Por: Roberto A. Valenciano CapínUn trazado conciso no solo de caminos o veredas, sino de la premura de los llamados momentums- pausas- que detentan cada pauta de vida y su oscilante fragilidad a partir de las vivencias trazadas por los personajes -bailarines que se ofrendan en este trabajo coreográfico " en pausa" de la compañía La Bruja bajo la dirección de la maestra Alejandra Ramírez
Una pieza coreográfica que busca a través de la conjugación de experiencias, la imperturbable dualidad de quietud/inquietud, donde la expectativa se vuelve una parte sustancial en esta puesta en escena.
De esta manera abstraer, contactarse y “que el público recuerde esos momentos de pausa", sustanciales que sin más desentrañan su abstración misma al romper forntalmente el tradicional esquema de artista-espectador al invitar al público a sentir y ser parte de este acto escénico.
Bajo la alquimia de danza-teatro, contact, release se fusiona y configuran el trazado de una interesante dramaturgia del movimiento que se conjuga con otras vías trazadas bajo la prioridad de fungir cómplice-detonadora del devenir a partir de anédoctas violentas y hasta divertidas, ante la frialdad de las cifras o datos que se hilan y le dan un sentido de la fragilidad que vivimos en estos tiempos actuales.
Una de las cualidades de este conciso proyecto es a partir del planteamiento del espacio surge el trazado escénico y del diseño lumínico de Hugo Heredia, de ahí partir en conjunción con el hecho interdisciplinario, siendo en esta ocasión el foro de Centro Cultural "Raúl Gamboa", así como la prerrogativa de buscar eliminar la llamada cuarta pared que se impone por si mismo.
Así como también ese espíritu juguetón, a quien le gusta indagar e indagarse, así como romper las estructuras para encontrar nuevos caminos y buscar nuevas posibilidades. Desde su propio espacio, desde su propia pausa, sustancial talante y pulso que le da tanto la música en vivo como la complicidad del video en linea, es la escencia de Bruja Danza.
Momentos, provocaciones, fragilidad, donde esas memorias, fragmentos de vida son la vía de la narración de estas pausas que van demarcando un discurso coherente y vital, al buscar no solo en el espectador de que estos momentos de shock, sucesos o acontecimiento rompan con la realidad… así como esa ruptura de la cotidianeidad que rompe por si mismo momentos, los cuales se delectan en emociones, sensaciones.
Con la misma sublimación queda esta propuesta dancística en una tercera llamada y se funden en negro en su presentación en la XXXI Edición del Festival internacional de danza contemporánea Lila López.
Bruja danza que surge en el 2001, quienes orientan su búsqueda artística en la creación de un discurso propio e innovador. Propone un acto escénico donde se fusiona la danza con otros lenguajes artísticos como la teatralidad, la música y la literatura. Esta integrada por: Ángel Lara, Ulises Martínez, Sandra Gómez, Luis Escárcega y Diana Rayón, Alejandra Ramírez, así como Andrés Solís en la musicalización en vivo y Hugo Heredia en el diseño de iluminación.
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