Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una de las apuestas escénicas de esta cuarta edición del Festival de Ópera de San Luis, fue "la Médium" del compositor italo/ estadounidense Gian Carlo Menotti, en la Black box del Centro de las Artes.
Esta segunda puesta en escena de cinco puestas en escena que se presentarán en esta edición.
Es importante destacar que en México, La Medium no se ha montado muchas veces porque es una ópera complicada y el lenguaje musical no es sencillo de tocar y abordar.
El Mtro. Luis Fernando Padrón Briones dio una concisa introducción a esta singular ópera que se desarrolla en dos actos y ser presentada por primera vez en esta capital potosina.
A pesar de esta economía de elementos escénicos soporta tal complejidad de esta ópera.
Un escenario, al centro una mesa, sobre ella, un libro y una lampara, rodeada por cuatro sillas, en su costado derecho, un sobrio biombo y un baúl, en contraposición, un altar con un cristo rodeado de flores.
Una trama basada en este testimonio elocuente de este instinto teatral, en donde Baba, o Madame Flora, es una mujer alcohólica que se anuncia como medium y engaña a sus clientes haciéndoles creer que tiene contacto con los espíritus y de esta manera se gana la vida explotando hábilmente la credulidad humana.
Sin embargo, en su delirium tremens, comienza a escuchar las mismas voces que ella producía en su casa y empieza a sentirse perseguida y observada, lo que la lleva a cometer actos con terribles consecuencias.
Una obra ágil, a pesar de la gran fuerza de su dramaturgia, aunado a esta gran exigencia interpretativa tanto actoral como vocal que fue bien resuelta por María Rossi, que interpreta a Baba, como Brianna Barbara, en el papel de Mónica, sin hacer desdén de los demás personajes/ cantantes: Alejandro Costa "Lobo" como Toby, Nancy Varela Ríos como Sra. Gibeneau, Esteban Montanaro Ching como Sr. Gibeneau y Lizeth Cubero como Sra. Nolan. Sergio Vázquez en el piano.
Una experimentada maestra María Ross, quien recibió el reconocimiento de su director musical Adriano Pinhero no solo por esta interpretación de Baba, sino también, en su profesionalismo al aprenderse esta ópera en cinco días y dar esta excepcional interpretación.
Una obra que pone en juego en un solo espacio, el temor a partir de la fragilidad y este tímido amor de Mónica por este niño gitano de Toby, la comprensible conmoción de los padres, que aún así tienen esta aparente tranquilidad, a pesar de este miedo a lo desconocido esta constante incertidumbre que se vuelve certidumbre en esta vieja y enferma Baba y... La desesperación la conlleva a...
Indudablemente no solo fue un buen acercamiento a esta ópera a pesar de su versión a piano. Siendo en su versión original con orquesta sinfónica, sino también el acierto del subtitulaje de los diálogos.
Dirección escénica por Aldo Reséndiz, dirección musical por Adriano Pinheiro. Andrew Stuckey como maestro de dicción e Irene Martínez en el supertitulaje.
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