miércoles, 10 de abril de 2024

En ballet “somos mucho más fuertes que en otros deportes"

Valeria Mariaud Range interpretando a Kitri, que interpretó con el Ballet Nacional de Cuba en el año 2022.



Por: Reyna Paz Avendaño / @REYNISAPAZ

Tener pasión por tu profesión y ser constante en tu quehacer diario son los motores que impulsan cada paso de Valeria Mariaud Range, nombrada recientemente primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND). En entrevista, la artista escénica platica sobre la fortaleza física que requiere el ballet y las mejoras que le gustaría ver para la danza en México.

“Ser primera bailarina fue el sueño que tuve de niña, desde que empecé a estudiar danza, llegar ahora a este nivel es haber hecho realidad ese sueño y claro que me costó, fueron muchos años de trabajo y esa es la satisfacción, saber que pude lograrlo. También creo que es mucha responsabilidad y compromiso”, comparte.

A Mariaud Range le emociona saber que bailará todos los roles principales dentro de los ballets clásicos y el resto del repertorio de la CND, también existe la posibilidad de aprender de coreógrafos destacados que monten proyectos en México, todo a favor de mantener una exigencia técnica.

“Lo que sigue en escena es ‘Don Quijote’, me tocaría interpretar el papel de Kitri y también el de Mercedes, esas funciones serán en junio en el Teatro de las Artes”, indica.

La bailarina narra que su pasión por la danza inició a los 5 años, en una academia de ballet a la que acudía por pasatiempo. “A los 9 años, el maestro le dijo a mi mamá que tenía ciertas habilidades y condiciones, entonces me inscribieron en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, pasé todas las pruebas y estuve estudiando de los 10 hasta los 16 años”.

Su formación continuó en el Miami City Ballet, donde logró una beca para el verano en el Joffrey Ballet School y ganó pase al Youth American Grand Prix en Nueva York. Después ganó el segundo lugar en el Concurso Infantil y Juvenil de la Ciudad de México en 2015 e ingresó a la Compañía Nacional de Danza en 2017 con 16 años, en 2018 fue ascendida a corifeo y en 2019 a solista.

–¿Cuáles son tus roles favoritos?

–Uno que a toda bailarina clásica le gustaría bailar es Giselle y justo el año pasado lo pude estrenar en la UNAM, fue otro de mis más grandes sueños hecho realidad. En el ballet “Don Quijote”, Kitri ha sido de los roles más bonitos que he tenido, le guardo un cariño especial porque fue la primera obra con la que tuve la oportunidad de hacer un ballet completo como principal y después, con ese mismo rol, me invitaron al Ballet Nacional de Cuba en el año 2022.

Para Mariaud Range el principal elemento de la danza es la pasión. “Una vez que tengas claro lo que realmente te gusta y te apasiona, vienen muchos factores que son importantes: constancia, consistencia, disciplina, compromiso y la confianza. Aunque lo primero es que te guste realmente lo que haces”.



“Tuve la oportunidad de salir a varios concursos en otros países…, pero no todo el mundo tiene esas oportunidades, dice Valeria Mariaud.  INBAL



–¿Qué mejora te gustaría ver para la danza en México?

–Tuve la oportunidad de salir a varios concursos en otros países para observar el trabajo de diferentes bailarines y eso me abrió el panorama, pero no todo el mundo tiene esas oportunidades, entonces creo que en una etapa formativa sí me gustaría que los alumnos tuvieran esas experiencias, el poder tomar clases con diferentes maestros de otros países o clases magistrales.

También tener más funciones en la escuela y más acercamiento al escenario, porque como tal teníamos dos o tres temporadas al año y es importante el acercamiento al foro porque estar ahí genera más confianza y seguridad.

En la etapa profesional, agrega la bailarina, sucede lo mismo. “Bailamos mucho más, pero estaría bien tener otras visiones, tener maestros invitados y otro tipo de repertorios. Aunque últimamente creo que sí ha pasado”.

Uno de los estereotipos que existe sobre el ballet es que es una actividad para personas delicadas, sin embargo, Mariaud Range lo desmiente.

“El público ve a una bailarina con tutú y puntas, la miran muy delicada, pero realmente no conocen lo que es un entrenamiento profesional, ensayar todos los días seis horas al día. Somos mucho más fuertes que en otros deportes, siempre estamos moviéndonos. La gente no conoce cómo es el proceso de ser bailarina profesional y piensa que somos princesitas que no hacemos nada, a veces aguantamos dolores de pies, lesiones, ampollas y muchos otros obstáculos para seguir bailando”, narra.

Danzando con Elisa Carrillo

La primera bailarina de la CND estuvo a inicios de mes en la clase masiva de Elisa Carrillo en el Zócalo de la Ciudad de México y sobre ese evento comenta que la experiencia fue “bonita” al ver que a mucha gente le gusta la danza.

“Es abrir la visión de aquellos que no están relacionados con la danza, de que hay muchos que quieren acercarse a este arte. Habemos muchos que nos gusta bailar, que quiere o sueña con ser bailarines profesionales. Eso no había sido tan visible. Creo que para los niños es una motivación tener ese tipo de clases”, señala

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