jueves, 2 de enero de 2014

A favor de una apariencia juvenil: Los perros que parecen cachorros tienen una ventaja evolutivas, afirma estudio


Se desconoce cómo fueron domesticados de lobos, sin embargo, una hipótesis sugiere que los lobos fueron sometidos a un proceso de autodomesticación, al tolerar la presencia humana y el aprovechamiento de las posibilidades de búsqueda de comida.
 
Por otra parte, se cree que los rasgos físicos y de comportamiento similares a los de un cachorro que se han observado en muchos perros evolucionaron más tarde como un subproducto de la selección contra la agresión.
 
De esta manera, un nuevo estudio realizado por Bridget Waller y sus colegas de la Universidad de Sideney, sugiere ahora que la humanidad ha estado remodelando constantemente las caras de perros debido a una preferencia por las expresiones juveniles o pedomórficas de estos animales.
 
En concreto, el estudio sugiere que al parece a las personas le gustan los perros que presentan una contracción muscular en particular: la elevación de la ceja interna que levanta la porción media de esta zona.
 
Este gesto aumenta el tamaño aparente de los ojos de un perro, en relación a la cara, lo que realza una característica asociada a los bebés humanos. Esto se comprueba claramente en el caso de los humanos recién nacidos, los cuales suelen ser vistos como más agradables mientras tengan los ojos más grandes.
 
Otra teoría es que esta misma contracción es interpretada por los seres humanos como un signo de tristeza, mismo que también puede ser traducido como un rasgo de vulnerabilidad. Asimismo, esta elevación también expone esclerótica blanca, que se asocia a una mirada vigilante, mientras que los humanos somos más propensos a cooperar o comportarnos de manera altruista cuando estamos siendo observados.
 
 
La elevación de las cejas es uno de los rasgos por los que las personas  se inclinan al momento de adoptar un perro. Foto: Universidad de sidney
La elevación de las cejas es uno de los rasgos por los que las personas se inclinan al momento de adoptar un perro. Foto: Universidad de Sidney
Por su parte, los investigadores utilizaron la velocidad de selección dentro de los albergues caninos como sustituto de la selección artificial,comprobando que las características pedomórficas dan los perros una ventaja selectiva en su entorno actual, publicó la revista científica de Public Library of Science (PLoS ONE).
 
Así, los expertos australianos notaron la rapidez con la que los perros fueron seleccionados por los dueños adoptivos y la relación entre esto y el movimiento de sus cejas.
 
De esta manera, los perros que presentan expresiones faciales que realzan su apariencia de cachorro fueron seleccionados preferentemente por los seres humanos.
 
Este hallazgo apoya la creciente evidencia de que la manipulación indirecta de las preferencias sensoriales humanas (en particular, una preferencia por las características faciales juveniles) ha sido una fuerza selectiva particularmente poderosa en el proceso de domesticación, incluso más que los indicadores genuinos de temperamento.
 
Por otra parte, vale la pena señalar que el movimiento de cola y la aproximación a los seres humanos no se asoció fuertemente a la velocidad de selección de los adoptantes.
 
Por lo tanto, la domesticación temprana de lobos puede haber ocurrido no sólo cuando las poblaciones de estos animales se volvieron más domésticas, sino también al explotar las inclinaciones humanas para las características pedomórficas. Estos resultados, por lo tanto, se suman para poder comprender la domesticación temprana del perro como un proceso coevolucionario complejo, agregan los autores del trabajo.

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