Por: Mariana de Pablos
El artista y escultor Jesús Efrén Barbosa, “El Novato”, presentó el 3 de mayo una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por el extravío y los daños ocasionados por parte del personal del Museo Nacional de la Máscara a dos de las once obras que fueron exhibidas en este recinto en febrero del año en curso.
Esta queja se suma a la presentada el 11 de abril ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por las agresiones e intimidaciones sufridas por parte de Juan Carlos Torres Silva, quien junto a Pedro Emanuel Gómez Gaytán y Roberto Carlos de León, se encuentra por el momento al frente del Museo.
De acuerdo con el testimonio del artista, la exposición escultórica “Vida, Arte y Madera” fue programada para ser inaugurada el 12 de febrero. Tres días antes, Efrén acudió a las instalaciones del Museo de la Máscara junto con 11 de sus piezas para montar la exposición.
Ante la ausencia de un museógrafo y curador, fue el propio Efrén quien se dispuso a armar la exposición: colocó las piezas grandes en donde le indicaron, en “unos pasillos en los que no se ve absolutamente nada. Ahí en los rincones” y las cuatro restantes, de menor tamaño, fueron resguardadas en una bodega con la promesa de que el personal del Museo las colocaría más adelante.
El día 12 se llevó a cabo la inauguración sin las cuatro piezas resguardas. Posteriormente, el viernes 16 de febrero, cuando Efrén acudió al Museo a supervisar sus obras, fue cuando notó que faltaba una de ellas. La obra, una cabeza de antílope titulada “Wild” tallada en madera de mezquite con cuernos entintados en color nogal clásico y base de olmo, valuada en 18 mil pesos, había desaparecido.
Ante los hechos, el escultor solicitó a la Secretaría de Cultura (Secult) y las autoridades del museo el pago de la obra dentro de un plazo estimado no mayor a la fecha de conclusión de la exposición, esto es el 12 de marzo.
Para el 11 de marzo, frente a una reparación parcial del daño, Efrén extendió otro comunicado a la Secult, en el que informó que no retiraría sus piezas del museo hasta recibir el pago completo de la obra extraviada.
El día 20 de marzo su obra fue trasladada a una de las oficinas del Museo sin consentimiento del artista. Ese día, cuando fue a revisar sus piezas, “y estando presente Pedro y Roberto es cuando me doy cuenta de que una pieza, la más cara de la colección, estaba rota”.
La obra que lleva por nombre “Matador”, un torero de hoja de oro, madera de mezquite y base de granito negro, “resultó fracturada del pie derecho. Su valor es de 140 mil pesos, el cual exijo que se me pague”, se lee en otro comunicado enviado a la Secult.
El 2 de abril fue liquidado el pago de la pieza robada y acordado que, dentro de tres días, se discutiría el tema de la pieza dañada para llegar a algún acuerdo.
Sin embargo, Efrén denunció que al llegar el día 5 de abril y encontrarse él y su hermano recogiendo sus piezas, llegó Juan Carlos y desde lejos gritó: “¡Ojalá y ahora sí se te rompan todas las piezas!”. Para acto seguido acercarse con la intención de provocar una disputa.
Ante estos actos, Efrén cortó comunicación con los trabajadores del Museo y procedió a colocar las denuncias correspondientes.
“El peor museo en el que he expuesto es el Museo de la Máscara. No cuentan ni con museógrafo ni con curador. No hubo brindis, no hubo prensa. Movieron dos veces mi obra a donde quisieron, entonces cuál, un espacio para mi exposición nunca tuve”.
De igual forma, señaló que se llevó a cabo un concierto entre sus piezas cuando éstas se encontraban en el patio central, “lo cual viola mis derechos de autor”.
Efrén lamentó este trato que no sólo lo ha afectado a él, pues “también había otra exposición del fotógrafo Tempach, y a él le rompieron dos piezas. Lo triste de esto del arte es que las instituciones a uno lo tratan como si nos hicieran favores o nos concedieran un gran privilegio, cuando es un derecho contar con estos espacios”.
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