A manera de conmemoración por los cien años del natalicio del escritor mexicano Francisco Tario, la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta edita Aquí abajo, novela realista de atmósfera nebulosa y pesadillesca, marcada por guiños oníricos y trallazos de una realidad terrible sólo vislumbrada en estados de exaltación.
Historia nocturna, opresiva, extraña, Aquí abajo, al igual que el nombre de su autor, hibernó durante varias décadas en lo oculto, pues Francisco Tario murió siendo un escritor prácticamente desconocido. Al apartarse de las corrientes que imperaron en su generación, quedó ignorado por la mayoría, reconocido por unos cuantos y acaso considerado una rareza por otros más.
Editada dentro de la colección Similares, de la DGP, esta novela es tal vez la obra más difícil de encontrar de Tario, pues sólo se hizo una primera edición, en 1943, a cargo de la antigua librería Robredo. Los personajes de la misma, viven inmersos en una rutina aparentemente inocua, y representan un papel dentro de un esquema social cerrado, hasta que su desconcierto interno rasga la delgada piel de su apariencia.
Cansados de ser actores de un melodrama, Antonino y Elvira deciden perseguir una libertad a la que finalmente acaban resistiéndose aterrados. La búsqueda los lleva a toparse cara a cara con la perversidad, con la “sombra” que Jung describe como la mitad siniestra del alma.
El principio de su derrumbe psicológico tiene lugar en las gradas aparentemente inofensivas de un espectáculo circense. Elvira, apresada en su rol de madre de familia típica, observa a un payaso que interpreta gracejadas ante el público, y cuya aparición nos avisa que hay otra posibilidad, para ella y para todos. Si Elvira decidiera no escudarse más en el grotesco maquillaje social, se entregaría a un desenfreno cuyas consecuencias serían el ridículo, la repulsión, el horror.
“Del mismo modo que un niño percibe criaturas espantosas en las sombras nocturnas de su habitación solitaria, o los alcohólicos luchan contra insectos gigantescos generados por su adicción, los protagonistas de esta novela presencian las manifestaciones de un mundo parido por su propia indigencia espiritual y su dolorosa soledad”, refiere el escritor Ricardo Bernal, en el prólogo del libro.
“La atmósfera de aquel México de la década de los cuarenta, que hoy se nos antoja casi bucólica, es envenenada por la desesperación de Antonino, por la innombrada presencia de la muerte y por la ausencia de Dios. La locura que acecha a los personajes es el preámbulo de su destrucción.
“En esta narración no hay sitio para la piedad; el autor la escribe con su sangre. Es una historia atemporal y alejada por completo de cualquier ánimo sensiblero. También en ello Tario supo ser un escritor visionario y escapar de la tendencia melodramática que logró a traer a otros autores con su canto de sirena vieja y maquillada.
“Aquí abajo atrae al lector con sus bromas macabras y le obliga a reír culpablemente de una historia que puede volverse la suya propia, sentirse en la pista de un circo vacío donde los aplausos son espectros y la soledad presencia húmeda e impecable, afirma Bernal.
Francisco Tario (México, 1911-España, 1977) fue un escritor excéntrico y de intereses diversos, que lo mismo evitaba goles como portero de futbol en el Club Asturias que observaba el universo en avatar de astrónomo o tocaba al piano, en casa y por largas horas, obras de Chopin.
Considerado autor de literatura fantástica, sus textos parten de la realidad para dispararse a un sitio donde el absurdo hace las veces de lógica y la imaginación suple las carencias que el hombre padece en su existencia cotidiana.
Entre sus obras publicadas se encuentran: La noche (1943), La puerta en el muro y Equinoccio (1946), Acapulco en el sueño y Breve diario de un amor perdido (1951), Tapioca Inn: mansión para fantasmas (1952) y Una violeta de más (1968).
Francisco Tario murió siendo un extraño para las mayorías lectoras y una figura de culto para quienes se obligaban a conseguir las ediciones, siempre precarias, de sus libros.
Aquí abajo será presentada el jueves 8 de diciembre a las 19:00 horas, en el Auditorio de la Escuela Mexicana de Escritores (Francisco Sosa 165, colonia Del Carmen Coyoacán), con la participación de Ricardo Bernal, Eduardo Parra Ramírez y Arturo Sandoval Portillo.
