lunes, 11 de noviembre de 2013

Ofrenda musical en memoria del Mtro. Jorge Martínez Zapata en el CASLP



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Como parte de este homenaje al Maestro Jorge Martínez Zapata se le rindió una ofrenda musical  y así dar por la clausurado su altar de muertos dedicado en su honor en las instalaciones del Centro de las Artes potosino.
 
Un emotivo concierto organizado por su hijo Jorge Martínez Herrera en conjunción  con el área de artes visuales y la dirección de este centro, al recordar y a la vez rendirle plenamente al saber que su presencia y enseñanzas del Mtro. Martínez Zapata van mas allá de  las aulas, sino eran diseminadas y compartidas con tal vitalidad, su alegría y su sempiterna sonrisa por los pasillos en las transitaban  o en cualquier parte era oportuna de aprenderle,  al ser parte de uno de los tantas reflexiones o anécdotas en voz de su directora, Débora Chenillo Alazraky.
 
Fue la misma música quien aportó la calidez a esta ofrenda en donde sabemos que a través de este acto de fe y  ante su mirada que ha quedado grabada en este altar de muertos, del gustoso, que de forma mediata te  conectaba con las raíces de México y con las profundidades del ser humano, con una pasión que hace hervir la sangre dentro de las venas, que desata emociones primigenias.

Referirse a el maestro, pianista, compositor, arreglista, es sin lugar a dudas decir con toda las propiedad del músico potosino y de los más respetados en el escenario musical mexicano contemporáneo y el jazz hecho en México; es de los pocos artistas a los que en San Luis Potosí se han reconocido por su destacada trayectoria como músico y docente. Artista original, arriesgado, difícil de catalogar, creador de un sonido que puede ser ya considerado como una propuesta sólida a la música popular mexicana y al jazz hecho en México. Discípulo de Ana María Gómez del Campo (teoría y piano), Alfonso de Elías (composición), Pablo Castellanos (piano) y Rodolfo Halffter (análisis musical y música contemporánea.

Dentro de este halito de la plena confianza que en su mirada depositaban en aquellos que llegaban llenos de sueños y creyendo y detonar su propia voz, un ejemplo de ello es  lo propuesto desde su trinchera creativa, el proyecto del Quinteto de Daniel Ramírez al interpretar los estandars: - Day, wine and roses- de Henry Mancini, -Misty- de Errol Gardner y -Night and day- de Cole Porter.
 
En su turno, llega bajo la pulsante vibración de los Bluserables al ofrecer en esta ventosa tarde en este póstumo homenaje: - la red de tu piernas-, - la noche guarda un beso- y - Latín blues- de su autoría.
 
Jorge Martínez Herrera y compañía le ofrecieron como ofrenda musical: - Rumba de Li Bari- de Jorge Martínez Herrera, - Romance del enamorado y la muerte- bajo una versión hecha por este combo musical y cerrar con esta obra en donde queda constancia de la huella y que a la vez estuvo muy presente, mucha intención de dar a conocer mas allá de nuestra fronteras, el son huasteco y el son jarocho, una de las tantas pasiones del homenajeado, al interpretar y  así cerrar su ofertorio con la -Petenera-.

 
 
En donde Jorge Martínez Herrera comento que a pesar de ser esta la primera noche de estas festividades de muertos, abogo el guitarrista que tiene pensado que  este evento se vuelva una tradición  y que en los años venideros se venga haciendo en ascenso, "al tener mas variedad, mas disciplinas no solo música incluso".

Y para cerrar con el proyecto de jazz, History Ville, al decantar con una pieza sin nombre de su autoría, la cual esta dedicada al Mtro. Jorge Martínez Zapata., - Solicitude- de Duke Ellington y concluir con Logofura de HistoryVille.

"En esta noche, comenzamos con somos pocos,  cuatro grupos que casi el cien por ciento sino el noventa y cinco por cierto fueron alumnos del Mtro. Jorge Martínez Zapata, es algo de lo que queremos mantener de esta semilla que  por ahí esta regada y que esto siga siendo esto, se siga extendiendo y siga creciendo y, que esto se convierta en un festival y que siga en ascenso" comento Jorge Martínez Herrera.

Para ser complementado con un sincero y respetuoso aplauso tanto de los alumnos, músicos y el público presente se le rindió un que se extendió por varios minutos, al recordar que no se va, queda por siempre con nosotros, queda su legado y sigue presente en cada de uno de los ahí presentes su semilla de ver y sentir la música y, como puntualmente lo dijo Deborah Chenilllo: -Va por usted, maestro-

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