Para hablar del teatro de títeres y máscaras en el país resulta necesario mencionar al maestro Carlos Converso Prato -originario de Córdoba, Argentina, pero nacionalizado mexicano-, quien a lo largo de más de tres décadas se ha dedicado a la producción de montajes, a la investigación y a desempeñar una importante labor como docente, aspectos que lo sitúan como un referente en las artes escénicas.
De Carlos Converso se puede leer en su perfil en la Web que ha puesto en escena lo mismo adaptaciones de obras clásicas que de autores contemporáneos y creaciones propias, que se caracterizan por una fusión de diversos lenguajes y recursos escénicos. También, que es actor, dramaturgo y director de teatro, características que lo han hecho merecedor de premios y reconocimientos internacionales como creador de espectáculos dirigidos tanto a público infantil como de adultos.
¿Pero cuándo inicia esta carrera de entrega y dedicación a este arte?, se le pregunta al maestro en entrevista concedida a Diario
de Xalapa, a lo que contesta que se inicia en una escuela privada llamada Teatro Estudio de Córdoba (1969-70). También ingresa a una escuela de actores y empieza a participar con algunos grupos para hacer obras; posteriormente realiza una gira internacional a la ciudad de Caracas, Venezuela, y algunos otros puntos intermedios.
Este acercamiento se da en un periodo de efervescencia social -movimiento del 68 en México y de gobiernos militares en Argentina-, motivos por los que con la compañía que principia -y con la que estuvo varios años- hace un teatro con tintes críticos, sociales y de testimonio. Hacia el año 1973, a raíz de la gira por Venezuela, Carlos Converso conoce a Javier Villafañe y queda deslumbrado por su manera de contar cuentos con títeres, pero, más que nada, por su encanto personal y su carisma. Este encuentro es el que marca un parteaguas en la vida de Converso, pues se propone aprender de Villafañe la técnica de títere de guante. Con él conoce las primeras bases de los títeres, cómo hacerlos y de qué manera podían ser animados. En una época en la que una de sus preocupaciones era ganar dinero para sobrevivir, Carlos Converso rememora que junto con su amigo Carlos Martínez crea un espectáculo para ser presentado en escuelas para niños. Es a partir de esta propuesta que surgen intercambios con otras agrupaciones de distintos países y con Juan Acuña. LLEGADA A MÉXICO En 1974, Carlos Converso recuerda que llega a la ciudad de México para participar en un festival al que venía como actor con la obra de clown Búfalo vive en Credulilandia, que tuvo muy buena aceptación y que fue escenificada en distintas partes del país; también en San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Búfalo vive en Credulilandia consistía en hacer una crítica a los gobiernos militares, a la demagogia y a las fallidas democracias. Se trataba de un texto de creación colectiva. Tras este éxito, Carlos Converso se enfoca nuevamente en el área de los títeres. Con Carlos Martínez actúa en Guatemala y Costa Rica, en una época de mucha movilidad, en la que viajaba de un país a otro. Pese a esa movilidad y a tener una excelente relación de amistad y profesional con su colega, Carlos Converso decide establecerse en la ciudad de México a finales de 1976, por cuestiones sentimentales, mientras que Martínez regresa a Argentina. Esta estancia en la ciudad de México se prolonga por diez años, tiempo en el que hace producciones propias y eventualmente da cursos enfocados en la aplicación del títere en el trabajo pedagógico, en la educación, en el aula... Es en esta ciudad donde Carlos Converso funda y dirige el grupo teatral Triángulo, con compañeros mexicanos, y hace varias producciones tanto de títeres como de actores de teatro. Triángulo dura casi una década y logra una presencia importante en el ámbito de los teatros independientes; paralelamente, el destacado actor continúa su investigación y su formación como titiritero, básicamente autodidacta y con la práctica, pues en aquellos tiempos no existía ninguna opción para aprender a ser titiritero. XALAPA, UN PARAÍSO EN EL CUAL DECIDE VIVIR Poco después del terremoto del 85, Carlos Converso, ya casado y con dos hijos, decide con su esposa buscar otra ciudad en la cual vivir, para brindarle a sus pequeños un entorno más saludable, sin tanto estrés. La mejor opción en ese momento, gracias a una recomendación de amigos, es Xalapa. La Atenas Veracruzana se convierte así en el paraíso de Converso, al que llega a finales del 86, año que marca, además de un cambio en su vida personal, su entrada a la Universidad Veracruzana, para la que es contratado para hacer montajes, entre ellos, Un halo de esplendor, de Adriana Menassé; sin descuidar por ello sus trabajos independientes. De esa época, Converso considera que lo más destacable fue el haber conocido a José Camacho, con quien se asoció e hizo en el 92 Al son de un corazón, la que en la Muestra Nacional de Teatro obtuvo el reconocimiento como Mejor teatro de provincia. La dupla Carlos Converso-José Camacho se convierte en un gran acierto; juntos, no sólo hacen varias temporadas, sino que también obtienen becas y en el 95 presentan Voltereta ranchera y Barbacoa, historia de piratas, esta última publicada en una colección titulada Lo mejor del teatro infantil. Justo cuando más planes tenían, fallece Pepe Camacho, lo que da un nuevo giro a la vida de Converso, quien desde entonces hasta ahora trabaja con otros compañeros y con egresados de la Facultad de Teatro de la UV. Algunos de sus espectáculos más recientes son La pesquisa, Ubu Rey Reciclado, Capicúa, El oso que no lo era, Manipulaciones y Otras manipulaciones. DOCENCIA De Carlos Converso merece especial mención su prolífica labor como docente y tallerista. De esta faceta, platica que en 2001, cuando es incorporada la materia Títeres al plan de estudios de la carrera de actuación en la Facultad de Teatro, también