Por: Juan Carlos Talavera
El mito de Hermes marcó la carrera musical de José Daniel Salceda (Salamanca, Guanajuato, 1997), ganador del primer lugar del VIII Concurso Nacional de Guitarra de México, con sede en Saltillo, quien prepara el estreno de la obra Fantasía capricho. El fantasma de Manuel de Falla, escrita por el italiano Simone Iannarelli, así como un recital en el Festival Internacional de Guitarra de Morelia para septiembre.
Además, alista su viaje a Alicante, donde cursará una especialidad con figuras de la guitarra como Manuel Barrueco, David Russell, Pepe Romero y Xavier Díaz-Latorre, entre otros músicos.
Hay una obra para guitarra a la que le tengo mucho cariño. Es Hermes y Apolo, de Rodrigo Neftalí, un gran maestro, compositor y guitarrista. Esta obra la compuso para mí en un momento difícil en mi carrera; el tema central es el descubrimiento de la vocación y el desarrollo de la pasión a través de la música”, dice en entrevista con Excélsior.
Hay una obra para guitarra a la que le tengo mucho cariño. Es Hermes y Apolo, de Rodrigo Neftalí, un gran maestro, compositor y guitarrista. Esta obra la compuso para mí en un momento difícil en mi carrera; el tema central es el descubrimiento de la vocación y el desarrollo de la pasión a través de la música”, dice en entrevista con Excélsior.
El mito cuenta cómo el pequeño Hermes roba 50 cabezas de ganado al joven Apolo, quien lo descubre con sus dotes adivinatorias y decide matarlo. Cuando lo encuentra, le pide una explicación, pero sólo le muestra la lira que ha construido con las tripas y cueros de aquellos animales. Entonces, cuando Apolo está a punto de castigar al pequeño ladrón, sucede lo impensable.
En ese instante Hermes lanza algunos acordes al aire y Apolo, aunque arremete con toda su fuerza, siente cómo se le afloja el cuerpo, mientras queda embelesado con la belleza sonora de aquel instrumento. Apolo ya no pudo continuar con la venganza y, a partir de ese momento, decide dedicarse a las artes”, cuenta Salceda.
Ese mito está reflejado en la composición Hermes y Apolo, obra que me llena mucho, porque llegó cuando tuve, como todos los artistas, un momento en que pensé echar todo para atrás, frenar mi carrera y caer en la incertidumbre”, recuerda el intérprete de 22 años.
¿Cómo definirías tu sonido?, se le pregunta. “Mi sonido, mi estilo, es un poco veleidoso y cambiante, porque depende del estado de ánimo. Como decía Hugo Hiriart, los músicos somos actores del sonido que acudimos a todas nuestras experiencias para encontrar un momento en nuestro pasado que nos remita a la emoción para crear, y eso tiene que ver con el producto sonoro”.
¿Sobre tu repertorio? “Estoy trabajando uno muy variado, desde la Chacona de J.S. Bach, una de mis obras favoritas por el trasfondo que tiene, al ser elegíaca, casi un pequeño réquiem, pero con una estructura simétrica, así como obras de Dionisio Aguado, Lennox Berkeley, Angelo Gilardino y Manuel M. Ponce.
Pero una de las obras que más he interpretado en conciertos y concursos es Variaciones sobre un Tema de Sor, de Miguel Llobet. Desde chico me atrapó esta obra por las posibilidades técnicas y sonoras que ofrece”, dice.
¿Cómo fueron tus inicios? “Mi primer recuerdo se remite a los cinco años, cuando mis tíos paternos tocaban y cantaban en una bohemia, ya que eran parte de una rondalla e, incluso, conocieron al maestro Narciso Yepes. Se me hacía maravillosa la forma como movían los dedos, y así pasé viendo cómo cambiaban de posición a lo largo del diapasón.
Otro momento importante fue el hecho de que mis papás siempre nos llevaron, a mi hermana y a mí, a todo tipo de eventos deportivos y culturales desde pequeños, y nunca hacíamos ruido; nos decían que era algo muy serio a lo que íbamos. Aunque lo que más me marcó fue un concierto de la Orquesta Sinfónica de Guanajuato, en el Templo de San Agustín”, comenta el joven intérprete.
¿Qué vertiente elegirás? “Todavía no sé a cuál de las vertientes me dedicaré, si a lo contemporáneo o a la música antigua. Aún no sé”.
INVITACIONES SIN PAGA
Sobre el panorama de la música en México, Salceda señala tres puntos que deberían atenderse: incrementar la asistencia de público a los conciertos, realizar el pago justo a los intérpretes y disminuir el consumo de música chatarra. “Ojalá creciera la cultura de asistir a los recitales, porque muchas veces las salas de concierto están vacías, pese a contar con artistas valiosísimos y que la entrada sea gratuita. Y aunque es cierto que el streaming es una herramienta crucial que ha favorecido a la música, porque nos permite el acceso a contenidos de grandes orquestas sinfónicas y de artistas que están al otro lado del mundo… siento que esto ha propiciado que se pierda la tradición de asistir a los conciertos.
INVITACIONES SIN PAGA
Sobre el panorama de la música en México, Salceda señala tres puntos que deberían atenderse: incrementar la asistencia de público a los conciertos, realizar el pago justo a los intérpretes y disminuir el consumo de música chatarra. “Ojalá creciera la cultura de asistir a los recitales, porque muchas veces las salas de concierto están vacías, pese a contar con artistas valiosísimos y que la entrada sea gratuita. Y aunque es cierto que el streaming es una herramienta crucial que ha favorecido a la música, porque nos permite el acceso a contenidos de grandes orquestas sinfónicas y de artistas que están al otro lado del mundo… siento que esto ha propiciado que se pierda la tradición de asistir a los conciertos.
Incluso, muchos de mis colegas ven la transmisión de conciertos en vivo, pero no asisten a las salas. Sé que en la transmisión puedes escuchar fielmente los sonidos… pero no se siente la emoción del momento ni el sonido saliendo del instrumento”.
Y añade: “Creo que hay que hacer más conciertos y difusión, invitar a las personas y cambiar nuestra mentalidad, pues actualmente sí es muy complicado que estudie música porque parece estar todo en contra”.
Por otro lado, admite que a veces se complica con las invitaciones para tocar en salas y festivales, “porque me quieren invitar a tocar, pero me dicen que sin paga y a cambio pueden hacerme el favor de difundirme en redes sociales, dar publicidad”.
Pienso que no se valora el arte como se debería y se olvida que somos estudiantes todos los días. Tampoco se atiende el fenómeno sonoro a nivel internacional, pero más en México, en el que la mayoría de las personas escucha música chatarra, debido al desconocimiento de la música clásica”.
¿Hay alguna relación con Hugo Hiriart? “Sólo sus libros, como Capitán Nemo, El agua grande, Cómo leer y escribir poesía y Sobre la naturaleza de los sueños. En particular, me gusta El juego del arte, un libro de ensayos que todo artista debiera tener a la mano, porque plantea muchas reflexiones sobre la experiencia estética, sobre la imaginación y el espíritu creativo. Aunque por ahora también leo a Jorge Luis Borges”.
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