Por: Leticia Sánchez Medel
Soñaba con ser futbolista, pero el arte y la música se interpusieron en su camino. Jazzamoart cuenta con enorme entusiasmo y con lujo de detalle la manera en que, como defensa, lograba desviar los balones que estaban a punto de vencer al guardameta de su equipo.
Incluso en su estudio tiene una portería, en sus tiempos libres este espacio dedicado a la creación se transforma, con todo y pasto sintético, en una cancha en la que juega al balompié con sus nietos.
Y es aquí donde Jazzamoart, Francisco Javier Vázquez Estupiñán, platica con M2 acerca de la celebración por su cumpleaños 70, que festejará con siete exposiciones que tendrán lugar en Ciudad de México e Irapuato, Guanajuato, el lugar que lo vio nacer.
Jazzamoart dice que el colofón de esta celebración sería montar una muestra en el Palacio de Bellas Artes, porque “es de la chingada exponer cuando ¡ya te llevó el carajo! Si algún día se hiciera esa exposición me la imagino de gran formato, una pequeña retrospectiva con pintura reciente. Claro que me pongo ambicioso porque sé que lo llenaría, ya que durante la pandemia del coronavirus he duplicado mi producción artística”.
Artista interdisciplinario, Jazzamoart se asume como un tlacuilo –en alusión a los pintores y cronistas prehispánicos– delante de su más reciente obra monumental, Códice 70, conformado precisamente por el mismo número de telas en pequeño formato.
“Es una especie de códice. En ese sentido soy una clase de tlacuilo contemporáneo narrando la bitácora de mi vida, mi ruta de acción en la farándula en esta aventura existencial”.
Dice que de sus 70 años, los primeros cinco representan “el misterio de su vida” porque no atesora recuerdos, aunque en su memoria siempre estará presente que casi para cumplir los seis, su papá les hizo, a él y a su hermano, como regalo de Día de Reyes, un taller en miniatura que lo encaminaría a explorar el universo de la pintura. En él encontró su vocación, esa que lo ha llevado a presentar su obra alrededor del mundo en más de 500 exposiciones colectivas e individuales.
La primera exposición será al alimón con Armando Romero, Diálogo de pintura, en la Galería Urbana de Ciudad de México, a partir del 26 de mayo.
La siguiente está prevista en la Fundación Sebastián, donde montarán obras de formato mayor a partir del 27 este mes. “Será una pequeña mini biografía de pinturas, que significan mucho en mi carrera porque fueron como un parteaguas en el desarrollo de mi estilo”.
El día de su cumpleaños, el 28 de mayo, intervendrá una camioneta en la que hará un recorrido jazzero por San Pedro de los Pinos, en compañía de la música en vivo de Gabriel Puentes en la batería, Diego Maroto en el sax, y Luri Molina en el contrabajo. “Como no puedo hacer la gran pachanga que me gusta, tendré que hacer algo en la calle, pero igualmente intenso”, dice.
El festejo se extenderá hasta Irapuato con tres exposiciones a partir de julio: en el Teatro de la Ciudad, el Museo de la Ciudad y el Centro Cultural CREA.
También se sumarán las muestras: Antro de las mil ventanas, en la Galería MAD en Santa Fe, el 3 de junio, y Forte-Piano, un encuentro de amistad y arte con Eloy Tarcisio, en la Alcaldía Tlalpan, partir del 5 del mismo mes.
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