Con un emotivo homenaje en donde no faltaron las marionetas, se llevó a cabo la entrega de la Medalla Bellas Artes a la dramaturga y titiritera mexicana Mireya Cueto, quien celebra noventa años de vida y 70 años dedicados al arte del títere, convirtiéndose así en una referencia obligada dentro del género no sólo en México sino también a nivel internacional.
"No voy a decir que no me merezco este homenaje. Lo que puedo agregar es que yo cumplí. Todo lo que hice me encantó, lo disfruté. Los niños son una maravilla, sus ocurrencias son maravillosas", expresó Cueto luego de recibir la medalla de manos de Alejandra Peña, subdirectora general de Patrimonio del INBA, en representación de la directora general del Instituto, Teresa Vicencio.
Por su parte, la funcionaria evocó las palabras de la maestra Cueto: "A temprana edad me di cuenta que podía darles vida con mis manos, prestarles mi voz y transmitir mis sentimientos, los cuales también estaban escondidos en mis entrañas. Los títeres me han acompañado en las altas y bajas de mi vida, incluso en mis enfermedades".
Agregó que la medalla Bellas Artes es un reconocimiento a su extensa obra, a su ejemplo de generosidad, entrega y profesionalismo. "Un justo galardón por ser impulsora de la lectura y en la formación de lectores así como representar a México en diversos países en materia de teatro guiñol".
La especialista en educación artística y amiga de Cueto, Raquel Barcena adelantó que en marzo próximo iniciará labores la Escuela Latinoamericana del Arte de los Títeres en la ciudad de Huamantla, Tlaxcala en donde se le rendirá un homenaje a Cueto, al nombrarla presidenta del Consejo Académico de la Escuela.
"La labor de Mireya destaca por su defensa incansable de los derechos de los niños, por ser respetados, a su inteligencia e integridad; las enseñanzas que he recibido de ella son su libertad, su valor para no conceder nada a nadie ni responder a ningún interés de ningún orden, su claridad para hacer de sus espectáculos una posibilidad para decir lo que piensa con la calidad y belleza que le caracterizan".
El director de escena José Solé destacó que estamos ante una artista titiritera total. "Ella ha experimentado todas las facetas de teatro de títeres, la marioneta, el guiñol, el de varillas, el de hilo, el de guaje y el de sombras y ha creado su propio estilo".
También recordó anécdotas de su gusto por los títeres desde la edad de ocho años y cómo conoció a la maestra Cueto en la década de los cuarenta por los pasillos del INBA.
El dramaturgo y filósofo Hugo Hiriart exaltó el carácter mexicano de Mireya Cueto que obedece a la historia de su vida y que se refleja a través del lenguaje de sus personajes, además de considerarla una sobreviviente de la época de mayor esplendor en México.
Argumentó que todo títere es prodigioso por tratarse de un objeto inanimado que tiene vida y atrae la atención, sin embargo agregó que existe un desdén hacia este arte.
"Los titiriteros formamos el lumpen proletarial del arte por dos razones: la primera es que el teatro de tìteres tiene un carácter distinto entre las artes plásticas y la literatura, y todo lo que se comparte así pierde visibilidad, la otra es porque el arte ha sido dirigido a los niños y no está en la naturaleza del títere".
Como parte del evento también se presentó el libro Época de Oro del Teatro Guiñol de Bellas Artes editado por el INBA y Editorial RM 2010 que incluye textos de Fernando de Ita y Hugo Hiriart.
La publicación ofrece un recorrido por la historia del teatro que ha cobrado vida en manos de artistas convencidos de la educación y la cultura como vías para mejorar la vida de las personas.
Hija de los artistas plásticos, Germán y Lola Cueto, Mireya Cueto es licenciada en Historia Moderna y Contemporánea por la UNAM y desde temprana edad mostró un interés por las marionetas a partir del trabajo que realizaba su madre.
Entre los diversos reconocimientos otorgados a Mireya Cueto se encuentra el Premio Rosete Aranda del Museo Nacional del Títere en Tlaxcala y la medalla "Mi vida en el teatro" por el Centro Mexicano ITI/UNESCO/UNIMA, además de ser becaria del FONCA y Conaculta en diversas ocasiones.
También es autora de obras de teatro de títeres y cuentos reunidos en los libros La boda de la ratita y más teatro, La cigarra, el chapulín y la hormiga y El cuento más antiguo.
Desde 2001, CONACULTA a través de la Coordinación de Desarrollo Cultural Infantil, Alas y Raíces a los Niños creó el Festival Nacional de Títeres "Mireya Cueto" como un homenaje a la maestra que de 1941 a 1962 ejerció el arte de los títeres en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
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