A lo largo de cinco décadas, la agrupación ha recibido grandes elogios durante
las giras que ha realizado en México y el mundo. Foto Miguel
Ángel Medina
Por: Fabiola Palapas Quijas
El Ballet Independiente, compañía sobreviviente de las tres
consideradas las grandes de la danza contemporánea mexicana, tras la
desaparición de los ballets Nacional y Teatro del Espacio, celebrará su 50
aniversario en 2016.
Fundada en 1966 por Raúl Flores Canelo (1929-1992), la agrupación que ha sido
semillero de grandes bailarines, tiene el propósito fundamental de mantener una
compañía que, por su calidad y características, sea digna de presentarse y de
difundir su trabajo artístico a México.
Flores Canelo, Valentina Castro, Elsie Contreras, Gladiola Orozco, Fredy
Romero, Raúl Aguilar, Graciela Henríquez, Anadel Lynton y Rosa Pallares fueron
los fundadores del Ballet Independiente que, cuando surgió, rompió con la
solemnidad que empezaba a dominar en la danza mexicana.
Los bailarines apostaron a la frescura, irreverencia y crítica que Flores
Canelo proponía en sus coreografías; hasta la fecha es el sello que marcó su
primera etapa, de más de un cuarto de siglo, hasta su muerte, en 1992.
El Ballet Independiente cuenta en su repertorio con 30 coreografías de Raúl
Flores Canelo, pero también ha impulsado el trabajo experimental de la danza
contemporánea en los aspectos técnico y conceptual; su propósito es conservar
las raíces que la unen a la realidad histórica y artística de México.
A lo largo de 50 años, la agrupación, bajo la dirección general de Magnolia
Flores desde 1992, ha recibido grandes elogios durante las giras que ha
realizado por el país y en el extranjero, como en Cuba, Guatemala, El Salvador,
Estados Unidos, Francia y Holanda.
Con la visión de su fundador, la compañía profundiza en sus obras en el ser
humano, en temas sobre el México alegre, sarcástico y burlón; en la vida y la
muerte; en lo temporal y lo permanente del amor; en el odio y el placer.
Una de las preocupaciones de la agrupación, que ha contado entre sus filas
con bailarines como José Rivera, es convertir cualquier lugar con el arte de la
danza en espacio mágico, por eso se han presentado en explanadas, plazas
públicas y canchas deportivas, además de los foros tradicionales.
Baile en cada rincón
Como parte de su trabajo, la compañía ofrece cada año funciones
para los llamados
públicos vulnerables, al presentarse en reclusorios dependientes de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario; de igual forma ha actuado en los centros federales de máxima seguridad del estado de México, Guadalajara, Jalisco, y Tepic, Nayarit.
El repertorio del Ballet Independiente incluye obras como La espera
(1973), de Flores Canelo, que refleja la búsqueda milenaria de un salvador
mítico, que arrase con la injusticia y el sometimiento del pueblo campesino.
Pero la esperanza que produce la aparición de San Miguel Arcángel se desvanece
con las luchas por el poder y las figuras de Cristos sangrantes arropados por
mujeres compasivas, que simbolizan la resignación al sufrimiento.
Tres fantasías sexuales (1981) es otra pieza del coreógrafo
mexicano, en la que se plasman situaciones arquetípicas de la sexualidad: la del
encuentro casual y tentativo de dos hombres, la recatada misionera occidental
arrasada por la vitalidad erótica de un buen salvaje y los rudos albañiles
albureros que se abren a la ternura amorosa que les provoca la visión de una
linda jovencita.
Aunque su principal coreógrafo fue Flores Canelo, la compañía también ha
trabajado con Anna Sokolow, Lorna Burdsall, Víctor Cuéllar, Timothy Wengered,
Graciela Enríquez y José Rivera.
En septiembre de 2015, el grupo, con la dirección artística de Elisa
Rodríguez, se presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con tres obras
de Flores Canelo: El bailarín, Tres fantasía y Queda el viento.
En 2016, el Ballet Independiente se presentará en diversos foros de la
ciudad de México para festejar con el público sus 50 años.
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