ingresa como maestro -hasta la fecha imparte esta cátedra-. Expresa que su misión es brindar a los alumnos un panorama de lo que es el teatro de títeres, sus posibilidades y su manera de trabajo, no como una parte en competencia en la formación del actor, sino al contrario, como un complemento. Con gran satisfacción, dice que han salido varios jóvenes que han formado grupos y que están trabajando en Xalapa de manera profesional -Merequetengue, El Telón, La Talacha, Mariana Guerrero, Rubén Reyes, Títere Vivo-, y esto, agrega, le ha dado la posibilidad de sistematizar la experiencia, de ordenar el conocimiento de una manera que se pueda transmitir, con una serie de métodos, de principios básicos, de pautas. Este ordenamiento de saberes es publicado por Escenología bajo el título El entrenamiento del titiritero, del que se agota la primera edición -ya está la segunda-; en gran medida el éxito se debe a que hay varios libros acerca de historia del títere y su construcción, pero no del proceso del entrenamiento del titiritero, o de la parte de la animación de los muñecos. LOS TÍTERES, LENGUAJE IDÓNEO PARA COMUNICAR Después de tantas décadas dedicado a los títeres, Carlos Converso declara que para él éste es el lenguaje idóneo para poder expresarse. Pese a que acepta que ser actor es algo que le encanta y que le apasiona, es en los títeres donde halla la forma apropiada que embona con su forma de ser, pues es un lenguaje que tiende a la síntesis, a la condensación de la información y a representarla a través de imágenes impactantes, que se vuelven símbolos y metáforas. Puntualiza que el lenguaje de los títeres tiene enormes posibilidades y que es uno de los lenguajes por excelencia de la imaginación, donde sería posible contar toda la historia del universo en una mesa, con pocas cosas y en un periodo de tiempo muy corto: "Tiene esa magia poderosa que impacta con la imagen y que convoca la atención tanto de niños como de adultos, porque se ven reflejados ahí, en esa caricatura que se llama títere". El director de teatro confiesa que de alguna manera, después de tantos años, tiene una especie de malformación o segunda naturaleza, en la que ve a los humanos como títeres. En cuanto a sus técnicas predilectas, los bocones y el títere de guante son los que más llaman su atención, aunque también tienen importante papel en sus espectáculos los títeres de mesa y algunas variantes (varillas); algo que no le ha atraído tanto es la marioneta, porque, expone, está más alejada del actor, y al contar él con esa formación de actor, le gustan más los títeres que están más pegados a él mismo, más cercanos. EVOLUCIÓN DEL ESPECTÁCULO DE TÍTERES Carlos Converso es uno de los pioneros en México del teatro con títeres, por ello se le pregunta cuál es la evolución que ha tenido y responde que se ha ido incrementando y volviendo más complejo, porque ha ido incluyendo nuevos elementos y lenguajes. Expresa que en la actualidad es muy difícil ver un espectáculo exclusivamente de títeres y que, por lo general, se ven fusiones de diferentes lenguajes, lo que exige una preparación mayor. Anteriormente, explica, el titiriteto no se consideraba un actor, era alguien que estaba escondido, y ahora el actor está en el escenario con el titiritero. Con respecto a Xalapa, opina que ha habido una presencia creciente de gente nueva que está haciendo títeres y en la ciudad de México, después de un mermado interés, está renaciendo nuevamente y hay muchos jóvenes que quieren aprender y demandan que exista una escuela. En ese sentido, da a conocer que los más veteranos están en la búsqueda de poder ofrecer distintas instancias para formación, y aunque no dejan de ser un gremio minoritario, la realidad es que cada vez en la cartelera hay más espectáculos de títeres para niños y adultos, y cada vez va ganando más espacio e imponiéndose como una forma de expresión con carácter propio. Le parece que no es cierto lo que se dice por ahí que es ya una manifestación artística en extensión, pues siempre tendrá su encanto y su poder de fascinación. ¿Hacia dónde va?, dice que es difícil predecirlo porque está en una etapa de confluencia de manifestaciones artísticas y representa el viejo sueño de los teatreros de querer hacer el teatro total -que en el escenario estén presentes todas las artes-. Desde su punto de vista, ahora hay entusiasmo y buenas ideas, pero faltan formación y rigor técnico, pues "no es simplemente menear el monito, sino que tiene que ver con hacer algo bien armado". PROYECTOS PARA 2014 Carlos Converso, quien actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores, da a conocer que además de que en febrero estrenará un espectáculo-homenaje, a fin de 2014 hará un unipersonal, pensado más para un público adulto. Éste también es de la profesión del titiritero, pero desde el punto de vista de un titiritero mayor, que está en la tercera edad. Será, de alguna manera, un espectáculo autobiográfico, aunque especifica que no hablará de su vida, sino que será más una metáfora, un poco tomando la imagen de la canción de The Beatles: Cuando tenga 64 años. Revela que es algo más personal, pensado después de un periodo de convalecencia, pues a mediados de 2013 tuvo problemas de salud. Hombre de teatro, que está en el teatro y que se ha especializado en el ámbito de los títeres, básicamente se ve como un creador y no se considera un repetidor de fórmulas, acepta que lo que más le apasiona es esa búsqueda, esa experimentación, ese estar como un inventor, creando cosas, historias, narrando sueños y metáforas escénicas que sean de alguna utilidad para niños y adultos. Declara que esa es la gran demanda que un artista: cumplir y tener cierta utilidad. En su caso, la confrontación con el público, y que éste lo reconozca y lo pida y diga quiero más, le parece necesaria, además de que es lo que le da sentido a su vida. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario