Einstein on the beach, una de las operas en cuatro actos mas aclamadas desde hace mas de tres décadas, fue descrita la tarde del sábado por su creador Philip Glass como un intento por desentrañar la importancia que sigue teniendo hasta la actualidad el legado del físico alemán, creador de la teoría de la Relatividad.
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Glass recordó que esta pieza estrenada en 1976 en el marco del festival de Avinon, Francia, se ha convertido a través de sus nueve escenas y casi cinco horas de duración, en una odisea por el mundo de Einstein y la manera como simbólicamente se convirtió en un puente entre la física y la comprensión que tiene la humanidad del universo, al crear una nueva era con teorías como la del campo unificado.
En el evento estuvieron presentes la coreógrafa Lucinda Childs, quien fue la encargada de interpretar uno de los roles principales en aquella histórica temporada de 1976. Asimismo participaron la promotora Orly Beigel; Claudia González, subgerente de Proyectos Internacionales del Palacio de Bellas Artes, bajo la moderación de Claudia Hinojosa.
Glass aseguró que la figura de Einstein es ya mítica en la cultura contemporánea por la sencilla razón de haber legado, cual Prometeo, el fuego de la energía atómica, posibilitando entre otras cosas los viajes espaciales.
Mencionó que en esta ópera, la música y la imagen crean un fusión muy fuerte, siendo las escenas simbólicas y oníricas un complemento de los acordes, aunque aclaro que nada sucede en la trama sin una razón.
En este sentido, fue proyectado un documental realizado en 1976 durante el montaje de la obra en Francia, donde puede verse a un grupo de integrantes del coro en escena cepillándose los dientes, sacando la lengua al final, como lo hiciera el propio Einstein para un fotógrafo en 1950, siendo una de las imágenes más famosas de la historia del siglo XX.
El artista indicó que esta pieza está básicamente guiada por el lenguaje musical, que es algo que no puede explicarse, por lo que coincide con una de las convicciones de Einstein, quien dijo que una de las cosas más maravillosas que puede vivir el ser humano es el misterio.
"He trabajado durante 37 años en este proyecto, sobre todo en el ritmo que ha ido perfeccionándose en cada etapa, enriqueciéndose mi perspectiva con los trabajos posteriores que he realizado para danza".
Mencionó que en esta obra ha tenido la oportunidad de ver la evolución de la música que él mismo ha compuesto, reconociendo los apuntes viejos de los nuevos, y teniendo la oportunidad de seguirlos actualizando. "La música que yo compongo refleja cómo funciona mi cerebro, y desde hace mucho mi cerebro se está rebobinando, aunque en realidad mi cerebro nunca deja de trabajar, creo que el día que lo haga yo mismo dejare de existir".
Por su parte, Lucinda Childs confesó que al interpretar la coreografía de esta ópera cambió hace más de tres décadas su concepto acerca del arte escénico.
"Cuando me llamaron para este proyecto pensé que Philip Glass no querría trabajar conmigo pues era un concepto extraño el que no existieran barreras entre los actores, los músicos y los bailarines. Sin embargo, a medida que trabajamos juntos la magia surgió en cada momento de las escenas de esta obra".
Agregó que existen algunos proyectos nuevos que planeados con Glass para 2014: "afortunadamente esta gira internacional ha sido muy bien acogida y ha abierto muchas puertas nuevas para nuestro trabajo juntos".
Finalmente, Philip Glass dijo estar sorprendido de que el píblico de Einstein on the beach continua siendo joven, lo cual convierte a la obra en un trabajo que ha trascendido generaciones: "Muchos de los actores y cantantes que participan en el elenco de este nuevo montaje ni siquiera habían nacido cuando se creó a mediados de los setenta el montaje conceptual de la obra".
Aclaró que durante muchos años ha cosechado el arte de la colaboración, algo que le parece muy importante porque en el mundo de la ópera no existe el concepto del trabajo aislado: "Esta nueva versión es diferente a la de hace algunas décadas, sencillamente porque la tecnología ha cambiado y hay más recursos; sin embargo la esencia es la misma, aunque el cuerpo de bailarines es hoy mucho mas grande, el consejo que puedo dar a los creadores es que se junten con gente joven porque encontraran en ellos un nuevo impulso".
Glass aseguró que los participantes para esta presentación se sienten orgullosos de traer a México esta versión de Einstein on the beach: "hoy hay una nueva forma de hacer danza y teatro con un gran nivel de perfección técnica. En 1976 supimos exactamente cuánto duraba la obra hasta que la vimos montada, era una manera diferente de trabajar, por ello es para nosotros tan importante mostrar esta versión que sin duda ha evolucionado".
Einstein on the beach. Ópera en cuatro tiempos, se presentó el pasado fin de semana en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
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