Por: Mónica Maristain
Desde que el dúo puertorriqueño Calle 13 irrumpió en la escena musical, tantos sus himnos desparpajados y dispuestos a dar cuenta de una voz distinta –en un sistema donde todo es acrítico– como su eficacia para concentrar la atención mediática, pusieron a sus integrantes en la primera fila del pop contemporáneo.
La rutilante personalidad de René Pérez, vocalista de Calle 13, conocido como Residente, marcó un antes y un después en la percepción que antes tenían muchos jóvenes acerca del uso de las canciones que suenan en sus iPods.
¿Puede cambiarse el mundo o al menos el entorno con una canción? He ahí el dilema de la música.
Sin embargo, la reciente visita de los puertorriqueños a México dejó preguntas que van más allá de la expresión artística y se asientan sobre el poder de Calle 13 para manejar los medios y producir hechos en una esfera donde lo comercial se mezcla con consignas políticas desgastadas y los hechos hablan más que las palabras.
La llegada a las redacciones de una fotografía donde Residente posa, vaso de mezcal en mano, junto a Beto, el fanático agredido por el cantante durante su presentación en el Vive Latino (enviada por la poderosa disquera Sony Music), habla hasta qué punto estos muchachos “revolucionarios” son conscientes del valor de la imagen en su oficio.
“Gracias, Beto, por las disculpas, son simultáneas! Gracias por brindar contra el amarillismo. Saludos a la familia!”, escribió René en las redes sociales, en un mensaje que suena a cualquier cosa menos a disculpas sinceras.
El fin de semana pasado del Vive Latino, Calle 13 cantaba en uno de los escenarios cuando de pronto un hombre subió al escenario e intentó abrazarlo por la espalda. René reaccionó con una fuerte e instintiva agresión mientras el personal de seguridad corría a quitar al fanático.
Lejos de la autocrítica por su reacción al fin y al cabo humana, lo que a Residente le molestó fue “el modo” en que la prensa trató el tema del golpe a su seguidor.
“El titular pudo haber sido: desconocido agrede a vocalista de C13 irresponsablemente, pero este suena mejor: René golpea a fan!”, dijo.
“Si aparece el fan por acá o alguien lo conoce, lo invito a unos mezcales. No lo recuerdo bien, pero si me ahorca de nuevo lo puedo reconocer”, agregó en Twitter.
Más allá de los apuntes destinados a decirles a los periodistas cómo deben escribir sus titulares o cómo tienen que emitir las noticias alrededor de Calle 13, un acto de soberbia inusitada si se tienen en cuenta las ideas de izquierda benevolente que dice cultivar el cantante, el acto reflejo es un lugar común en figuras mediáticas de su tamaño.
A tal punto es así, que desde dicho episodio, Residente es llamado el “Diego Luna de la música”, en referencia al famoso actor y director mexicano, quien esgrime en formas constante ideas cercanas a los intereses de los más desprotegidos, no obstante lo cual es autoritario y déspota en el trato con la prensa; al mejor estilo priísta confecciona listas negras donde incluye a aquellos profesionales de los medios que no le caen bien.
A Luna, quien dirigió para Calle 13 el video de la canción “El baile de los pobres” en 2011, las ganas de cambiar el mundo no le alcanzan, por ejemplo, para respetar el trabajo del prójimo y llegar a tiempo a sus compromisos, como lo demostró en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, donde por “estar ensayando” hizo esperar más de una hora al público que fue a escucharlo leer cuentos del israelí Etgar Keret.
Es curioso que, al mejor estilo de las teorías conspirativas que en el siglo XX han alimentado la sangrienta y no por ello menos absurda Guerra Fría, para estos artistas de izquierda militante no importan los hechos sino la forma en que esos hechos son tratados por la prensa que siempre en su visión los sacan de contexto y cultivan una mirada amarillista en busca del escándalo.
