Fotos: Cortesía de Edgar Gutiérrez Calvillo /FIDC Lila López
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Da su último aliento dancístico esta trigésima quinta edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López con la presentación de la compañía coreana Troupe Da Dance en el Coloso de Villerías.
Al resultar insuficiente el Teatro de la Paz ante toda esta expectativa causada por esta compañía coreana, como parte de legión de compañías dancística que ofrecieron durante esta administración y gestión cultural.
Troupe Da Dance, dirigida por Kim Naam Seek, ofreció tres coreografías:- Red Room-, -Extinct- y -Tourist-.
Sin lugar a dudas, Red Room fue indudablemente la mejor concebida en cuanto a una efectiva referencia plástica y esta propuesta dancística, sustentado en el trabajo plástico dentro de esta corriente expresionista abstracto de Mark Rothko.
Este bella imagen en la semioscuridad aparece esta figura entre lo mítico y lo animal, al traer colgado un espejo en donde se refleja su otredad y lo rodea varias veces a este ser humano acostado en una tela roja, hasta quedar en diagonal en relación a este, y desde ahí incidir el reflejo de la luz del espejo entre esta bella secuencias y formas de movimiento llena de esta fuerza, agilidad y calidad de movimiento, para en un momento unirse a este otredad al bailarín, ser cubiertos bajo el manto de esta tela roja y quedar esta imagen de una flor de loto.
Una segunda coreografía- Extint- más relacionada entre esta infalible relación entre esta línea fina entre ficción y realidad: la relación de esta apabullante tecnología que nos vuelve en instrumentos mecanizados ante esta frágil condición humana en que vivimos, resuelta de una forma ágil e inteligente a través de puntuales y matizadas secuencias de movimiento.
E indudablemente, a cautivó con su natural encanto y virtuosismo expresión y esta inmediata referencia, sucedió con - Tourist-.
Una danza más urbana, que nos remite a estos movimientos/secuencias probadas, fáciles de digerir y disfrutar, indudablemente una danza complaciente bajo el timming musical del rey del pop, Michael Jackson.
Una coreografía que terminó haciendo parte de la misma a un público por demás impresionado, disfruto plenamente esta función dancística.
Refleja en esta alegría de la gente que les aplaudió afanosamente, no solo por lo presentado en esta noche de clausura sino también por este carisma y empatía de quienes integran esta compañía coreana.
De esta manera, da por concluido una edición más de esta fiesta de la danza en espera de esta XXXVI edición del Festival Lila López, a ver en que depara la misma.
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