Se implementaría el mayor presupuesto para el sector cultural en la historia de 25 mil millones de pesos. Inbal
Por: Adrián Figueroa Nolasco
La propuesta es que desde las comunidades de las ciencias, la cultura y la educación se tiene que armar un proyecto de nación integral, señala Consuelo Sáizar, encargada de Cultura en la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez.
Con la experiencia adquirida en su larga carrera en instituciones como el Fondo de Cultura Económica, el antiguo Conaculta o la Feria del Libro de Monterrey y ahora en el equipo de campaña de la coalición Fuerza y Corazón por México, Consuelo analiza lo que ha pasado en el sector cultural y señala que “no nos habíamos dado cuenta de la devastación que hubo en estos últimos cinco años”.
Algunos ejemplos, explica, son los medios públicos que sufrieron un doble embate: el control de contenidos y el castigo a sus presupuestos que llevó reducir su autonomía. Y en el caso de las infancias, señala que el programa estrella del actual gobierno, los “Semilleros creativos”, sólo atendieron a 14 mil niños en seis años.
Estos son algunos de los puntos críticos que aborda, pero también establece una serie de propuestas condensadas en un “Decálogo” que implementaría Xóchitl Gálvez en caso de ganar la presidencia y algunos puntos son: mayor presupuesto para el sector cultural en la historia de 25 mil millones de pesos, establecer un programa de educación y promoción artística de alcance nacional, impulso al arte popular, más becas y estímulos, seguridad social a creadores y artistas, entre otros.
Al comenzar la plática Consuelo Sáizar hace un recuento sobre cómo fueron los trabajos para establecer estos meridianos y recuerda que se hizo un sondeo entre la comunidad cultural y sociedad civil del cual emergió el “Catálogo de emergencias culturales” que se condensó en el “Decálogo”.
En este Decálogo hay un punto importante: regresar la autonomía a los medios públicos.
Este es otro de los grandes agravios. Tuvieron una situación inédita, la periodista Elvira García habla de una anulación de su papel. Y por eso se pide que estos medios públicos cumplan su papel como lo que son: medio públicos.
Creo que hubo un doble embate: por un lado, el control de los contenidos y, por otro, el castigo a sus presupuestos. La disminución de los recursos para Canal 22 y Radio Educación, es muy alarmante.
Por eso, el modelo de gestión de muchas de las instituciones habrá que replantearlo. La gran ventaja que tiene esta devastación cultural es que podremos proponer desde cero a las instituciones, analizar con una auditoría el origen y destino de los recursos, hacer nuevas líneas para marcar los desempeños y los objetivos.
Lo que veo, en el último lustro, el ejercicio cultural y la cultura como la conocíamos fue sacudida por distintas variables: la primera, fue la pandemia que cambio la producción, el consumo, la distribución, el almacenaje, incluso los presupuestos y la jerarquización de lo importante en muchos sentidos.
Pero estas variables, algunas de manera positiva y otras que debemos seguir resolviendo, se quedaron para siempre. Lo observamos en términos del nearshoring, la cercanía de la producción con los grandes mercados y, por el otro lado, la inteligencia artificial, la cual los jóvenes, especialmente, empiezan a exigir algo que no había escuchado anteriormente y es mejor infraestructura digital, es decir, tener internet 5G, mucha más potencia para poder trabajar o producir a distancia, tener mayores facilidades de acceso en el costo del internet.
De estas variables, Xóchitl está muy consciente de que el Estado tiene que hacerse cargo de la infraestructura cultural y también, en estos tiempos, de la infraestructura digital.
El próximo gobierno debe volver a impulsar el intercambio de exposiciones y proyección de artistas mexicanos que se ha perdido.
Sobre la proyección internacional del trabajo de los artistas mexicanos, tiene tres variables muy preocupantes: primera, el trabajo del Fondo de Cultura Económica que parece ya no tiene la función por la que fue creado por Daniel Cosío Villegas: que fuera el gran interlocutor con el mundo, traer a los grandes pensadores, las grandes obras literarias y traducirlos al español.
Por otro lado, en la parte plástica habíamos construido un prestigio muy sólido en términos de llevar el poderoso arte mexicano a otras naciones, que a cambio nos envían arte que podíamos ver en nuestro país.
Y la tercera, había un intercambio estudiantil, nuestros artistas se iban a formarse a otras latitudes y que ahora ya no continua.
Es necesario que la educación artística sea ya una realidad en los niveles preescolar y primaria
En este sexenio se desatendió mucho. Cuando fue el debate en la escuela Carlos Septién, le pregunté a Ana Francis Mor, representante de Claudia Sheinbaum, cuál era el programa estrella de este gobierno, y me dice “Semilleros creativos”.
Cuántos habitantes se han atendido con ese programa estrella, le pregunto, y ella me contesta: “14 mil”. En seis años se han atendido 14 mil niños en un país de 130 millones de habitantes y lo dicen con orgullo.
Algo preocupante es que le hayan puesto etiquetas a la cultura como clasista y elitista.
Creo que hay una mezcla muy desafortunada de ignorancia y arrogancia. Pero, por otro lado, el modelo cultural mexicano, posterior a la Revolución Mexicana, fue un modelo muy afortunado que levantó instituciones para la clase campesina que comenzaba a trasladarse a la ciudad, y las hizo también para la clase obrera que empezaba a tener un acercamiento muy estrecho con la cultura y eso llevó a edificar instituciones de élite. ¡Es cierto! Creó el Fondo de Cultura Económica que lo puedes considerar de élite. Ahora dicen que ya nos es de élite. Y así creó otras instituciones que son para todos los extractos de la sociedad.
Retomo el primer punto del Decálogo, porque me parece esencial que la cultura sea el quinto pilar del bienestar y si propone esto, por qué no toman la triada que ofrece buenos resultados en otros países y que la educación, la ciencia y la cultura sean los ejes del desarrollo.
Esto que estás planteando como un eje aglutinador es lo que presentamos el 19 de marzo. Y es un proyecto que debe ser integral en términos legislativos, ejecutivos y de la comunidad.
En México hemos tenido muchos avances en los últimos años con la Ley de Derechos Culturales, con la creación de la Secretaría de Cultura, pero el problema es que en este sexenio se ignoró todo este andamiaje, como le dije a Ana Francis: No puede ser que ustedes vengan a inventar todo, no puede ser que hayan desestructurado lo que se había construido durante décadas los mexicanos y además a cambio nos ofrezcan un ejercicio cultural que han realizado en la Ciudad de México desde 1997 totalmente fracasado.
Recordemos que nuestro país se distinguía por su gran poder cultural y se desestructuró, entonces la idea de Xóchitl Gálvez es que entre las comunidades científica, artística y educativa se tiene que armar un proyecto de nación integral y establecer una alianza con todos los estados para tener el mejor nivel de conocimiento.
Porque no nos habíamos dado cuenta de la magnitud del desastre en el sector cultural, porque tenía la percepción de que la cultura había sido una de las grandes apuestas de este Gobierno. “Por eso el proyecto es ofrecer le mayor presupuesto de la historia para el sector cultural con 25 mil millones de pesos desde 2025 para que la cultura se convierta en un bien esencial y el quinto pilar del estado de bienestar”.
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