El Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), que arranca el último trimestre del año, tendrá una estructura más democrática que la de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), pues su director artístico, los bailarines que lo integren, así como las producciones y coproducciones que realice serán elegidos mediante convocatorias nacionales.
Mientras que la CNT cuenta con un elenco de 40 actores y una sede en Coyoacán, una casona de mil 819 metros cuadrados de construcción, tres niveles y medio y un teatro para 100 espectadores, adquirida ex profeso para el proyecto teatral más ambicioso del sexenio, la iniciativa más relevante de la danza en México, en lo que va del gobierno calderonista, goza de condiciones menos favorables.
El Ceprodac tendrá 20 intérpretes y estará ubicado, una vez que culmine su remodelación antes de finalizar el año, en el tercer piso del inmueble que es propiedad del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y albergó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda", en la colonia Guerrero.
"Está mal que no haya presupuesto para abrir un edificio realmente acondicionado para el centro coreográfico, donde además pueda haber una biblioteca y una videoteca. A la larga hay que pensarlo como un gran espacio de información sobre la danza en México. Ese será el segundo paso. Si vamos a empezar un proyecto de esta magnitud hay que tirarle en serio", opinó la bailarina Claudia Lavista.
El Ceprodac nació como una contrapropuesta del gremio dancístico a la polémica intención del INBA de crear una compañía de danza contemporánea tras la desaparición del Ballet Teatro del Espacio, agrupación que dejó de recibir apoyo económico del instituto a fines de 2009 junto con el Ballet Independiente y la Compañía Nacional de Danza Folklórica.
"Esta iniciativa surgió a raíz de que un gran sector de la comunidad estuvo en contra de que se creara una compañía oficial, se tomaron en cuenta las voces opositoras y se reestructuró todo el proyecto. Este centro coreográfico es una buena idea porque abre más opciones de producción y campo de trabajo para más gente", explicó la co directora de Delfos.
Es interesante, consideró la coreógrafa Gabriela Medina, la colaboración entre la institución y miembros del gremio de danza contemporánea para dar inicio a un proyecto que no tiene antecedente alguno en México.
A diferencia de una compañía, el director del Ceprodac puede o no ser coreógrafo. Deberá tener experiencia en la producción de las artes escénicas y hablar inglés para darle proyección internacional al organismo. Permanecerá en el cargo cuatro años y la convocatoria para elegirlo será lanzada este mes por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
"Aquí el director va a tener un tiempo límite de gestión para que el centro coreográfico pase por distintas visiones artísticas y estéticas, es una diferencia radical con la CNT", dijo Lavista, miembro del consejo artístico del Ceprodac.
En el caso de que el director sea coreógrafo, sólo podrá realizar una de cada cinco producciones, explicó Carmen Bojórquez, titular de la Coordinación Nacional de Danza.
Otro aspecto que distingue al centro de una compañía es que su elenco no será estable. Estará formado por 14 bailarines profesionales, con al menos seis años de experiencia, y seis recién egresados, quienes se rotarán continuamente.
En las compañías independientes de danza contemporánea abundan producciones con cinco o seis integrantes y el Ceprodac le ofrece a los coreógrafos la posibilidad de pensar en obras de gran formato, gracias a que pueden disponer de al menos 20 ejecutantes, consideró la coreógrafa Rossana Filomarino.
Los bailarines serán becarios del Fonca y los montos que recibirán van de los 25 mil a los 40 mil pesos mensuales, para que sean equiparables a los de los actores de la CNT, añadió la titular de la Coordinación Nacional de Danza.
Son tres los modelos de producción del Ceprodac: las producciones con los bailarines del centro; las coproducciones, en las cuales participarán coreógrafos y compañías de México en las que pueden o no incluir a los intérpretes del centro, y los proyectos de investigación, donde el creador tendrá libertad para experimentar una idea sin necesidad de estrenar una obra, una posibilidad inédita en el País ya que las instituciones sólo avalan los resultados.
"(La programación artística) se va a elegir mediante convocatoria por aquello de la transparencia. La novedad es que pueden aplicar otros proyectos que se realicen fuera del centro para dar un paso adelante en la descentralización de la danza y se abra espacio a la experimentación sin que esté sujeta a la presentación del resultado", señaló Filomarino.
Otra de sus líneas de acción es el desarrollo de proyectos comunitarios, afirmó Bojórquez, así como el que sea un modelo que pueda replicarse en diferentes estados de la República Mexicana.
Tres millones de pesos se invertirán en este proyecto durante el último trimestre del año, incluyendo la rehabilitación del tercer piso de la Ex Esmeralda.
Las producciones comenzarán hasta 2011 y su presupuesto dependerá del plan de trabajo del director y de las propuestas que se reciban, según Bojórquez, quien ignora si el financiamiento vendrá de una partida especial del INBA.
Consejo diverso
El Ceprodac tiene un consejo directivo, donde están representados el INBA, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Fonca, y un consejo artístico, presidido por la Dirección General del INBA y conformado por la Subdirección del INBA, la Coordinación Nacional de Danza, el director artístico y un bailarín elegido por votación entre los mismos ejecutantes.
Los coreógrafos Eleno Guzmán, Rossana Filomarino, Gabriela Medina, Claudia Lavista y Jessica Sandoval y el crítico Alberto Dallal son los seis especialistas que también integran el consejo artístico, el cual empezó a funcionar hace aproximadamente mes y medio. Se rotará cada dos años.
El consejo artístico participó en el diseño de la convocatoria para elegir al director del Ceprodac, y entre sus labores también se encuentran la de proponer una terna para que las autoridades del INBA seleccionen al titular de este proyecto y la de revisar los programas de trabajo.
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