domingo, 21 de julio de 2019

Funde Don Guillermo música y poesía desde hace 40 años


Por: Gilberto Salas.

Juglar, poeta, trovador, músico y crítico social, don Guillermo Velázquez es hoy en día el máximo ícono y exponente del huapango, el son y la trova arribeña.

Nacido por casualidad en la Ciudad de México en 1948, su cuna es y siempre será el municipio de Xichú en el estado de Guanajuato, rincón de la patria que guarda coincidencias culturales y musicales con la zona Media de San Luis Potosí.

El 13 de julio, don Guillermo Velázquez cumplió 71 años de vida y más de 40 como trovador del contexto social que vive México, de ser la voz de la gente de campo, de aquellos que acuden a sus presentaciones lo mismo en fiestas tradicionales de pueblos, en ferias, en topadas o en festivales internacionales por América Latina o Europa.

En una charla con Quadratín, el trovador expresó: “esta tradición no está sola, pues tiene vínculos con la poesía y música latinoamericana que perdurará mucho más allá que las modas comerciales que Julión, que Espinoza, que el Komander, que son música basura”, sentenció.

Don Guillermo Velázquez centra más del 50 por ciento de sus actuaciones en humildes escenarios y tarimas de madera en los pueblos de San Luis Potosí, específicamente en Rioverde y Ciudad Fernández.

Hablando de Rioverde, el poeta guanajuatense lo considera la cuna histórica de la tradición y cuanta como en los años 70’s y 80’s tanto la poseía y la música tenían como enclave Rioverde con sus poetas Antonio García, Antonio Escalante, Agapito Briones, Miguel González y Pedro Sauceda.

Más tarde vinieron los poetas de Cerritos como José Ceballos y José Rodríguez y ahora es Xichú uno de los polos de florecimiento, pero la cuna histórica es Rioverde.

En el análisis de la tradición se puede separar al trovador de la música, la música se considera arribeña, término acuñado por la cultura que floreció a la orilla de los ríos.

Se habla de huapango, de son y de trova, tocados con tres instrumentos clave, el violín, la jarana o vihuela y la guitarra huapanguera.


«Un trovador nace haciéndose», dice Don Guillermo.

Don Guillermo señala que no hay temor de que la tradición se pierda, “se comparte y se recicla de un lado y otro para mantenerse viva; cuando el tiempo y el ciclo vital de los poetas termina, debe esperarse a otras generaciones como las plantas, sin darse cuenta son capaces de sobrevivir”, reflexiona.

Considera que hay que hacer todo lo que este de nuestra parte para que niños y jóvenes generen amor por el huapango, la poesía, la oralidad, “pero sin agobios, prisas y presiones, y sin creer que esto está a punto de extinguirse”.

Y el poeta nace o se hace, -le preguntamos-, y contestó que esta pregunta se la ha hecho muchas veces, “un trovador nace haciéndose. Sí creo que se recibe un don, pero hay que hacer que se convierta en algo que fulgure para los demás”.

Las trovas de Guillermo Velázquez siempre han estado cargadas de crítica social, famosas en los últimos dos años han sido sus versos contra Trump o contra Peña Nieto, viralizados a través de redes sociales.

“Fuimos de los primeros que nos atrevimos a hacer un análisis del acontecer de nuestro México, ese ímpetu de informar y de opinar ha estado siempre en la música popular de todos los tiempos. Alzar la voz y opinar implicaba más riesgos que ahora, pero las redes sociales son un campo vastísimo para todo ello, pero antes había que hacerlo, ser incisivo, no vulgar ni grosero ni de mal gusto, sino poner su imaginación creadora al servicio de la gente”, nos describe.

Así es don Guillermo Velázquez, un músico y poeta trotamundos, es siempre un placer platicar con él y lo que representa: un juglar de fiesta y quebranto.

Fuente: Quadrantin

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