo su particular sutileza en el espectador a través de lo extraordinaria virtud de lo visual, al lograr con elementos mínimos unas metáforas espectaculares, impactantes y con una profunda carga emocional con la excelsa calidad de movimiento de sus bailarines.
Un programa que comprendió imágenes poderosas y que reflejan el devenir humano en “Until With/ Out enough”, “ Drumming” de For Heaven´s Sake´s, “Chamaleon” y terminar con un bello dueto titulado“Fragile” al quedar pendiente una coreografía-“ Six” al sufrir uno de los dos bailarines-Arnaud Marcquet- con el llamado “Jet Lag-descompensación horaria y otro una lesión en las costillas -Natalia Rodina-, pero aun así fueron arropados por el cálido aplauso del respetable que se dio cita a esta gran fiesta de otoño dancístico.
Un trabajo coreográfico que sin más se factura en una sola emisión, al conjuntar el amor, la flagelación, el autoritarismo, la revelación del ser femenino, sin olvidar el sentido poético acompañado del humor, al tener como referente dos elementos utilizados sustanciales en sus trabajos; perspectiva y percepción.
De esta forma, una oleada de plasticidad en movimiento, vitalidad, fortaleza y plena metamorfosis emocional, hacen que este muestra de sus trabajo coreográfico de Galili que “radica en su capacidad para lograr un equilibrio entre la abstracción y la narración con delicadeza, creando coreografías que causan un fuerte impacto en el público. Es uno de los pocos coreógrafos que trabajan en los países bajos que pueden estructurar un frágil equilibrio entre el humor, agresión, lirismo, sexo y elegancia” según reseña el crítico de danza Michael A. Kroes de Ballenttanz International. Por lo tanto, se ha sido disfrutado, estimulado y desentrañado en el espectador una nueva forma de percibir a la danza a través de esta compañía holandesa de Galili Dance.
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