Historia nocturna, opresiva, extraña, Aquí abajo, al igual que el nombre de su autor, hibernó durante varias décadas en lo oculto, pues Francisco Tario murió siendo un escritor prácticamente desconocido. Al apartarse de las corrientes que imperaron en su generación, quedó ignorado por la mayoría, reconocido por unos cuantos y acaso considerado una rareza por otros más.
Editada dentro de la colección Similares, de la DGP, esta novela es tal vez la obra más difícil de encontrar de Tario, pues sólo se hizo una primera edición, en 1943, a cargo de la antigua librería Robredo. Los personajes de la misma, viven inmersos en una rutina aparentemente inocua, y representan un papel dentro de un esquema social cerrado, hasta que su desconcierto interno rasga la delgada piel de su apariencia.
Cansados de ser actores de un melodrama, Antonino y Elvira deciden perseguir una libertad a la que finalmente acaban resistiéndose aterrados. La búsqueda los lleva a toparse cara a cara con la perversidad, con la “sombra” que Jung describe como la mitad siniestra del alma.
El principio de su derrumbe psicológico tiene lugar en las gradas aparentemente inofensivas de un espectáculo circense. Elvira, apresada en su rol de madre de familia típica, observa a un payaso que interpreta gracejadas ante el público, y cuya aparición nos avisa que hay otra posibilidad, para ella y para todos. Si Elvira decidiera no escudarse más en el grotesco maquillaje social, se entregaría a un desenfreno cuyas consecuencias serían el ridículo, la repulsión, el horror.
“Del mismo modo que un niño percibe criaturas espantosas en las sombras nocturnas de su habitación solitaria, o los alcohólicos luchan contra insectos gigantescos generados por su adicción, los protagonistas de esta novela presencian las manifestaciones de un mundo parido por su propia indigencia espiritual y su dolorosa soledad”, refiere el escritor Ricardo Bernal, en el prólogo del libro.
“La atmósfera de aquel México de la década de los cuarenta, que hoy se nos antoja casi bucólica, es envenenada por la desesperación de Antonino, por la innombrada presencia de la muerte y por la ausencia de Dios. La locura que acecha a los personajes es el preámbulo de su destrucción.
“En esta narración no hay sitio para la piedad; el autor la escribe con su sangre. Es una historia atemporal y alejada por completo de cualquier ánimo sensiblero. También en ello Tario supo ser un escritor visionario y escapar de la tendencia melodramática que logró a traer a otros autores con su canto de sirena vieja y maquillada.
“Aquí abajo atrae al lector con sus bromas macabras y le obliga a reír culpablemente de una historia que puede volverse la suya propia, sentirse en la pista de un circo vacío donde los aplausos son espectros y la soledad presencia húmeda e impecable, afirma Bernal.
Francisco Tario (México, 1911-España, 1977) fue un escritor excéntrico y de intereses diversos, que lo mismo evitaba goles como portero de futbol en el Club Asturias que observaba el universo en avatar de astrónomo o tocaba al piano, en casa y por largas horas, obras de Chopin.
Considerado autor de literatura fantástica, sus textos parten de la realidad para dispararse a un sitio donde el absurdo hace las veces de lógica y la imaginación suple las carencias que el hombre padece en su existencia cotidiana.
Entre sus obras publicadas se encuentran: La noche (1943), La puerta en el muro y Equinoccio (1946), Acapulco en el sueño y Breve diario de un amor perdido (1951), Tapioca Inn: mansión para fantasmas (1952) y Una violeta de más (1968).
Francisco Tario murió siendo un extraño para las mayorías lectoras y una figura de culto para quienes se obligaban a conseguir las ediciones, siempre precarias, de sus libros.
Aquí abajo será presentada el jueves 8 de diciembre a las 19:00 horas, en el Auditorio de la Escuela Mexicana de Escritores (Francisco Sosa 165, colonia Del Carmen Coyoacán), con la participación de Ricardo Bernal, Eduardo Parra Ramírez y Arturo Sandoval Portillo.
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