Por: Reyna Paz Avendaño
El edificio sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se transformará en el Museo Vivo del Muralismo, eso significa que dicho inmueble abrirá al público todos sus espacios de manera gratuita para observar los 289 murales que ahí pintaron artistas como Diego Rivera, Roberto Montenegro, David Alfaro Siqueiros y Raúl Anguiano.
En el proyecto del museo se lee que, con un costo de 290 millones de pesos, se abrirán espacios restringidos como el acceso a una escalera monumental que comunica dos patios donde Siqueiros pintó el mural “Patricios y Patricidas”; además de los salones Anguiano, José Vasconcelos, Justo Sierra, Simón Bolívar, Emiliano Zapata y Benito Juárez.
Sobre el mural de Siqueiros, el documento detalla que se considera la rehabilitación de un acceso en la sección norte de la calle República de Brasil (180.35 metros cuadrados) que ha permanecido cerrado por varios años por motivos de seguridad.
“Sería viable la apertura de dicho acceso para que los visitantes puedan apreciar los murales de David Alfaro Siqueiros, que cubren la bóveda, los muros y arcos inferiores de la escalera monumental que divide los Patios de la Ex Aduana Norte y Sur”, se lee en el proyecto.
Dicha obra se denomina “Patricios y Patricidas” y no fue concluida debido al fallecimiento del artista, añade el proyecto. “Fue realizada entre 1945 y 1971, cuyos personajes representados en el mural constituyen una alegoría de las constantes y eternas luchas ideológicas que parecen repetirse cíclicamente a lo largo de la historia”.
MURALES ENCERRADOS
El edificio sede de la SEP ocupa una superficie de 35 mil 765 metros cuadrados y es un complejo arquitectónico que integra edificaciones: el Ex Templo y Ex Convento, las Dos Casas Intermedias y la Ex Aduana.
De acuerdo con el documento, el acervo muralístico se encuentra en “buen estado de conservación” y puede observarse el trabajo de los artistas Jean Charlot, Amado de la Cueva, Roberto Montenegro y Diego Rivera, quienes realizaron la mayor extensión de obra pictórica.
Otros espacios también los intervinieron artistas como Eric Mose, Federico Canessi, Cirilo Almeida Crespo, David Alfaro Siqueiros, Alfredo Zalce, Luis Nishizawa, José Chávez Morado, Raúl Anguiano y Manuel Felguérez.
“Hay 1,585 metros cuadrados (m2) de frescos realizados por Diego Rivera entre 1922 y 1928, y distribuidos en 235 murales, así como un extenso mural de 447 m2 realizado por David Alfaro Siqueiros, 330 m2 de pinturas de Roberto Montenegro y otras obras murales de Luis Nishizawa en 52 m2, Raúl Anguiano en 24 m2, Chávez Morado en 31 m2, Manuel Felgueréz en 120 m2, Federico Canessi y Erick Mose m2, entre otros”, detalla.
Algunos murales que están en el inmueble son: “La unión de la América Latina”, de Roberto Montenegro; “La imagen del hombre”, de Luis Nishizawa; “El encuentro de dos culturas o el mestizaje”, de Raúl Anguiano; y “La danza del venado”, de Diego Rivera.
TECNOLOGÍA OBSOLETA
Una revisión hecha al inmueble arrojó “daños menores” en los muros como fisuras, desgaste de los enmarcamientos de cantera, suciedad y en algunos casos, humedades que provocaron desprendimiento de material constitutivo.
“En las instalaciones eléctricas se observa un mal estado de funcionamiento como es en el cableado y no funcionamiento de luminarias, instalaciones hidrosanitarias se observan humidificadores y reguladores de humedad insuficientes en los espacios de exhibición o resguardo de obras”, detalla el documento.
Una conclusión es que existe una “obsolescencia tecnológica” que de no renovarse podría afectar la conservación de los murales.
Otra observación hecha es la necesidad de instalar sistemas de seguridad para evitar robos o daños a las obras, debido a que el inmueble se ubica “en una zona de comercio informal, rodeada de problemáticas sociales y marchas”.
NUEVOS ESPACIOS
La propuesta del Museo Vivo del Muralismo es que en el Salón Anguiano del Ex Templo y Ex Convento se impartan foros de reflexión, seminarios, conferencias, debates y conversatorios y que el Despacho de José Vasconcelos y los cuatro salones con los que conecta (Justo Sierra, Simón Bolívar, Emiliano Zapata y Benito Juárez) se abran “para la contemplación de las ambientaciones históricas originales, articulando este espacio con la temática central que ofrecerá el museo”.
En el complejo Dos Casas Intermedias se prevé la impartición de cursos y talleres; y en los patios de la Ex Aduana se proyectan como lugares espacios para el descanso y consumo de alimentos.
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