viernes, 4 de abril de 2014

MUNAL presenta dos siglos del cuerpo masculino en el arte



FERNANDO CHAPA BARRIOS |

El Museo Nacional de Arte, en colaboración con el Musée d’Orsay, ofrece una nutrida exposición sobre las distintas perspectivas estéticas desde las que puede verse el cuerpo masculino. La muestra incluye manifestaciones de la pintura, la escultura, el grabado y la fotografía a partir del siglo XIX.
 
Se trata esencialmente de un recorrido histórico sobre el desnudo como un tema central. Para el desarrollo de la exposición, el Musée d’Orsay en Francia prestó parte de su obra sobre el tema.
 
Asimismo, esta exposición es una adaptación de otra que se presentara en el museo francés de septiembre de 2013 a enero de 2014 con el título de masculin/masculin.
 
La muestra da un recorrido diacrónico por las distintas perspectivas artísticas sobre el desnudo. Para ello se organiza de acuerdo a la apreciación y adaptación del desnudo en el arte. La exposición inicia con la figura del cuerpo como expresión divina. En este punto nos encontramos con obras como La rueda de la fortuna de Brunes Jones, así como las representaciones escultóricas de David o de El ángel caído de Alexandre Cabanel.
 
La muestra continúa con una reflexión del cuerpo masculino como héroe, en la que encontramos representaciones clásicas y modernas de Hércules, además de figuras que consolidaron identidades nacionales. Tal es el caso de la escultura del guerrero tlaxcalteca Tlahuicole de Manuel Vilar, que ya formaba parte de la exposición permanente del MUNAL. Estas representaciones están todavía en la línea del ideal estético del cuerpo masculino. Aquí vemos cuerpos perfectos en escenas de victoria y gloria.
 
Conforme la exposición se desarrolla, la manera de representar al cuerpo cambia para transfigurarse según estéticas más modernas que lo exploran desde puntos de vista menos ideales. Éste es el caso de obras que aprecian al cuerpo desde una perspectiva hiperrealista, o como objeto sufriente. En este último caso encontramos una gran variedad de representaciones pictóricas de Job o de Abel, así como de Ixión en su rueda. El cuerpo, desde estéticas más contemporáneas se ve, por ejemplo, a través de una obra de Francis Bacon. Por último, la exposición reflexiona sobre el cuerpo humano como motivo erótico. En este punto destacan algunas piezas como Finistére del pintor Paul Cadmus o Mercurio de Pierre et Gilles.
 
Además de reflexionar sobre el cuerpo masculino y su percepción a través del tiempo en el arte, la exposición permite comparar la percepción de personajes clásicos, míticos o religiosos a través de técnicas artísticas con pretensiones distintas. Entre los personajes que se destacan se encuentran: Job, Hércules, Mercurio, Abel, San Sebastián, David y Jesús. De estos, quizá los más repetidos son Abel y San Sebastián. Ellos se encuentran tanto como motivos del arte clásico como modelos de las transfiguraciones artísticas de los últimos años. Se trata, pues, de una serie de reinterpretaciones de personajes que atraen por su enorme carga mitológica o simbólica, pero que además se ven modificados por de las distintas representaciones artísticas.
 
La muestra en general es un agrupamiento muy ordenado que nos invita a pensar, por medio de una exhibición franca del cuerpo masculino, sobre su presencia e importancia en el arte, así como sobre la concepción del cuerpo en tiempo. Esto último es importante porque en la muestra, somos testigos de la ilusión de los cuerpos perfectos en acciones heroicas y grandes, así como del desencanto de los cuerpos más naturales que nos exponen como seres imperfectos, e incluso desagradables. Esta exhibición está enriquecida con obras nacionales, pero también nos permite disfrutar de grandísimas obras internacionales, como es el caso de La edad de bronce de Auguste Rodin.
 
Por todo esto, podemos concluir que se trata de una exhibición interesante que despierta nuestra sensibilidad sobre nosotros mismos y sobre el cuerpo como tema artístico. Por supuesto, nos quedamos con la curiosidad de la presencia del cuerpo femenino y sus posibilidades artísticas; sin embargo, se trata de una muestra altamente recomendable y disfrutable. La exposición estará abierta en el MUNAL hasta el 17 de junio del presente año.

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