sábado, 2 de diciembre de 2017

Poesía de Monoblock


Por: Sonia Ávila

En 1971, Juan José Gurrola caminó por la calle Bucareli en busca de un monoblock –pieza de motor de auto que aloja los cilindros-. En la caminata lo acompañó su amigo Gelsen Gas quien fotografió el recorrido hasta encontrar la pieza de hierro que luego el artista guardó en un refrigerador industrial como una burlacrítica al Tratado de Bucareli de los años 20, una suerte de precursor del Tratado de Libre Comercio.

La escultura hizo de escenario para el performance de Gurrola en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes del 29 de noviembre del mismo año. Caracterizado como un mecánico, el también dramaturgo y escritor presentó Poemas y textos sin elocuencia: Monoblock, acompañado de Tina French y Jan Kessler. Una escenificación que cuestionaba el control de Estados Unidos sobre México a partir de este tratado. Criticó, con la ironía de su arte, la relación de poder y dependencia entre ambos países, aún tan vigente en el presente.

Más de cuatro décadas después de la presentación, el performance, la escultura y la docena de fotografías de Gas se presentarán en la Casa Luis Barragán en el marco de los proyectos de Estancia FEMSA. Con el título Monoblock, se ofrecerán dos sesiones del performance –el 1 y 2 de diciembre– y hasta el 28 de enero de 2018 se exhibirá la escultura con la serie de imágenes del también artista plástico Gas que documentan la acción de Gurrola.

DUETO Juan José Gurrola realizó una caminata por Bucareli acompañado del artista Gelsen Gas, quien lo documento.
Recuperar la pieza responde a una reflexión sobre el contexto sociopolítico actual entre México y Estados Unidos, señala Eugenia Braniff, curadora de Estancia FEMSA. Pues el proyecto de Gurrola provoca un análisis sobre la dependencia mexicana con el país del norte, y cómo desde antaño la mano de obra nacional ha sido productora de materia prima que después vuelve al mercado con etiqueta estadunidense.
“Más que un poema es un performance de 50 minutos donde dos mecánicos y un mimo hablan sobre esta situación, lo hacen en un tono muy cotidiano y es una burla, una queja de lo que sucedió en los 60, cuando los gringos vienen a aprovecharse. Lo grotesco, la burla y lo simpá- tico del texto de Gurrola hace que sea aun más vigente su reflexión”, advierte Braniff sobre la pieza que en 2013 fue parte de la novena Bienal do Mercosul en Porto Alegre, Brasil. En esa ocasión participaron como lectores Tina French y Edwarda Gurrola, y Mauricio Marcin como mimo

En la Casa Luis Barragán, las dos sesiones del performance las realizarán Tina French, Nora Manneck y Ariane Pellicer. Además de evocar la voz de Gurrola a partir de los archivos sonoros resguardados en su fundación. Y hasta enero se podrán ver las fotografías de Gas y la escultura de monoblock, obra que pertenece a la Colección FEMSA.

La Colección FEMSA. La propuesta de Gurrola fue una reacción al Tratado de Bucareli que en realidad fue el acuerdo Convención Especial de Reclamaciones que Estados Unidos y México firmaron en 1923. Se decía que el acuerdo era una prohibición para que nuestro país desarrollara y produjera maquinaria especializada y de precisión como motores automotrices. Entonces se entendió como un ejercicio de dominación imperialista estadunidense.

“Esta idea está aún presente, y creo que la obra de Gurrola en ese sentido sigue aportando. En este momento que vemos que la fronteras se hacen evidentes, este acuerdo que podía verse como precursor del Tratado de Libre Comercio se vuelve más vigente, entonces vemos a un Gurrola con pensamiento más moderno de lo que creíamos, ideas sofisticadas con las que todo el tiempo quería provocar crítica”.

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