sábado, 6 de junio de 2015

Lila López; prevenir el alzheimer social y cultural

 
 
Por: César Delgado
 
Alexandro Roque, -escritor, editor y promotor potosino, entre otras linduras- me puso a pensar entre la memoria y el olvido, con un texto escrito por él dos años antes, y recientemente llegado a mis manos.
 
 
Ni que San Luis Potosí estuviera tan lejos de Rosamorada, suponiendo que no hubiera estas cuestiones de la Internet. Una muñeca (“La tomatera” del son creado por Alicia Montaño) que hizo Hortensia López Gaxiola allá en Guasave, Sinaloa, me llegó en cinco días.
 
 
El texto de Roque: “Tres propuestas para paliar la desmemoria en San Luis Potosí” (Por el amor al arte. Arte y cultura para todos. ¡Ufffff qué nombre tan anticlimático!). Sirvió exactamente para lo que no debía de haber servido.
 
 
¡Para qué se olvidaran de Lila López (México,D.F. 1933-San Luis Potosí 2001) sobre todo en los sectores oficiales: léase Coordinación Nacional de Danza (CND) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) que encabeza Cuauhtémoc Nájera.

II

Lila López fundó el Primer Festival Nacional de Danza en 1981. Actualmente existen en el país cerca de 50 festivales “capitaneados”, “controlados”, “manejados” o “manipuleados” por la CND. Cuyo presupuesto de este año es incierto, aunque ya se han realizado varios de ellos. Parece ser que el presupuesto federal se seguirá manejando a discreción. Así como el de las compañías participantes aunque se diga que hay una tarifa única.
 
 
No se requiere ser una “doctora de la danza” de las que parten el queso en varias instancias oficiales, para darse cuenta que este gran movimiento –al menos en número- de festivales mexicanos de danza, existe gracias a ese pequeño festival que se atrevió a fundar Lila López y que fue creciendo poco a poco hasta constituirse en uno de los festivales de danza más importante del mundo.

III

Alexandro Roque, periodista parsimonioso, en el citado texto habla de que: “Las estatuas en las plazas (de San Luis Potosí) han tenido su ración crítica, no se si con razón, pero en la tónica de motivar el recuerdo o prevenir el alzheimer social y cultural, ¿por qué no colocar una estatua de Lila López en la explanada del Centro de Difusión Cultural Raúl Gamboa? La alameda estaría de fiesta, oculta por obras como ha estado tanto tiempo”.

El titular de la CND está muy ocupado atendiendo al mismo tiempo tres cargos (los tres con sueldo): la CND en la Ciudad de México y en Culiacán: las clases de ballet clásico de la Escuela de Danza Contemporánea de Sinaloa y la asesoría de Danza Joven de Sinaloa. Ah…. Y por cierto, como lo que le sobra es tiempo a este funcionario, en el pasado Festival Internacional de Danza José Limón ofreció una clase magistral.
 
Entonces, que la comunidad dancística nacional organice lo relacionado con la estatua de Lila López. ¿Quien participe en esta comisión pedirá una beca al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) para realizar dicho trabajo?.
 
¡Ah…!

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