Por: Roberto A. Valenciano Capín
Victoria de Durango.- Una noche de nostalgia y de decirle adiós con el corazón en la mano a uno de los más perserverantes cantautores y una vida de vocación inquebrantable, siendo el rock su vehículo sustancial de expresión, nos referimos al maestro Miguel Ríos Campaña, pero conocido artísticamente simplemente como Miguel Ríos.
Un Miguel Ríos que ha mantenido esa magia, energía y de entrega por cincuenta años en esta travesía musical, ofreció como un hecho extraordinario para los duranguenses, quien con su gran sentido del humor no sin antes agradecer y comentar; ¨"Estamos encargados de cerrar esta gran noche, es un placer estar aquí por primera vez, será como quien dice mi debut y despedida", dijo el cantante para desatar las ovaciones.
Aun así, su música estará por siempre aún cuando sea esta ciudad una de las afortunadas de ser parte de su gira ¨Bye Bye Miguel Ríos¨ por estas entrañables tierras mexicanas, en sus propias palabras ¨por más de 24 años de visitaros, he dejado muchos amigos y muy bellos recuerdos¨.
Vestido totalmente de negro, el granadino detona desde sus primeras trazos de sus canción que le da entrada, este viejo lobo de mar sabe cómo meterse a la gente en el bolsillo, su sencillez y un peculiar sentido del humor.
'Mike' como le llaman muchos, saludó a Durango que afirma porque esta posicionado como uno de los mejores artistas, al tener como antesala la exposición del video de la canción -'Bye, bye Ríos-.
Sin más el rey del Twist como también se le conoce, lanzó su bumerang musical que contenía ese trayecto musical y que sin mñas hace un perfecto trazo por su vida hecha canción de este decano, con rolitas como:¨-la chica sin sueño-, -Bienvenidos-,-Generación límite-, -Antinuclear-, -Nueva ola-, -en el ángulo muerto- ésta última en razón de aquellos muchos seres humanos invisibles que están en ese ángulo muerto.
Bajo la resonancia de la fusión de funk-soul-rock se detenta la canción de- Yo solo soy un hombre- para provocar que los duranguenses se pusieran de pie y bailar.
Con !bah, que temperatura, hasta se ha cansado el micro! toma algo de aire, al sentirse un poco asfixiado por esta sesión de rolas -Raquel en el burdel- y -cosas que debo a Madrid- detentaron con una gran energía, se voltea y da la espalda a su público, sube sus manos para retomar energía y sin más comenta que va a tocar un poco de blues que los duranguenses solamente dicen bienvenida a - No estas solas- quien se hizo acompañar de un clavel blanco que le fue regalado por su pùblico.
¨Espero que recuerden mi primer éxito allá por 1966¨para ofrecer su rockanrolera canción de -el río- para proseguir con dos circuntanciales piezas que detentan la unidad y almagama de una época; - la reina del keroseno- y- niños eléctricos-.
Para complementar con -el sueño espacial-, -año 2000- y el himno de-el rock de una noche de verano-.
Desde agradecer que hayan venido al concierto a pesar de que llegaron tarde,incidir a que bailaran, se volvieran parte de ese coro y hasta solista en momentos, así como dirigir una alegre ola y de esta manera Miguel Ríos sintieran como suyo este inolvidable concierto.
Aunado a decir en pocas palabras, Miguel Ríos es un animal escénico que se caracteriza por su energía y una gran alegría que en momentos comenta con su público que tiene que tomar aire porque ya esta un poco viejo y no quiere hacer rock ruco.
Lo que parecía ser el adiós definitivo, pero que se dilató con unas acertivas palabras hacia su público que va desde "Durango entra en mi vida" a un "Cantáis de puta madre siempre me acordare de vosotros".
Una nerviosa oscuridad en el escenario que se permeó en su público que se animó cuando resurgió Ríos de una obligada pausa, para dar lugar a tres grandes éxitos: -Todo a pulmón- bajo la intimidad de su voz y el teclado, para después invitar a sus compañeros musicales e interpretar -El blues del autobús- y un masivo coral con-Santa Lucía-.
Otra pausa que fue coreada con el "olé, olé, olé, Miguel, Miguel" para regresar y cerrar con broche de nostalgia para muchos, esta histórica noche con -Rock anda roll bumerang-, -Sábado a la noche- y -Bye, bye Ríos- para despidirse y sellar su pacto musical con esta tierra de Victoria de Durango con la inmortalidad hecha suya -Himno a la alegría-.
De esta manera, con un multicolor carnaval de fuegos piroctécnicos se dieron por concluídos los eventos culturales programados para este espacio de la Plaza IV Centenario del Festival Cultural Silvestre 2011.
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