jueves, 24 de enero de 2019

La ciudad que surge de los restos del volcán




Por: Ricardo Quiroga

Este sábado 26 de enero, el Museo Experimental El Eco da inicio a su ciclo de exposiciones del 2019, vinculadas una con la otra en términos coyunturales, con la inauguración de dos muestras: Piedra volcánica, un trabajo hecho por el fotógrafo Pablo López Luz ex profeso para la pinacoteca del Museo El Eco, y Decir densidad mineral, un recorrido por la distintiva obra acromática de la artista plástica Beatriz Zamora.

Para dar espacio explicativo suficiente para ambas exposiciones, esta nota se limitará a abordar la primera propuesta expositiva y en una entrega próxima se dará espacio para la segunda mencionada.

Piedra volcánica

En la Sala principal del museo diseñado por Mathias Goeritz en este momento se monta Piedra volcánica. Son 52 obras fotográficas en blanco y negro. Una de ellas, la única más grande, mide 40 por 50 centímetros. Se trata de la imagen del volcán Paricutín que dará la bienvenida a los visitantes en la recepción de la planta baja del recinto. Las otras 51 miden 30 por 40 centímetros y se alinean en un horizonte bien definido que parte en dos los altos muros de la sala.

Es un ensayo fotográfico que propone exhibir la tensión formal entre naturaleza y urbanización en distintos tiempos de la Ciudad de México. Da constancia de la arquitectura, la rugosidad de los muros y la convivencia arquitectónica y natural en terrenos sinuosos de zonas de la urbe, como la del Pedregal, cuyo terreno característico fue creado por la erupción del volcán Xitle hace aproximadamente 1600 años.

Esta documentación fotográfica se remonta a los distintos proyectos de urbanización de la ciudad a partir de las piedras volcánicas de la región. Permite estudiar, casi que con lupa, cómo la conquista del terreno volcánico del México posrevolucionario germinó una propuesta arquitectónica modernista única.

Un triunfo y un desafío

Al respecto, el artista gráfico Pablo López Luz explica: “en una conversación con David Miranda (curador de la muestra) y con el equipo de El Eco, surge la idea de montar una exposición que estuviera conectada al espacio en sí y a su arquitecto. De ahí surge el proyecto que parte de la piedra volcánica como un elemento presente a través de la historia de la Ciudad de México, desde la primera arquitectura que se conoce, hasta la contemporánea: las pirámides de Teotihuacan o Xochicalco y la remodelación que actualmente se hace del Museo Anahuacalli con piedra volcánica”.

Recuerda que la temática se pensó, de inicio, en los años en que Goeritz diseñó El Eco, que eran los mismos del auge de la piedra volcánica como material recurrente de la expansión de la ciudad, en particular, del desarrollo del Pedregal y de la construcción de Ciudad Universitaria, a partir de la década de los años 50.

“Más adelante, trabajando en el proyecto, empiezo a pensar en otros espacios más contemporáneos o antecesores. Me doy cuenta que (la piedra volcánica) está presente en toda la historia de la ciudad. Entonces decidimos abrir la temática hacia una narrativa que está presente desde que la ciudad se imagina por primera vez”, señala.

Más tarde fue a partir de textos sugeridos por el curador, recuerda López Luz, que decidió agregar a la propuesta narrativa visual una problemática urbana y no únicamente la de un paisaje. De ahí que las fotografías también den constancia sobre los efectos de la presencia humana irreversible, y su crecimiento, como desafío del otrora paisaje natural.

Explica que “las imágenes están muy bien seleccionadas. Dan una muy buena lectura del proyecto. Hay imágenes de paisajes, porque el proyecto inicia desde el volcán; hay de jardines de lava, hay un enfoque muy fuerte en la parte arquitectónica y, de repente, hay únicamente muros y fachadas”.

Un horizonte

La manera como se plantea esta primera exposición, que podrá visitarse en la Sala principal hasta el 24 de marzo, está pensada como una instalación. “Es un hilo conductor. Una línea que corta a lo largo del espacio con una narrativa específica fotográfica. Las imágenes van cambiando: te van llevando por diferentes zonas de la ciudad y también por momentos históricos. El número de imágenes es el específico para El Eco, su tamaño también y el color de los muros, que también se cambió para la exposición. Entran las imágenes exactamente en el muro, lo más cercanas posible, para que se vea esta propuesta dura de una línea horizontal que lo parte”, finaliza.

En una tercera sala, el Museo Experimental El Eco presentará una serie de documentos históricos relacionados con el tema del desarrollo urbano a pesar y a partir de la piedra volcánica que ayudarán al espectador a dimensionar el linaje de la problemática, de la misma manera que se exhibirá obra gráfica de los artistas Dr. Atl, David Alfaro Siqueiros y Lucas López, así como de  los fotógrafos Arno y Bruno Brehme.

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