Ballet Independiente cumplirá, el próximo 15 de septiembre, 45 años de bailar uno de los acervos coreográficos más importantes del México contemporáneo tanto en espacios no convencionales (cárceles, plazas, gimnasios, auditorios, etc.); como los principales teatros de la ciudad de México, de los estados de la República y del extranjero.
A lo largo de este lapso, la compañía fundada por Raúl Flores Canelo ha construido uno de los capítulos más fecundos de la danza contemporánea en nuestro país con obras de notable factura, siempre patentizando una inconfundible pasión por el arte, "lo mexicano" y las raíces culturales de México.
Uno de los momentos cumbres de este festejo por los 45 años de la fundación del Ballet Independiente es la presentación que tendrá en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, sin duda uno de los foros más relevantes de la ciudad de México.
Para esta ocasión, el programa intenta ofrecer una visión tanto de las raíces de la compañía, con dos obras maestras de Flores Canelo (Jaculatoria y La espera); así como una visión de nuestro tiempo a través de dos coreógrafos contemporáneos: el mexicano Óscar Ruvalcaba (PD. Llegaremos en el tren de las seis) y el noruego Fredrick Lorentzen (La perfecta imperfección).
Acerca de la reposición de las obras del fundador de la compañía, Magnolia Flores, Directora General del Ballet Independiente, afirmó:
"Queremos hacer que quienes conocen las coreografías de Flores Canelo las vuelvan a ver; y quienes no (como las nuevas generaciones de público y bailarines), puedan apreciarlas por primera vez con el espíritu original que les imprimió su creador".
Desde sus orígenes, BI se planteó el reto de ostentar un alto nivel de excelencia, acogiendo las nuevas corrientes coreográficas y fomentando el montaje de nuevas obras que experimenten diversos aspectos técnicos y conceptuales.
Fiel a este principio, el Ballet Independiente lleva a cabo el estreno en México de la coreografía La perfecta imperfección.
Acerca de su obra, el coreógrafo noruego Fredrik Lorentzen comenta que este trabajo escénico se refiere a la Estética, "la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de la belleza y el gusto. Los seres humanos tenemos un deseo intelectual de entender cómo funciona el mundo".
"He tratado de trabajar -añade Lorentzen- con el potencial de movimiento del Ballet Independiente y su relación con la Estética como un estudio de ver y percibir el mundo que nos rodea.
¿Qué es la perfección? ¿Por qué la anhelamos tanto? ¿Es para diferenciarnos de los demás; o, por el contrario, para aumentar el sentimiento de pertenencia? ¿O no hay una respuesta general a esta pregunta?
"Personalmente creo que el tema se vuelve aún más interesante cuando se hacen estas preguntas a través de las artes escénicas, las cuales necesariamente se basan en la belleza y el gusto. ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es tu perfecta imperfección?", reflexiona Fredrik Lorentzen
Por su parte, Óscar Ruvalcaba en PD, llegaremos en el tren de las 6 ofrece una reflexión, una imagen, de cómo el nuevo paradigma, que proclama al cuerpo como territorio privado, demanda la liberación del cuerpo danzante de ideologías o dogmas.
Dicho paradigma -refiere Ruvalcaba- afirma que el cuerpo pertenece al individuo y que, primero que nada, dice y expresa al individuo mismo. Para ese fin, abre los baúles de la historia y las distintas formas culturales construidas durante la misma. Otorga al individuo, al bailarín, el derecho y la libertad de combinarlas, revisarlas y revalorarlas a voluntad, pues considera que la primera crónica a realizar es la del propio cuerpo.
"Con esta mira en mente, mezcla, combina y personaliza a piacere las distintas formas escénicas, afirmando de esta manera que la nueva identidad cultural engendrada bajo el mencionado paradigma, sea desde la perspectiva personal o de nación, otorga esta prerrogativa. Y hace una generalización al afirmar que las formas escénicas desarrolladas bajo esta premisa, las que sustentan y construyen este montaje, consideran que el cuerpo sólo se dice a sí mismo. Que la patria a defender a muerte es, primero y antes que nada, el cuerpo", concluye Ruvalcaba.
Cabe destacar que el Ballet Independiente -ahora con la Dirección Artística de Edgar Robles- afronta una nueva época con nuevos bríos y retomando los fundamentos que lo vieron nacer.
La Compañía ha recorrido el país en varias ocasiones, presentándose en todo tipo de escenarios: teatros, foros, explanadas, plazas públicas, ferias y festivales regionales. Asimismo ha bailado en innumerables temporadas de danza en el Palacio de Bellas Artes y en los principales teatros de todo México y en el extranjero.
A lo largo de estos casi 45 años de existencia, aproximadamente 290 bailarines han formado parte del Ballet Independiente. De los cuales, amén de su permanencia, algunos regresaron a la compañía ya como maestros, ya como coreógrafos. Otros emigraron a compañías europeas o aún permanecen en actividades culturales.
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