Residente y Calle 13 parecen saber, entre muchos otros de sus iguales, de qué manera un profesional de los medios debe ejercer su oficio. ¿Aceptarían como contraparte que esos periodistas les dieran instrucciones de cómo cantar o cómo actuar, teniendo en cuenta de que en ninguno de esos dos casos han mostrado cualidades indiscutibles?
Hay hechos que ni el manejo de la información a su antojo o no pueden transformarse: si llegas tarde, llegas tarde. Si golpeas a un fan, golpeas a un fan.
SIEMPRE HAY UN DISCO QUE PROMOVER
En este punto, conviene detenerse a observar qué hay detrás de cada uno de los gestos mediáticos de Calle 13. En este caso, se trata de un disco, Multi-Viral, gestionado por la multinacional Sony mediante una muy ensamblada maniobra de marketing que comenzó mucho antes de que diera a la luz el material.
Los ganadores de 21 Grammy (dos estadounidenses y 19 latinos) son artistas de mercado, aun cuando sus consignas se alimenten con la más rancia ortodoxia de la izquierda. Vale decir, en la expresión de sus ideas políticas, los puertorriqueños se destacan por haber rescatado del olvido ideas que la propia militancia había olvidado.
Hay un mérito sin duda en esa frescura para abrazar consignas que no remiten sólo a las modas y acercarse a artistas que nunca han claudicado en sus posturas políticas, como Calle 13 lo hizo con Mercedes Sosa, la fallecida cantante argentina que grabó con el dúo una inolvidable y exquisita –por qué no decirlo- versión de “Canción para un niño en la calle”, de Armando Tejada Gómez.
También se han acercado al escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de Las venas abiertas de América Latina, un libro proverbial en las luchas guerrilleras de los ’70 en Latinoamérica y a quien Sony describe en un comunicado de prensa como “uno de los más grandes pensadores de nuestro tiempo”.
Un punto aquí: ¿por qué todo lo que Calle 13 toca se pasa por el colador de su disquera, donde las consignas adquieren un estatus plástico y un tufo marketinero insoportable?
Galeano fue contratado por Calle 13 como primoroso promotor de su disco Multi-Viral. “Los invito a caminar por la calle 13. Les aseguro que lo van a pasar muy bien, acompañados por las voces del disco Multi-Viral”, dice el normalmente parsimonioso y austero escritor montevideano.
La invitación de Galeano dio entrada a la presentación de “El aguante”, primer sencillo del álbum, un tema escrito e interpretado por René Pérez Joglar (Residente), dirigido y producido musicalmente por Eduardo Cabra Martínez (Visitante) y grabado por John Blais, ingeniero de sonido del estudio Música Satánica, ubicado en San Juan, Puerto Rico.
“La letra (“El Aguante”) nació gracias a las influencias musicales celta-irlandesas. Irlanda tiene fama de ser un país lleno de tabernas (pubs) y de gente feliz, que trabaja duro; peculiarmente capaces de tolerar la bebida. Pero además, se los identifica con la resistencia. Basándome en esto, establecí una analogía con todo lo que hemos aguantado, todo lo que estamos aguantando y lo que nos falta por aguantar como seres humanos”, dijo Residente en un comunicado de prensa distribuido por su disquera.
En el tema, Residente narra una secuencia en la que describe las distintas formas en que la humanidad aguanta, permite, se moldea, lucha y se sobrepone ante las circunstancias que le toca atravesar.
“El Aguante” habla de ciencia, anatomía, hambruna, guerras, represión social, racismo, embates de la naturaleza, fenómenos astrales, los modelos económicos y el orden político-social; los bombardeos atómicos, el abuso de poder, las dictaduras y las ejecuciones.
CON JULIAN ASSANGE Y SILVIO RODRÍGUEZ
Siempre atentos a producir acontecimientos mediáticos de alta envergadura, los puertorriqueños echaron mano también de personalidades tan diversas como trascendentes en sus respectivos universos.
Uno de esos hechos es la unión con el legendario cantautor cubano Silvio Rodríguez, con el que cantan “Ojos de color sol”.
