domingo, 14 de noviembre de 2021

“Irene Vallejo supo reconstruir la cultura humanística, corroída por la guerra, y darle unidad”

El crítico literario Adolfo Castañón.

Por: Eleane Herrera Montejano

La primera persona en firmar un texto con su propio nombre fue una mujer, autora de un poema en el universo babilónico. Esto está registrado en el libro El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo de Irene Vallejo, que se ha convertido en un ensayo imprescindible sobre -y para- la historia de los libros. “Ella ha sabido reconstruir la cultura humanística, corroída por la guerra, y darle unidad. Es un paisaje maravilloso, donde el rompecabezas de la cultura de pronto queda armado”, reseña el crítico literario Adolfo Castañón, en entrevista sobre la lectura comentada que se transmitió desde la plataforma de la Academia Mexicana de la Lengua.

Adolfo Castañón, secretario de la AML y recientemente galardonado con el Premio de Artes y Literatura 2020 analizó el libro de Vallejo, al que definió como una “sinfonía filológica”. Explicó que el junco tiene que ver con el papel, pero también es un libro que pretende hacer una historia de las bibliotecas en la antigüedad clásica a partir de la figura de Alejandro Magno.

“Lo que hace, por una parte, es reconstruir las ideas de Alejandro Magno, lo que sería la famosa biblioteca de Alejandría que estaba llena de los libros traídos por misteriosos hombres a caballo que iban a buscarlos a los puntos más remotos de Asia, India menor, Egipto”, detalló.

En tanto que editor, crítico literario y bibliófilo, Castañón destacó la maestría y la sensibilidad de Vallejo para ir y venir entre reconstruir el imaginario de la antigüedad y saber qué pasa con el libro en el siglo XX. También elogió sus muchas aristas, el tono ameno y juguetón, y recordó que gracias a su vivacidad fue reconocido con el Premio Nacional de Ensayo 2020, en España.

“Me llama la atención algo que tiene que ver con la artesanía. Como lector, se sabe cuándo algo está bien hecho y este libro está muy bien hecho: organizado, contado, gobernado, enunciado. Y esa enunciación tiene algo de musical. Mi conclusión es que me ha fascinado el libro porque me ha fascinado su música, la memoria tiene música”, expresó.

Añadió que se trata de una lectura amena que se puede hacer “a cachitos; leer un fragmento y quedarse soñando sobre él”.

LOS PLANTEAMIENTOS.

Por otra parte, Adolfo Castañón comentó algunas problemáticas e ideas que Irene Vallejo plantea en su ensayo. “El carácter inquietante de este libro es que pone sobre la mesa el tema del futuro de la memoria, el futuro del libro, del periódico, del lenguaje. Es un libro muy complejo que está muy bien hecho, talentosa escritora española contemporánea y joven”, apuntó.

Destacó como cuestión importante que El infinito en un junco está lleno de momentos clave en la historia de cómo se enseña-aprende y la violencia que implica, en algunos momentos, la transmisión del saber y la felicidad. En ese sentido, subrayó la idea que Vallejo desarrolla sobre el papel de las mujeres en la evolución del pensamiento europeo y mediterráneo..

“Ella tiene una idea -que creo que es actual, subversiva e inteligente- de que la memoria de la humanidad la han trasmitido las mujeres”, consideró.


CLÁSICOS.

“También está impulsada y conmovida por una especie de urgencia de salvación de la memoria de los autores clásicos -Ovidio, Homero, Virgilio-, que ella conoce y ha leído en su lengua, griego y latín. No es frecuente encontrarse con una capacidad intelectual tan sorprendente y asombrosa síntesis como la tiene esta escritora”, agregó Castañón.

Señaló que en la antigüedad clásica se puede observar una especie de amenaza constante contra la sabiduría, el juico e inteligencia. Esto se ha ido reiterando a lo largo del tiempo y en el mundo contemporáneo está definido por la tecnología, la uniformización y la robotización, las cuales van estrechando el lugar de la disidencia y libre albedrío.

Por todo esto, el crítico literario opinó que este libro es un gran elogio a la libertad de pensamiento y necesidad de mantener viva la memoria de lo pequeño y lo grande, el universo y lo cotidiano. “Es un libro de historia en el sentido más integro de la palabra”.

“Libro salvavidas de la cultura”.

“Yo he sido lector entusiasta de la obra de Irene Vallejo y solamente quiero compartir mi entusiasmo de la manera más desinteresada, para bien todos: este libro es como un salvavidas de la cultura y un seguro de vida intelectual”, expresó Adolfo Castañón, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua. Su lectura comentada sobre El infinito en un junco puede verse a través del canal de YouTube de la Academia Mexicana de la Lengua.

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