viernes, 28 de julio de 2023

¡Cucarachas!, una novela con sobredosis de humor

Víctor Santana quería que su novela fuera lo más ridícula posible. Foto: Especial


Por: Vicente Gutiérrez 

 “Quería escribir la novela más ridícula que pudiera”, dijo a MILENIO Víctor Santana (Tijuana, 1982). El escritor presenta ¡Cucarachas! (Nitro/Press), novela en la que cuenta aventuras de narcos, drogas, sicarios y, por si fuera poco, seres de otro planeta en el merito Mazatlán.

“Quería que fuera la más ridícula y contarla en el menor número de palabras posible, una novela hard boiled. Siempre me ha fascinado la literatura de gente como Thomas Pynchon o Foster Wallace, medio psicodélica y muy enciclopédica, por otra parte me fascinan Los Simpsons. Quería una novela que fuera con velocidad de caricaturas”, añade.

Con humor, audacia y mucha “irresponsabilidad”, en el libro se cuenta la historia de una cucaracha extraterrestre que llega a Mazatlán con la idea de estafar a un cartel al ritmo de narcocorridos gay, sicarios, un pornógrafo y cuanta locura se encuentra en la mente de su creador.

Santana reconoce que, regularmente, la literatura mexicana se caracteriza por ser muy seria. “Y creo que es un defecto. Yo lamento mucho la seriedad en la literatura mexicana y latinoamericana. En general hay una tendencia a la seriedad pero no en el centro de la tradición porque está Borges, que es muy humorístico. En general la literatura humorística es la hermanita fea en la narrativa; claro que hay autores, aunque somos minoría”.

El autor dice que escribió la novela sin saber bien para dónde iba y que se detuvo varias veces. “Yo pienso que a casi todo escritor le pasa, que dice: ‘igual estoy escribiendo una pendejada’. Estaba escribiendo una cosa de cucarachas del espacio. Igual se me ocurrió la pinche peor idea imaginable. Constantemente tenía que pararme a pensar y a veces me daba risa o pensaba que me estaba volviendo loco”.


¡Cucarachas!, de Víctor Santana, está ambientada en Mazatlán.


El escritor sabe que ¡Cucarachas! despertará diferentes comentarios, críticas, y ello le divierte.

“A mí lo mejor que me ha pasado en la literatura es que cuando cierras el libro dices ‘qué mamada estoy leyendo’. Me pasó cuando cumplí 17 años y estaba leyendo El Quijote, es una de las novelas más ridículas que se ha escrito en la lengua española. Es básicamente Los Simpson y la hicieron a principios del siglo XVII. Pero volviendo a mi libro, de una manera muy tramposa, quiero decir que ¡Cucarachas! es la primera novela tumbada para robarle su éxito a Peso Pluma y Natanael Cano (risas)”.

Santana considera que su novela no es una parodia de la literatura del narco. “Yo soy de Mazatlán, entonces, la narcocultura era una cosa medio normal. Sé que hay mucha literatura del narco, pero creo que la mayoría es bastante mala, por eso reniego de la etiqueta. Creo que la literatura del narco llega a su James Joyce con Élmer Mendoza, pero en general lo que sigue saliendo creo que es bastante malo y es una cosa victimista, de gente blanca que en realidad no experimentó esas cosas, entonces ese tipo de literatura del narco definitivamente ni la quiero ni la puedo hacer”.

A pesar de todo esto, el escritor dice que le gusta ser un provocador: “Sé que hay muchos temas de la novela que pueden ser chocantes y me gusta ser chocante, pelearme y dar la contraria. La literatura que más me gusta es sorprendente, ridícula, atrevida, y quiero entrar en esa tradición”.

Pero las cucarachas de Santana han tenido que esperar. Primero porque le dieron una beca Fonca, después se unió al equipo de Paco Ignacio Taibo II como director de Tierra adentro.

“Los primeros años en Tierra adentro fueron de mucho trabajo, me agarraban a periodicazos todo el tiempo (risas) y no podía escribir, pero cuando llegó la pandemia tuve el tiempo de hacerlo”, recuerda.

Santana asegura que Tierra adentro va muy bien y que hay mucho talento en las nuevas generaciones. “Vendemos a lo loco. Varios libros que tenemos se han reeditado. Pasamos de tirajes de 1000 a 2000 ejemplares y varios autores, sobre todo las autoras, venden a un ritmo muy sorprendente, algo que nunca había ocurrido. Publicamos los libros que creemos que son los mejores y vamos muy bien.

“La literatura mexicana joven está pasando por un muy buen momento, los jóvenes de ahora son mucho más listos que nosotros. Hay escritores que me han sorprendido enormemente y en la línea humorística hay una novela en especial que resaltaría que se llama Díganle adiós al ratón , de Zauriel Alejandro, tiene 21 años y es sorprendente”, finaliza el entrevistado.

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