En la reciente visita que el artista isleño realizó a nuestro país tuvo sólo palabras de elogio para Calle 13. “Me identifico con ellos no sólo por sus posturas ideológicas, sino también por la creatividad que demuestran en sus discos, se ve que no son conformes, trabajan mucho las cosas”, dijo Silvio en una conferencia de prensa llevada a cabo en el Auditorio Nacional.
Para Multi-Viral, también se unieron a Julian Assange en el tema que da nombre al disco y que gira alrededor de la manipulación mediática y la desinformación, asuntos que preocupan mucho al dúo.
Aparecen Kamilya Jubran, músico e intérprete israelí-palestina y uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, según la revista Billboard, Tom Morello (Rage Against the Machine, Bruce Springsteen).
El indio nativo-estadounidense Vernon Foster participa en la pieza “Un buen día para morir”, inspirada en un cántico indígena que explica la reconciliación entre el tiempo vivido y la trascendencia a otro plano después de la muerte.
Foster aparece también en los coros de “Respira el Momento” junto a la rumana Ioana María.
José Cabra, padre de “Visitante”, quien además de tener una carrera como publicista ha sido desde siempre un músico de vocación y multi-instrumentista, participó en la grabación de la guitarra eléctrica con la que ejecuta un solo de guitarra en el tema “Gato que avanza, perro que ladra”.
La publicidad del disco estuvo condimentada por la destrucción a batazos del automóvil de lujo, un Maserati, propiedad de Residente, quien luego lo lanzó por un acantilado a manera de protesta contra el materialismo, el consumismo y la violencia.
“Creo que el mensaje que le estoy enviando a los niños y a la juventud al destruir mi propio carro, que en algún momento representó el exceso ostentoso en mi vida, vale infinitamente más que cualquier carro costoso”, dijo el cantante puertorriqueño.
La destrucción del Maserati ilustra el video de la canción “Adentro”, dirigido por Kacho López, cineasta que explicó que el auto fue adquirido por René poco después de ganar fama internacional y que está valuado en 2 millones 289 mil pesos mexicanos.
“El hecho de que la sociedad consumista en que vivimos, aun en tiempos de crisis y de que cada uno de nosotros como individuos le sigamos dando tanto valor a estos lujos excesivos, ha traído como consecuencia que muchos jóvenes estén literalmente matándose por ellos”, destacó Residente.
El videoclip de “Adentro” fue rodado en Arizona, donde el vocalista recibió el bate del legendario jugador estadounidense de béisbol, Willie Mays.
“Durante la grabación del video me reconecté con mi niñez, mi juventud, con mi base en el deporte como jugador aficionado y con esa experiencia que tenemos los que hemos practicado algún deporte desde niños, de ir aprendiendo de la vida (no quizás tanto en la escuela), sino a través del esfuerzo, la dedicación, y de saber ser un buen compañero de equipo”, afirmó René.
Entre tanto mensaje político, entre tanta militancia social, ¿dónde queda la música? Con su habitual ironía inteligente, el periodista mexicano Hugo García Michel, director de la legendaria revista La Mosca, suele decir que lo que hace Calle 13 es “reggaetón castrista”.
Castrista o no, a juzgar por la reciente actuación del dúo en el Vive Latino, no cabe duda de que lo suyo es el reggaetón básico, poco evolucionado, sin sofisticación ni riesgo musical alguno, donde lo importante es lo que se dice más que cómo se formula dicho mensaje.
¿Es un asunto generacional? ¿Los nuevos oyentes requieren de alguien que proteste por ellos, que enuncie sus necesidades, más que de solvencia artística y genuina ambición musical?
Si lo que importa es el mensaje, ¿no es mejor buscar representantes de esas reivindicaciones en verdaderos agentes de cambio y no en figuras del pop movidas por la internacional Sony?
Dicho en otros términos: ¿Le crees realmente a Residente?
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