Por: Roberto A. Valenciano Capín
Con la pieza coreográfica ‘Not
now, not ever’ de Aladino R. Blanca, alumnas del Centro de
las Artes de San Luis Potosí, ofrecieron al público sus conocimientos dancísticos como parte de la clausura
del Programa de Danza Contemporánea para Jóvenes 2010-2013 en el Coloso de Villerías.
Una función dancística en donde
el principal detonador fue la fragilidad y volatilidad de la esencia misma, “como
las cosas se agotan, se evaporan, se van y uno tiene siempre que renovarse" sentencia Aladino.
Al considerar el coreógrafo este trabajo dancístico como muy demandante tanto a él como creador como a las intérpretes.
“Es la primera vez que construimos en equipo un trabajo en cinco semanas, ya que las obras que
hago casi son de tres o cuatro meses de montaje, de ahí que los retos fueron
para ambas partes y digo meterse en una situación de riesgo tanto en el tiempo,
como en el espacio, en las ideas y las escenas pues creo que tienen un acierto
y resultan cosas muy intuitivas más allá de conceptualizar el concepto”.
En escena, una chica escribe en el aire un
cuento y sin más es perturbada por varias de sus compañeras que no se inhiben en
hacer su propia travesía de este imaginario, sino lo re-construyen en torno a él.
Mientras el tiempo y el silencio afloran e invaden la atmósfera creada por su
coreógrafo Aladino R. Blanca.
De ahí que a través de sutiles y no
tan fugaces imágenes -metáforas- en donde las intérpretes buscan su razón de
existir, abriendo puertas imaginarias a
no solo su propia levedad sino van re-
construyendo- y atestiguando la propia volatilidad
de experiencias de vida desde su propia corporalidad.
Creando momentos tan sutiles como
el irse diluyendo al mismo tiempo que se despojan de sus ropas y así como de su propia luz, siendo
acompañados por el sostenido sonido de la caída del agua del deshielo.O dejar planteado los lineamientos de la fugacidad de la escritura hecha movimiento por una asepsia de texturas y acciones ante la exánime perennidad del momentúm.
Aún con detalles que pulir y
ajustar en este naciente trabajo coreográfico, la magia está presente a pesar de esta exposición no solo
danzaría, sino que converge elementos teatrales, acrobáticos y el principio de
una compleja experimentación que no solo se articula en la expresividad
corporal sino en la percepción misma, al quedar reflejas en estas cinco semanas y estas horas de ensayos para estas jóvenes bailarinas
potosinas.
De ahí que tenga este plus y a la vez sea interesante por ser una
pieza no tan común, a partir de un planteamiento que parte desde una fisicalidad, aunado al
trabajo del pensamiento en la acción que es más teatral que dancístico. “"Entonces tuvimos que estar trabajando día a día a cada chica el accionar a través del pensamiento constante y que tengan una creatividad lejana para que sus cuerpos vayan a esas dimensiones”.
“Además de asumir esos riesgos físicos
a través de la acrobacia, sino riesgos creativos, riesgos de crear imágenes, de
crear sonidos, crear expectativas, de crear todas esas facetas que naturalmente
suceden y les toque más allá del bailar y que lo último que se critique sea la
danza” explica Aladino.
Con esta presentación: Aideé
Campos, Tanya Covarrubias, Ximena González, Marissa Hernández, Silvia Mendoza,
Daniela Polo, Daniela Salazar, Angélica Saucedo y Anahí Ordaz, quienes
concluyen el tercer y último año del Programa de Danza para Jóvenes del CASLPC,
así como un proceso creativo y personal de gran importancia para su desarrollo
como artistas escénicas, evidenciando así el talento y empeño profesional de
estas jóvenes promesas de la escena dancística contemporánea.En una recepción se entregaron a las graduadas sus reconocimientos por parte de las autoridades del área como de la dirección general del CASLP.
De esta manera, una nueva generación de generadores de danza contemporánea sale a ofrecer su talento de esta institución como es el CASLP para conjuntar fuerzas con los recién egresados de la Escuela Estatal de Danza del SEER.
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