Mañana los esperamos para ser parte del Stabat Mater de Antonín Dvorak.
En donde se contará con las interpretaciones de: Darenka Chávez - soprano, François I. Martínez - contratenor, Jonathan Falcón - barítono, Fernando Arellano - tenor- y Sergio Guillermo Ruiz - pianista.
Una auténtica Obra Maestra, increíblemente poco conocida a pesar de su belleza y calidad. El Stabat Mater de Antonín Dvorák sorprende por su autor, a quien se conoce más por sus obras sinfónicas o de cámara. El impacto emocional que produce la audición de esta música pocas veces podrá compararse... y no es una exageración. Una sola audición basta para comprobarlo.
Antonín Dvorák es conocido sobre todo por sus sinfonías, su concierto para cello, su música de cámara... pero increíblemente se deja de lado una de las obras sinfónico-corales más bellas del siglo XIX, su Stabat Mater, Op. 58, para cuarteto de voces solistas, coro y orquesta.
Dvorák compuso esta partitura entre 1876 y 1877, influenciado por aciagos eventos familiares: en menos de dos años sus tres pequeños hijos fallecieron, causando desde luego un inmenso dolor en el músico y su esposa, cuyo sufrimiento es reflejado en los pentagramas de esta obra, especialmente en el primer movimiento. De hecho, es la figura de su esposa la que inspira a Dvorák, pues los versos (texto medieval del siglo XIII, cuyo autor es probablemente el poeta italiano Jacopone da Todi o San Bonaventura) se prestan perfectamente para la penosa situación que atravesaba.
La música es de carácter dramático, de profundo lirismo y melancolía; sin embargo, a pesar de estar influenciada por los cánones operísticos, no se desborda, se contiene con elegancia y sorprendentemente termina en forma esperanzadora, con una luz que ilumina la parte final, para concluir plácidamente.
Capilla de Loreto, Parroquia del Sagrario Metropolitano, 19:00 horas.
Entrada Gratis.
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