Por: Roberto A. Valenciano Capín
Llegó la alegría y la plasticidad bajo el trazo dancístico de una de las más representativas compañías dentro del folclor, al refrescar y renovar este rico arcoiris del folclor nacional, como es el Ballet Folclórico de Colima bajo la dirección del Mtro. Rafael Zamarripa Castañeda.
Nuevamente han tocado puerto favorablemente en estas tierras del Tunal Grande, al compartirnos su travesía por casi 30 años de diseminar esta forma de ver y concebir la riqueza, variedad y profundidad en la interpretación de las expresiones artísticas de México, al conjugar la danza, música y canto. Todo gracias al programa de intercambio artístico entre universidades.
Al presentar un programa de aniversario, este espléndido cuerpo de bailarines desgranaron uno a uno los pormenores de las coreografías firmadas por Zamarripa quien a su vez dota de ese plus al cobijarlos con música en vivo a sus obras.
Bajo la fuerza de la percusión musical lograda por tres músicos ilustra esta lucha tribal en una de sus obras clásicas, se decantó la obra -Juegos de magia y muerte- y de esta manera dar inicio a esta nueva invitación a ser parte de esta travesía de esta maravillosa embarcación bajo la guía del Mtro. Zamarripa.
Para hacer antesala en esta área de la exploración y rigurosa investigación, llega el cuadro dancístico- . Un trabajo que nos remite al júbilo por el onomástico o cumpleaños, donde se fusionan la belleza de la voz con la danza y de esta manera ser también testigo del rico acervo con el cuadro titulado y basado sobre " las mañanitas mexicanas".
Un cuadro que bajo la sobriedad y belleza de sus vestidos, aunado con el retumbar de la tambora, hizo sembrar momentánemente este espacio del Teatro del Centro Cultural Universitario-Bicentenario- con los transhumante bailarines, que sin más hicieron tronar el Jarabe de Nochistlán.
Como alguien dijera por ahí, sino se presenta otros de los "clásicos" de Zamarripa no se disfrutó plenamente del Ballet Folclórico que dirige el también pintora, nos referimos al corrido de Rosita Alvírez.
Una pieza sustancial, en donde la dramaturgia se combina perfectamente con esa relatoría bajo ese tono trágico a través del corrido de esta mujer que sufrió los embates del machismo que le provocó su muerte.
Donde al crisol de una depurada puesta en escena de esta tragedia, en donde convergen esa pluma exacta de los claroobscuros o las magentas de las imágenes hecha movimiento de esta estupenda interpretación de este corrido, que provocó un cálido aplauso y bravos.
Asimismo el público de San Luis Potosí, disfrutó del jolgorio, taconeo interminable y exquisito de los jarochos del puerto de Veracruz, con el número Veracruz, donde los músicos y bailarines se mezclaron y se confundieron en una gran fiesta; Zacatecanos, el Ballet Folklórico de la Universidad de Colima presentó una coreografía que le ha otorgado prestigio nacional e internacional, donde se representó a las habaneras cubanas y los fuertes y vigorosos zapateados propios de esa región; además de los número Jalisco,
Un público emocionado con este programa dancístico, pues ratificó de pie, con vítores y aplausos llenos de calor humano, su arte.
La gran cortina roja de este recinto cultural universitario cayó y no solo separó la euforia del espectador y los cuerpos sudados y aún agitados de los bailarines por su entrega, sino dejar un grato sabor en el espectador que a estas alturas, ya está completamente absorto con toda esta travesía coreografícas del jalisciense, Rafael Zamarripa Castañeda, que no negó la cruz de su parroquia, al regalar al público potosino dos fragmentos del cuadros de Jalisco como agradecimiento por su recibimiento después de casi dos años de ausencia en este puerto potosino.
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