Por: Roberto A. Valenciano Capín
Victoria de Durango.-Bajo la premisa de refendar un sonido transparente y de calidad que le ha dado su personalidad musical a la Camerata de Coahuila bajo la batuta del Mtro. Ramón Shade, presentó un programa muy balanceado y así como la intervención del talentoso pianista nayarita Alain del Real, de esta manera sumarse a esta fiesta musical propuesta para el Festival Revueltas 2011.
Con una ausencia de cuatro años por esta capital durangueña, vuelve la Camerata de Coahuila para ofrecer una almagama musical que se configuró con obras de: Frank Liszt, César Frank, Astor Piazolla y Eduardo Novelo y tener como escenario el bello Teatro Ricardo Castro.
Siendo uno de los ejes rectores de este programa, festejar los doscientos años del nacimiento del compositor húngaro Frank Liszt, al ser interpretado por el joven pianista Alain del Real ¨Malédiction para piano y orquesta de cuerda, S.121. Una de las primeras obras de su juventud en donde queda decantado el virtuosísmo y la madurez del también pianista nayarita.
Para concluir su intervención con ¨Variaciones Sinfónicas para piano y orquesta, M.46¨ del compositor francés Cesar Frank, nuevamente Del Real asume con sensibilidad y gran talento en esta obra que es considerada como la más influyente y popular de este creador.
Con una invaluable factura de este innovador y revolucionario compositor argentino, Astor Piazzolla. La Camerata de Coahuila asume este reto musical bajo los cánones mismos demarcados por su compositor, aunado a su irreverencia dentro de la concepción de configurar lo sinfónico, la alquimia de tango y el resguardo del talante del jazz, para germinar en esta delicatessen pieza titulada ¨Tangazo: variaciones sinfónicas sobre Buenos Aires¨, muy aplaudida por los duranguenses.
Para finalizar este viaje musical que se lleno del sabor y la cálidez que nos remonta a nuestras planicies a través de la Suite Mexicana del poblano Eduardo Angulo, trazada en cinco cuadros: Jarabe Colimeño, serenata, huapango criollo, vals; la Zandunga-Cielito lindo y Polka. Una obra alegre, viva y que sin más deja transpirar el paisaje nacionalista. Destacándose por su belleza y su tratamiento musical: el jarabe colimeño.
Por varios minutos de aplausos en pie de unos entusiasmados duranguenses, vuelve el Mtro. Shade para agradecer y siendo la mejor forma de hacerlo a través de la música misma , al ofrecer como encore: el jarabe colimeño y la polka.
Simplemente, una exitosa ejecución musical ante un público duranguense que pudo disfrutar de esta magia musical, aún cuando se tuvo una pobre apreciación acústica, ante la falta de una concha acústica que permitiera a los escuchas de disfrutar de la contundencia y calidad musical ofrendada por la Camerata de Coahuila.
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