La Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, a través del Museo Federico Silva, de Escultura Contemporánea, presenta a partir de este viernes 16 de junio, la exposición: Arte Cinético. Momento de un principio de investigación. En la que se exhiben veintiséis obras del Maestro Federico Silva.
El Arte Cinético está sustentado en el movimiento y se materializa
principalmente en el campo de la escultura con mecanismos móviles,
pictóricamente puede apoyarse en la proyección de colores en movimiento, en la
descomposición cromática de la luz o en ilusiones ópticas, pudiéndose adicionar
con efectos sonoros o música electrónica, muy particularmente música
sintetizada.
La exposición se compone de obra realizada por el Maestro Federico
Silva entre 1969 y 1973, todas ellas
correspondientes a la corriente artística denominada “Arte Cinético” cuyos
antecedentes se remontan al “futurismo”
(1910), aunque su gran auge se da en las décadas de los años sesentas y
setentas.
Muy joven, Federico Silva inicia su carrera artística en el
muralismo, movimiento de hondo significado social para el pueblo de México, y
se ejercita también como creador figurativo. Con gran maestría en la pintura de
caballete conquista con su talento un espacio destacado en el medio artístico
de México, mismo al que renuncia entonces, alejándose de la seguridad y el
confort ganados, para lanzarse a la búsqueda de nuevos horizontes creativos. Sacudido
por las inquietudes de los años sesenta,
abandona su trabajo figurativo para pasar al abstracto.
Inicia sus primeros trabajos cinéticos en México y posteriormente
viaja a Francia en donde entra en contacto con los más destacados creadores del
cinetismo. A su regreso a nuestro país se sumerge en el estudio y la reflexión,
lo que le permitió ahondar en esta corriente de forma más amplia.
Federico Silva decidió transitar el sendero de la innovación a
toda costa, ofrendándole su tiempo, invirtiendo cuantiosos recursos materiales
y económicos, a fin de montar un taller-laboratorio de electrónica.
Agotados, al menos para él, los caminos tradicionales del arte,
asumió los riesgos de una búsqueda creativa original, sustentada en las
potencias de la ciencia y la técnica. En ese reducto destinado a la
experimentación y el diseño de soluciones concretas, desplegaría las alas de su
imaginación, hasta crear una serie de artefactos sorprendentes en su caudal de
secuelas sensoriales.
Fernando Gamboa lo calificaría como “el gabinete de estudios de un
alquimista del siglo XXI, de un artista de la era atómica”, durante su
alocución en el Palacio de Bellas Artes al inaugurar, en la sala Diego Rivera,
la muestra Objetos del sol y de otras energías libres (1976), notable incursión
en el ámbito de la desmaterialización y la suspensión de las formas.
Este viernes 16 de junio se inaugura, en el Museo Federico Silva,
de escultura contemporánea, la exposición “Arte Cinético, Momento de un
Principio de Investigación”, con el trabajo de curaduría de Enrique Villa
Ramírez y la museografía de Aldo Arellano Paredes. La cita es a las 21 horas.
Entrada libre.
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