domingo, 26 de mayo de 2019

La coreógrafa Erika Torres pondrá el movimiento caribeño en la ópera Salsipuedes de Daniel Catán



La codirección escénica de Luis Martín Solís, y la coreógrafa y bailarina reúnen experiencia compartida de 20 años.

Debido a la experiencia acumulada al trabajar para las artes escénicas y la música, la coreógrafa y bailarina Erika Torres encuentra enSalsipuedes una característica evidente e importante a destacar y es la manera de trabajar con las palabras: “Encuentro que a partir de la orquestación del maestro Catán y de su manera de utilizar las voces se disfruta plenamente la palabra.

“Aquí nos encontramos con dos tradiciones: la operística y la música afrocubana. Su manera de vincularlas y su interés por desarrollar la ópera en español se refleja en esta composición totalmente lograda, que lo colocan como un estupendo compositor y un gran representante de la música mexicana de todos los tiempos”, explicó.

Por otro lado, comentó que la puesta en escena toma en cuenta a ese amplio público que es visual, por lo que, dijo, “va a haber mucho donde reposar los ojos, sobre todo en la escenografía, en la iluminación, en el vestuario, en la coreografía; todos nuestros creativos trabajan en una compañía muy cohesionada con el objetivo de llegar a buen fin. El director del coro y el director musical están trabajando para lograr un gran espectáculo”.

La ópera Salsipuedes o el amor, la guerra y unas anchoas de Daniel Catán cuenta con ciertos elementos que la distinguen, como los ritmos caribeños y las melodías cadenciosas, por lo que el autor dispuso de una orquestación en la que una gran sección de percusiones tiene presencia preponderante, tanto en el corpus orquestal como en el escenario, además de las secciones de maderas y metales y uno que otro instrumento de cuerdas.

Ante una obra de tales características, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) invitó al director de escena Luis Martín Solís para llevar a buen puerto esta producción de la Compañía Nacional de Ópera. Junto a él destaca la participación de la bailarina y coreógrafa Erika Torres, responsable de la coreografía y de la codirección de la puesta en escena.

La también investigadora de danza es experta en el tema, pues ha realizado coreografías para las obras Aires violentos, de Juan Trigos;Balada de los quetzales y Balada del venado y la Luna, de Carlos Jiménez Mabarak; Danzas en el carapacho del armadi-yo, Danzas macabras, Laberinto (ballet plástico), La novia, Como Dr. Jekyll y Mr. Hyde y A Sea of Seven Colors, entre otras, presentadas algunas de éstas en el Teatro del Bicentenario de León y en el Festival Internacional Cervantino.

En entrevista, Erika Torres comentó que llegó a esta producción operística porque ha trabajado junto a Luis Martín Solís desde hace más de 20 años. “Me he presentado en espectáculos de danza en el Palacio de Bellas Artes, incluso he ganado premios ahí, pero esta es la primera vez que hago la coreografía para una ópera completa en este recinto.

“De hecho, dijo, concebimos nuestro trabajo como una codirección. Obviamente, él dirige más porque tiene a su cargo todo el montaje, pero en el caso de la codirección escénica, desde el punto de vista dramatúrgico, es como si estuviéramos pintando, él hace el apunte y yo hago la filigrana”, agregó.

Me parece que Luis Martín es una persona culta —comentó Torres—, ha hecho teatro, danza y ópera, y esa multidisciplinariedad la refleja cuando está dirigiendo. Todo esto a mí me permite aprender cada vez más, conocerlo e intuirlo y trabajar mejor.

Sobre cómo ha sido trabajar con Luis Martín Solís, la bailarina dijo que “él es un director que tiene muy claro lo que quiere y es muy atento y amable al comentar sus ideas. Por otro lado, nos da mucha libertad a la hora de crear. Por ejemplo, soy una coreógrafa que trabaja con la diversidad del intérprete y disfruto de las virtudes de cada uno de los bailarines, figurantes y el coro”.

Erika Torres informó que en la codirección de escena interviene en todos los aspectos de la ópera, ya sea para definir el trayecto, limpiarlos personajes a partir del movimiento, el timing e incluso resolver escenas desde otro punto de vista: el de mujer y coreógrafa. “Así hemos trabajado durante 20 años”, expresó.

En Salsipuedes o el amor, la guerra y unas anchoas, de Daniel Catán, participan los cantantes mexicanos: Ángel Macías, Liliana Aguilasocho, Josué Cerón y Mariana Sofía García en los personajes principales, acompañados por Luis Alberto Sánchez, Alejandro Navarrete, Rodrigo Petate, Armando Gama, Alan Pingarrón, Angélica Alejandre, Arisbé de la Barrera y Enrique Ángeles.

La dirección de escena está a cargo de Luis Martín Solís y la dirección concertadora es de Ricardo Jaramillo. La escenografía es de Jesús Hernández, la iluminación de Rafael Mendoza y el vestuario y maquillaje de Sara Salomón y Cinthia Muñoz.

Participan, también, el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, el primero dirigido por los maestros Luis Manuel Sánchez Rivas y Alfredo Domínguez. Las funciones serán los días 26, 28 y 30 de mayo y 2 de junio, a las 20:00 los martes y jueves y a las 17:00 los domingos.

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