jueves, 18 de noviembre de 2021

Pensar en tiempos revueltos; David Pastor se comunica con los jóvenes en su nuevo libro



Por: Virginia Bautista

“¿Te has sentido solo y aislado? Quizá no eres tú, sino el caos del mundo que vuelve más frágiles nuestros lazos personales”. De esta manera amena, que despierta confianza, el escritor belga David Pastor Vico (1976) se comunica con los adolescentes y los jóvenes en su nuevo libro, Ética para desconfiados (Planeta), que “trata básicamente de hacer amigos”.

El filósofo y ensayista considera que las nuevas generaciones han sido las más afectadas por la incertidumbre y el encierro provocado por la pandemia de covid-19. “A ellos les toca sufrir la sociedad, la incomprensión, porque no saben quiénes son y mucho menos hacia dónde van”, asegura.

"Es en la adolescencia cuando más se sufre la relación con la sociedad. Imagínate ahora, después de casi dos años de reclusión, que impedimos que se reunieran, que convivieran. Los estamos castrando y están desarrollando problemas”, admite en entrevista con Excélsior.

El investigador afincado en México asegura que “es el momento, por urgencia, de hablar de ética, que no es más que el modo de relación entre los seres humanos, y charlar de la necesidad de no hacer este tránsito de la vida solos”.

El egresado de Filosofía de la Universidad de Sevilla dice que “hoy es crucial preguntarnos sobre nuestras emociones, sobre cómo tomamos decisiones y cómo elegimos las amistades que nos rodean. Sólo así será posible construir un espacio que nos dé seguridad y confianza para enfrentarnos a los retos de la vida cotidiana. Para eso sirve la ética”.

Destaca que los jóvenes han experimentado como nunca la soledad, la rabia, el dolor, la pérdida, el miedo y la incertidumbre.

"Aunque esta última está en la mesa no sólo por el periodo pospandémico, sino por la realidad mundial. Los hemos cargado con una piedra muy pesada: les hemos hecho creer que deben solucionar todos los problemas que nosotros hemos generado, el cambio climático, el hambre, el consumo de agua.

"Ellos se encuentran sin las herramientas sociales necesarias. Y ahora, con esta incertidumbre sobre el futuro, su relación de pareja, sus hijos, están muy acongojados”, explica.

El especialista en ética de la comunicación agrega que, según una encuesta de la UNAM cuyos resultados están por darse a conocer, el cuadro de depresión y ansiedad entre quienes ingresan a la preparatoria casi dobla las cifras que se tenían antes de la pandemia.

"El índice de suicidios entre los jóvenes se ha elevado. Del cien por ciento de los adolescentes con una depresión diagnosticada, el 5 por ciento tiene ideas suicidas y algunos lo logran. De cada joven que se suicida, 20 lo han intentado”, señala.

El profesor de Asesoría y Tutoría Pedagógica en Dirección del Deporte Universitario de la UNAM indica que “la primera causa de depresión, además de la enfermedad, es por estar solos; por lo que debemos potenciar la vida en común, la vuelta a las aulas con seguridad, el deporte”.

Y añade que la depresión en mujeres dobla a la de los varones. “Vivimos en un país profundamente machista que no ha dejado de moverse en esos registros.

"Un machismo milenario que nunca se ha pretendido ocultar, siempre ha estado encima de la mesa. Incluso, ante los movimientos legítimos de los feminismos, se tiende a ridiculizar este tipo de acciones”, lamenta.

El autor de Filosofía para desconfiados, el primer libro de una posible trilogía sobre el tema, acepta que es necesario dar a los jóvenes herramientas para ser felices. “Que entiendan bien qué es la libertad. Ser libre no es hacer lo que te venga en gana, sino saber ser autosuficiente. Y la autosuficiencia no es valerte por ti mismo, sino que sepas qué necesitas para ser feliz, conocerte a ti mismo, qué puedo hacer bien. Cuanto más sé de mí mismo, más puedo aportar a la sociedad”, detalla Pastor Vico.

El colaborador de Imagen Radio sugiere aprender a confiar. “Ser desconfiado te obliga a apartarte del mundo. No puedes ser feliz. Estamos en un cambio moral constante y creo que es bueno ver cómo se precipita ese cambio. Y aprender a pensar en tiempos revueltos”, concluye.

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