Esta es quizá una de las obras menos reconocidas de Diego Rivera, y este espacio, un secreto de la segunda sección de Chapultepec: El Cárcamo de Dolores.
Su historia está ligada con la historia del sistema hidráulico, y es que había costado diez años y varios millones de pesos traer las aguas del río Lerma a la ciudad. Un sistema que después sería llamado Lerma-Cutzamala, el cual era el orgullo de la ingeniería civil mexicana a mediados del siglo XX, por la reducción de problemas de abasto en la ciudad.
Por lo que quisieron plasmar en el proyecto, obras de uno de los artistas más reconocidos de la época: Diego Rivera, el cual hizo un homenaje al agua con dos obras monumentales: el mural “El Agua, origen de la vida en la tierra” y la fuente dedicada a Tláloc.
Fue en 1951, que se inauguró el Cárcamo de Dolores, así se le llama al depósito donde finaliza el acueducto de 62 kilómetros de largo y 2.5 metros de diámetro; el cual fue intervenido por Rivera con el considerado “primer mural subacuático en el mundo”, al ser parte de una obra hidráulica.
Como era de esperarse, la pintura no resistió, pese a los intentos de restauración, y luego de 40 años de permanecer bajo el agua, estas fueron desviadas para salvar la obra plástica, que había sido afectada con el tiempo.
Por favor, no dejes de admirar la hermosa fuente de Tláloc en su exterior
No hay comentarios:
Publicar un comentario