miércoles, 11 de febrero de 2015

Una celebración que amalgamó culturas; el Día de Japón en San Luis Potosí

 
Por: Roberto A. Valenciano Capín
 
Tradición, Memoria y Arraigo es lo que celebró en el Día de Japón en San Luis Potosí, al tener como escenarios la explanada del Teatro de la Paz, así como en los Museos tanto Nacional de la Máscara como de El Virreinato.
 
En donde se contó con la presencia del  Ministro de la embajada de Japón en México, Toru Shimizuce, el ingeniero Xavier Alejandro Torres Arpi, Secretario de Cultura; Carlos Kasuga Osaka, Presidente de la asociación civil Nagano Kenjinkai; la comunidad japonesa tanto de San Luis Potosí como invitados de la Ciudad de México.
 
Dio la bienvenida a este histórico día con la presentación del coro del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles Potosinos, quienes interpretaron -Acuarela Potosina- y -Sakura Sakura-, para degustar a los distinguidos invitados con la participación del grupo de Tamboreros de Huehuetlán que ofrecieron la tradicional danza de las varitas. 
 

En la intervención del Ministro de la Embajada de Japón en México   expresó momentos antes de la presentación de la agrupación teatral japonesa  Dengakuza, su “profundo agradecimiento” en representación de la embajada de Japón, en México, al Secretario de Cultura, a la familia Kasuga, “y a esta bella ciudad”, por la realización del evento.
 
 
Así como comentó que ésta fue  su primera ocasión en que viaja a San Luis Potosí, donde, dijo, es un orgullo estar presente para presenciar la interpretación del grupo  Dengakuza, “que en nuestro país es bien conocido, y poca gente imaginaba que el día de hoy tuviéramos la oportunidad de disfrutar de esta importante interpretación”, añadió al tiempo de expresar su satisfacción de disfrutar los buenos momentos de esa actuación”.
 


 

Para proseguir con el grupo Dengakuza, un grupo de la Prefectura de Nagano que se ha dedicado a transmitir y difundir el arte escénico tradicional como la música, la danza y los tambores.
 
Está compuesto por 7 jóvenes y su guía, quienes interpretan las escenas del Japón rural decimonónico, con cantos y mímica, que son  acompañados, por los tradicionales tambores japoneses llamados Taiko.



Una travesía que se suscitó desde la conjugación misma a través del colorido, la agilidad, la destreza e indudablemente bajo el sustrato de una sólida tradición,  representando lo simbólico con lo cotidiano. Al ir desde este espectacular -baile del venado-, la habilidad y la creatividad hecha a través de paletas de bambú e hilo para ir construyendo figuras de su cotidianidad como: un puente, un caballo, el monte Cuyo, la hora de Buda, el pez, el arcoíris.

Sin olvidar el papel mítico del dragón Shishi y sus poderes purificadores, sin olvidar la breve representación del mismo bajo el aliento de Miguel Iwadare, para después hacer sus diabluras;  el Shishi mai (danza del león) y esta divertida danza de  Torisashi mai (danza de la caza de pájaros).
 
Una bella y tradicional canción de Nagano que hizo cantar a muchos de los ahí presentes, así como una canción  bajo el tono amoroso; pero ante todo,  una parte sustancial como fue la  plena convivencia con la gente se hizo posible gracias al ambiente de esta dualidad alegoría/ritual que el grupo nipón mantuvo con los asistentes.

De esta forma cerrar su participación entre una afortunada y cálida  recepción por parte de los potosinos, en su primera visita a estas tierras tuneras.

Para tocarle el honor de cerrar este diálogo e intercambio cultural al grupo de Huehuetlán quien ofreció -la danza del torito-, el cual solo se presenta en las festividades patronales, en donde el protagonista es el tambor y el torito.



 
Pero no quedo todo ahí, al realizarse este amalgamiento cultural al bailar al mismo son que salía de los tambores  tének y la flauta japonesa, tanto los bailarines nipones como potosinos se unieron en un  solo cuerpo para bailar, el cual fue muy aplaudida y fue reconocido tal esfuerzo por los asistentes en estas abarrotadas escalinatas del Teatro de la Paz.

Finalmente, para cerrar esta celebración, recibieron de manos de los integrantes de esta compañía nipona fundada en 1964,  unos obsequios los integrantes del grupo de danza y músicos de Huehuetlán y de esta manera reafirmar estos lazos  para la realización de inminentes convenios de colaboración bilateral entre San Luis y Japón.

 




Un entusiasmado y hasta emocionado empresario Carlos Kasuga recordó ser  “hijo de unos inmigrantes japoneses que tuvieron la visión de escoger San Luis Potosí, y que con moldes japoneses me hicieron un digno potosino de estas tierras”.

 
Añadió que su comunidad México-Japonesa, le ha nombrado  como presidente de la prefectura de Nagano, de donde muchos inmigrantes vinieron aquí a San Luis Potosí, y con esa fusión cultural, dejaron huella imborrable en estas tierras.



Para finalizar recordó un poema “que dice que para que florezca una flor dignamente, esta flor está sostenida por una rama, la rama está sostenida por un tronco, el tronco por unas raíces que son nuestros ancestros. Raíces que ya son tierra de esta tierra potosina, y que gracias a ellos florecemos dignamente en bien de México y en bien de Japón”, remató

 

Un día en Japón que se replicó en un exitoso taller de Orogami en el Museo Nacional de la Máscara, gracias a la coordinación de Japan Foundation-México y Liceo mexicano-japonés.

De igual manera, la gran demanda que se tuvo por la caligrafía japonesa a cargo del Mtro. Vicente Yamazaki y sin hacer dejo del scanneo   de salud a través de impulsos electromagnético, en donde la cuota recaudada fue destinada a la Casa del Migrante, todo esto en el Museo del Virreinato que se conjugo con las grandes filas para entrar y disfrutar de una puntual y breve exposición fotográfica de templos y lugares naturales de Japón, así como una exposición culinaria y hasta un stand de afiches de esta nación asiática.
 
Es importante destacar que solamente se celebró este Día de Japón en México en la Capital mexicana a través del CENART., así como unas presentaciones privadas en escuelas niponas y en esta capital potosina.
 
Un evento que se pudo realizar gracias al esfuerzo conjunto de: Nagano Kenjinkai, Liceo mexicano-japonés, Asociación México-Japón, Embajada de Japón en México, Japan Foundation, Secretaría de Cultura de San Luis Potosí (Museo del Virreinato, Museo Nacional de la Máscara, Teatro de la Paz, Dirección General de Patrimonio Cultural, Dirección de Organismos, Dirección de Publicaciones, Dirección de Prensa), Secretaría de Turismo de San Luis Potosí, Ayuntamiento de la capital, Ayuntamiento de Huehuetlán, Kichaj AC, Ayuntamiento de Santa María del Río, Asociación de Scouts de México, Comunidad japonesa de San Luis Potosí.  

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