viernes, 9 de julio de 2021

Concierto virtual de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí a través de YouTube


Como parte de la programación virtual #CulturaVivaEnCasa que presenta la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí durante la pandemia, a partir del viernes 9 de julio estará disponible vía streaming el concierto de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí interpretando la Suite no. 1 de “Arias y Danzas Antiguas”, de Ottorino Respighi, así como la Cuarta Sinfonía, de L.v. Beethoven, programa que se grabó el 7 de mayo pasado en el Teatro de la Paz y que podremos ver a través de su canal de YouTube de la OSSLP: bit.ly/3pEL7nV

Respighi pasó buena parte de su vida buscando y coleccionando música antigua, fundamentalmente italiana, editándola y arreglándola para su publicación y moderna interpretación, pues afirmaba que “el genio italiano se halla en la melodía y la claridad. Hoy es perceptible un retorno a la menos sofisticada música del pasado; en armonía con los modos eclesiásticos, en forma de suite de danzas”. Así crea las tres suites neoclásicas “Antiguas arias y danzas para laúd”, o “Arias y Danzas Antiguas”, y cuya Primera Suite escucharemos para iniciar este concierto. Ottorino se basó para realizar esta obra en piezas francesas e italianas de los siglos XVI y XVII (extraídas en su mayor parte de transcripciones efectuadas en el XIX por Oscar Chilesotti). Tras la muerte de Respighi, su viuda, Elsa, las adaptó en 1937 para un ballet y de ahí se extrajeron las tres suites que actualmente conocemos.

Luego escucharemos la Cuarta Sinfonía, de Beethoven. Situada entre la gran Sinfonía No. 3, "Heroica”, y la icónica Sinfonía No. 5, y rodeada además por grandes obras como la Sonata "Appassionata", Op. 57, los tres Cuartetos Razumovsky, Op. 59, la ópera “Fidelio”, Op. 72, el Concierto para piano nº 4, Op. 58, y el Concierto para violín, Op. 61, a la Cuarta Sinfonía  los historiadores y comentaristas de la música no le han dado la importancia en el aspecto técnico y extra musical que conlleva al formar parte del "ideal sinfónico" de Beethoven; quizá sea porque a esta Cuarta Sinfonía le falta la catarsis psicológica de las exigencias intelectuales titánicas de la “Heroica” y de la Sinfonía No. 5, es como un puente de relajación entre ellas, pero su franqueza y poder clásicamente contenido la convierten en una partitura que el propio Robert Schumann, definió como: “una doncella griega entre dos gigantes nórdicos”.

Escrita en el verano de 1806, época de gran felicidad para el compositor, pues se hospedaba en la residencia que la condesa Josephine von Brunswick y sus hermanos tenían en Martonvásár, Hungría. Cabe recalcar que Beethoven estaba motivado por el amor (no correspondido) hacia Josephine (algunos historiadores la consideran su Amada Inmortal) y aunque está dedicada al conde Franz von Oppersdorf, el intenso amor hacia Josephine le permitió escribir esta Cuarta Sinfonía como un estudio sobre la serenidad “toda ella es la aceptación beethoveniana de la vida”, consideró el director de orquesta austriaco Josef Krips.

La Sinfonía número 4 de Beethoven fue estrenada junto con la obertura Coriolano, opus 62, en marzo de 1807, en un concierto privado que se efectuó en el palacio del príncipe Lobkowitz, en Viena y no pocos críticos la consideran, desde el punto de vista formal, la más perfecta sinfonía de Beethoven.

 

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