La opinión general califica a las regiones desérticas como vastas extensiones de poca o escasa utilidad para la humanidad. Sin embargo, ahora la concepción que muchos tienen de los desiertos puede cambiar drásticamente gracias a una reciente investigación realizada en Estados Unidos que asegura que las zonas áridas absorben una gran cantidad de carbono cuando suben los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.
Es así que, de acuerdo con equipo de científicos de la Universidad Estatal de Washington (WSU, por sus siglas en inglés), que estas regiones que se encuentran entre los mayores ecosistemas del planeta, son capaces de absorber una cantidad significativa de CO2.
El estudio, encabezado por el biólogo Dave Evans expuso durante 10 años a nueve parcelas del desierto de Mojave a los niveles de dióxido de carbono actuales y a los previstos para 2050 y el análisis indicó que “las tierras áridas pueden aumentar su absorción del dióxido de carbono lo suficiente en el futuro hasta representar de un 15 a un 28 % de la cantidad actualmente absorbida por las superficies terrestres”.
Estas características únicas de las zonas desérticas permitirán que los científicos se hagan una mejor idea acerca de la cantidad de carbono que permanece en la atmósfera en forma de CO2, contribuyendo al calentamiento global, y cuánto carbono se almacena en la tierra o en el mar en otras formas, publicó la revista Nature Climate Change.
Por otra parte, el estudio “ha subrayado la importancia de estos ecosistemas áridos”, agregó Evans, recalcando con esto que los desiertos pueden desempeñar un papel crucial para ayudar a reducir el calentamiento global.
Los investigadores inyectaron los gases a través de unos tubos de plástico en en diferentes áreas de la zona desértica que se extiende por el sur de California sur, el suroeste de Utah, el sur de Nevada y el noroeste de Arizona. Posteriormente los especialistas excavaron un metro del terreno para ver la cantidad de carbono que se había absorbido y encontraron que a medida que aumentan las emisiones de CO2 a la atmósfera, también se incrementa la absorción de este gas por parte de las tierras áridas.
“Me sorprendió ver la magnitud de la absorción de carbono que detectamos después de tan solo diez años, que es un periodo no muy largo de la vida de un ecosistema”, agregó Evans.
Sin embargo, hay que considerar que el experimento no tuvo en cuenta otros posibles cambios derivados del cambio climático, como una variación de las precipitaciones o un aumento de la temperatura. No obstante, en el caso de las capas de la tierra en el desierto de Mojave, se encontró una cantidad importante de carbono en el suelo de estos lugares.
Los científicos, por su parte, revelaron que la naturaleza de este carbono es atmosférica, de ahí que los desiertos pudieran jugar un papel significativo a la hora de asumir parte de la carga excesiva de dióxido de carbono sobre nuestro ecosistema, aunque sean incapaces de absorber la totalidad del dióxido de carbono, causante del calentamiento global.
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